La condensación y el vaho impiden que se puedan observar los restos arqueológicos hallados en San Pedro

Desde el grupo Andalucía Por Sí han criticado las obras de la Plaza de San Pedro y denunciado los numerosos desperfectos y anomalías que presenta la zona, incluida la adecuación de restos arqueológicos, en algunos casos ya imposibles de ver por el vaho y la condensación que se acumula tras los cristales.
Asegura el Grupo Andalucista que tras numerosas quejas recibidas por parte de vecinos y paseantes, esta mañana "hemos visitado la Plaza de San Pedro para comprobar un nuevo ejemplo de lo que no se debe hacer cuando se pretende integrar patrimonio arqueológico. En este caso, lo que se ha conservado es una mínima parte de todo el patrimonio que salió a la luz durante esta obra".
Y describen que en la propia plaza hemos observado numerosos fallos de construcción, entre ellos: piezas cerámicas rotas, rellenos de mortero en zonas donde falta una pieza, filos cortantes que pueden representar un peligro y de uno de los muros que está roto sale agua mezclada con tierra.

Por otro lado, los restos de la muralla ubicados en la Calle Licenciado Juan de Mora no solo están llenos de agua, sino que además están siendo utilizados por algunos individuos para arrojar basura. A esto se suma que las estructuras siguen, mes tras mes, sin la protección adecuada para evitar daños.
El aljibe del periodo moderno-contemporáneo sufre el mismo problema que otras integraciones realizadas en la ciudad. Casos similares los encontramos en el Sfera, la Plaza Ivonne Cazenave y el famoso supermercado El Jamón, ubicado a escasos metros de esta zona. "La falta de una correcta planificación ha llevado a que el vidrio instalado para su observación esté empañado y lleno de reflejos, impidiendo que se perciba absolutamente nada. Además, ya presenta pequeñas pintadas y es previsible que se convierta en blanco del vandalismo".

Si se hubiera tomado ejemplo de otras ciudades, podrían haberse aplicado soluciones como incluir vidrio inclinado para evitar que la gente se suba encima y lo deteriore con pintadas o actos vandálicos, utilizar vidrios con forrado antivaho, evitando así el problema del empañamiento, colocar sistemas de ventilación que faciliten la circulación del aire y prevengan la aparición de musgo, como ocurre en el citado supermercado.
Por último, en la zona más cercana a las escaleras de la Iglesia de San Pedro, aseguran en una nota, "seguimos viendo que se ha convertido en el lugar predilecto de algunos para arrojar botellas y restos de botellón. Además, hemos detectado la presencia de una muela de molino manual, hallada en otra zona de la plaza, que ahora se usa como mero elemento decorativo".