Huelva Gastronómica. Ni un duro en publicidad

Desde el jueves 21 de julio hasta el día de ayer hemos disfrutado y gozado de la Muestra Gastronómica realizada en el Mercado de El Carmen donde los restaurantes onubenses Guatiné, La Mirta, Puro chup chup, La Bohemia y Bar Juan José nos han demostrado que con imaginación y poco dinero se pueden hacer muchas cosas en favor de los valores de la provincia y el gastronómico, sin lugar a dudas, lo es. Yo personalmente soy de los que no comprenden ese interés absurdo de convertir a Huelva en la Ciudad Nacional de la Gastronomía. Y lo veo absurdo y estúpido porque eso solo es un producto de markenting para sacar dinero a las entidades públicas o privadas en beneficio único y exclusivo de determinadas agencias publicitarias. ¿Cuánto fueron los miles de euros aportados por nuestro Ayuntamiento capitalino en estas dos ediciones de semejante candidatura que tiene un tufillo a “estafa”cultural y que por supuesto no lograremos nunca? Muchos. ¿Y por qué no lo lograremos nunca? Fácil. Huelva está lejos de tener la infraestructura de comunicación viaria para que esto se produzca. Huelva, hoy por hoy, a excepción de las archi nombradas playas y sierras, carece en absoluto de un centro monumental, arquitectónico, escultural, urbanístico o museístico, que sirva de apoyo determinante a esa Capitalidad. Y, en tercer lugar, porque no nos hace falta para nada.
Y no nos hace falta despilfarrar y tirar un dinero del que carecemos porque con esta Muestra Gastronómica se ha demostrado que tenemos talento de restauradores y chefs para atraer de por si, y ayudado del turismo y del boca a boca, a los gastrónomos de la provincia y de la comunidad. Después vendrá lo que tenga que venir. Pero luego habrá momento para volver a este tema. Vamos a las jornadas. Resulta increíble la unión existente entre los empresarios y cocineros participantes. Ante tamaña camaradería es imposible que una cita como ésta resulte negativa. Y si a ello le añadimos lo esencial, el arte, la técnica y el ansia de innovación y experimentación de la cocina con los mejores productos que da esta piel de toro, el resultado es el de gritar ¿cuándo es la siguiente?
Llegar hasta aquí no es nada casual. A diferencia de la estrategia del comercio que se desespera ante la falta de clientes y de economía y una errática política mercantil, los restauradores han sabido esperar, estudiar y urdir mil fórmulas para atraer a esa clientela. Este es el caso de el Restaurante Guatiné que, con Carlos Javier Dominguez y Gonzálo, primos y socios, crearon el otoño pasado Los Jueves de Guatiné con la colaboración de María del Mar Castillo y Pilar Esquivias con sus inigualables, artísticos y sabrosos de diferentes platos de Sushi en distintas versiones. A ello tuvieron la capacidad e imaginación de unir el acto “Cómete la Moda”, que consistía en que cada jueves, de acuerdo a los colores de los manjares presentados por las citadas restauradoras, un número adecuado de personajes de nuestra sociedad, mujeres ellas, vestían los modelos de diferentes y exquisitas tiendas de la ciudad.
El éxito fue rotundo y prueba de ello es el lleno absoluto que se producía en Guatiné cada jueves y el aplauso generalizado por parte del público hacia esta iniciativa de Carlos Javier y Gonzalo. A partir de ahí, María del Mar y Pilar realizaron diferentes cursos sobre preparación de Sushi en el salón privado del establecimiento y que congregaron, en su lleno absoluto, a personajes femeninos y masculinos de Huelva que por sus características les hacían extraños en su matriculación a ellos. En definitiva, estos empresarios no se han dejado llevar por la mímesis pasiva muy dada entre los onubenses de la mala suerte, no viene nadie, están las calles vacías. En esta muestra las tapas por ellos presentadas, con la colaboración de Antonio, es una muestra de esa cocina tradicional y de fusión con los mejores productos de nuestra tierra. Ceviche de corvina, Gua Bao de buey y Salmorejo de mango han sido los platos estrellas presentados.
Diego García es otro de los hombres que tienen el corazón dividido entre cómo fantasear con los platos y la forma de acercar a la gente hacia su restaurante. Pero digo más, Diego no se conforma con eso, con llenar su restaurante. Diego sueña con hacer de Huelva una ciudad en la que pasear sea un gusto y un placer donde los onubenses encuentren calles llenas, tiendas con los mejores mercancías y bares o restaurantes trabajando con producto de calidad y a precio asequible, donde cada uno se sienta en su casa. Su restaurante La Bohemia se ha convertido en un referente, después de un primer tiempo en el que los agobios fueron muchos, para un tipo de personas clientes que abarrotan a la hora del almuerzo, de la tapa y de la cena sus estancias y que encuentren en el mismo el lugar idóneo donde reunirse saboreando platos elaborados y exquisitos sin sentirse encorsetados.
Diego García, junto con Antonio Manuel García, del Bar 1.900, y juntos a otros empresarios diversos de la zona, aspira convertir la céntrica calle Garci-Fernández en una arteria concurrida por un público dispar en el que se puede sentir, como emblemático, el aire bohemio y añorante de la literatura, la poesía, la moda y la gastronomía. Y estoy convencido que con su fuerza y su capacidad o don de atracción que tiene va a conseguir de esa calle y de todo el entorno de la Plaza Niña un espacio idóneo para esa juventud cuarentona que tanto le sigue. En esta Muestra Gastronómica, siguiendo su hábito de fusionar la cocina del Andévalo con la mexicana, peruana y asiática, tres buenos paltos. Paté casero de pulpo a la gallega, Nigiri de presa ibérica con salsa hoisin y Salmorejo de maíz con caballa ahumada.
El Bar-Restaurante Puro Chup Chup, en la calle Rábida, sigue la misma tendencia innovadora de los otros dos anteriormente citados. Enclavado en una rúa ricamente comercial y lugar de reunión por excelencia en la capital, Juan López, propietaio y chef de Puro Chup Chup, ha sabido revolucionar el arte del tapeo con una cocina iconoclasta y con ese lema tan de él “piensa global, come global”. A esta cita, Juan López presentó Shimesaba de caballa, ácidos, cítricos y picantes; Canelón a la llama de bacon, huevos de choco con alioli semi dulce de tomate, sopa de espárrago y mahonesa y Baozi al vapor rellenos de las alegrías del cochino, jugo untuoso de wisky y jamón.
La Mirta de Txema Martín también quiso estar presente en la cita. Con su cheff Abel Masero y Cristóbal, este restaurante se ha consolidado en su establecimiento de Váquez López a través de una cocina casi tradicional, pero evolutiva, sin dejar de respetar a nuestra materia prima. Para esta ocasión prepararon también tres platos. Potito de conserva fondue de secreto; Tosta de Almogrote y escalibada de verduras y Lomo de caballa relleno de pastel de palometa ahumada en pan de sofrito de tomate.
Y por último, el archiconocido bar Juan José, de los hermanos Cristóbal y Agustín Pérez Corrales. En este caso no podemos hablar de cocina en el sentido estricto del término, pero su tortilla de patatas es conocida en toda Huelva y considerada como la mejor de Andalucía y reconocida a nivel nacional. Lógicamente en la Muestra presentarón Tortilla de Patata, Montadito de carne mechada y Raya en pimentón.
Tenemos gentes en Huelva con conocimiento, teóricos y prácticos, de buen gourmet. Podemos citar, entre otros, a Bernanrdo Romero, Remedios Rey, Nicolás Ríos o Rosy Calvo, entre otros muchos. Con semejantes profesores, la vinculación cocina-público se convierte en un binomio inseparable. Ellos arrastran y la gente está deseosa de oír y escuchar sus opiniones. Esta Muestra ha sido un éxito de Pepe Quintero, como Gerente del Mercado, de Antonio Ramos por parte del Ayuntamiento y de los cincos restaurantes citados. Pero también ha sido un éxito por la presencia de gente como Bernardo Romero y Nicolás Ríos con toda la legión de seguidores que tienen. Pepe Quintero ha logrado llenar un vacío grave, estructural y existencial del Mercado y los restauradores la posibilidad de hacer gravitar la Gastronomía de Huelva por este lar de forma rotatoria y permanente. Bernardo Romero, al que vi la noche del viernes departiendo con Diego García en La Bohemia, es de los que piensan que esta ciudad es ya Capital de la Gastronomía y que la Muestra del Mercado debe de servir de referencia a la cocina onubense pues tiene la mejor y mayor despensa que un aficionado puede desear. Para él, en Huelva está pasando algo fuerte, se está reconociendo a la cantidad de jóvenes que saben y quieren la cocina, que estudian, ensayan y proyectan cocina. No necesitamos para nada la Capitalidad Gastronómica porque ya la tenemos aquí y sin pagar un duro a agencia publicitaria alguna para que nos diga lo que es ya una evidencia para todos. ¿Para qué vale ser Capital Gastronómica?, se pregunta.
Y para terminar este artículo no puedo acabarlo sin dejar de mencionar la figura de Nicolás Ríos, como alma mater, en la sombra, de esta Muestra. A él le preocupaba la asistencia de público. La fecha era mala y no reunía las condiciones deseadas para el éxito rotundo previo. Nicolas jugó todas sus bazas a través de los muchos seguidores gastronómicos que tiene por la ciudad y a través de las redes sociales haciendo un llamamiento general a todos los onubenses para que se acercaran al Mercado durante estos días. Y lo consiguió. Pero, según él, el éxito ha estado en la amistad y la camaradería de los participantes, la ilusión y el trabajo puesto por ellos luchando codo con codo por el bien del acto y, esencial para esto, la ausencia de divismo. Aquí no había divos. Existían grandes empresarios y mejores cocineros capaces de crear el embrión de algo importante.
Por Miguel Ángel Velasco