viernes. 03.05.2024
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Rafael Oliva: "Soy bisnieto de un obispo portugués"

Se acerca hoy por esta ventana pública el afamado pintor ayamontino Rafael Oliva, al que conocí a finales de los años 70, cuando le realicé una entrevista para el diario regional Sur/Oeste. 
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Rafael Oliva: "Soy bisnieto de un obispo portugués"

Rafael tiene un currículum profesional algo impresionante, siendo uno de los pintores más afamados no sólo de nuestra provincia, sino de toda Andalucía, y aquí tienen una muestra de este artista ayamontino.

Hemos coincidido en alguna ocasión, pero lo cierto es que han pasado muchos años que no lo hacíamos. Por ello, cuando hace unos días, con motivo de la presentación del libro de Nieves Herrero "La Baronesa", coincidimos, a los dos nos dio alegría y le propuse charlar un ratito con él y realizar esta entrevistas días más tarde. 

Con Nieves Herrero
Con Nieves Herrero

Cuando volvemos a hablar empezamos contándonos temas familiares, muy parecidos la verdad, las coincidencias eran muchas, y es que a nuestras edades así suelen ser las cosas.

Rafael Oliva González nace en Ayamonte, pintor autodidacta, que desde muy temprana edad siente la afición por el dibujo. Comienza su andadura en el mundo de la pintura en 1964, exponiendo en los Salones de Gibraleón (Huelva). Su primer premio lo obtendría dos años más tarde en su ciudad natal por el cuadro titulado «sartenes», los temas sencillos y humildes empiezan a aflorar en sus composiciones, latas oxidadas, cajas de cartón, zapatos viejos, estercoleros... Prefiere el hombre al árbol, la figura humana al paisaje, todos sus cuadros tenían que tener un tema, la figura de los niños le apasiona.

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En familia

Estos fueron los principios de Rafael. A partir de ahí, vienen muchos éxitos que harían interminable la relación, pero si he de reseñar que en año 1968, junto al pintor Angel Rodríguez, marcha a Madrid y allí pinta los rincones más típicos de la capital y por las noches acude al Círculo de Bellas Artes donde dibuja la figura humana (desnudos).

Ya en 1975 expone en Madrid por primera vez, al año siguiente lo hace en Huelva, Barcelona; luego vendrían exposiciones en Sevilla, Zaragoza, Valladolid, Badajoz, La Gomera, Caracas (Venezuela), Lisboa (Portugal), Bélgica…

En 1989, a petición de Jesús Hermida, expone su obra para TVE en el programa "A mi manera". En 1990, de igual manera le invitan a exponer su obra en el programa de María Teresa Campos "Esta es su casa" de TVE.

Ha sido autor igualmente de muchos carteles anunciadores y, en 1991, le encargan el Cartel anunciador del XVII Festival Iberoamericano de Cine de Huelva, realizando entre otros: Centenario "Copa del Rey de Tenis" (1992); "Miss España" elección Andalucía (1994); "Primer Encuentro de los Defensores de los Niños en Europa" celebrado en Sevilla (1997)... 

La Diputación Provincial de Huelva celebró el aniversario de la muerte de Miguel Hernández, en Rosal de la Frontera, primera cárcel en la que estuvo el poeta, y su obra es expuesta formando parte de este homenaje. Pinta retratos del Rey Juan Carlos y de la Reina Sofía... 

Su currículum se va agrandando día a día, pero con estas referencias se darán cuenta nuestros lectores que estamos ante uno de los grandes pintores de esta tierra.

Pero llega el momento de preguntar y que Rafael vaya contestando con su peculiar estilo tan campechano, pues no hay que olvidar que nuestro protagonista de hoy es una persona dicharachera, amena, cordial, buen conversador, servicial, empático, más de Ayamonte que el Guadiana, con alto sentido de la amistad... 

P. - Rafael, al lío ¿Qué opinión tienes sobre la situación que está viviendo el mundo de la pintura? 

R. - El mundo de la pintura, como cualquier otro tipo de arte, con la situación que estamos atravesando, es normal que esté en horas bajas por la crisis que tenemos encima. Ya no hay la alegría de años atrás, la gente se lo piensa mucho antes de adquirir obras de arte, pues tienen otras cosas en que pensar. 

P. - ¿Cuál ha sido tu mejor y peor decisión tomada? 

R. - La mejor el día que dejé el mundo del comercio, de vender ropa de caballero para dedicarme totalmente al mundo de la pintura y marcharme a Madrid a exponer mis obras en 1975.

La peor decisión, en no haberlo hecho antes. 

P. - ¿Podrías vivir sin teléfono móvil? 

R. - A día de hoy es impensable, pues es imprescindible. Otra cosa es estar todo el día pegado a él, pero no es mi caso. Yo no tengo redes sociales, pues no las entiendo, solo uso WhatsApp, pues es la mejor forma para mostrar mis obras que ahora me ahorra mandarlas por carta, y desde luego para conectar con mis amigos.

P.- ¿Qué proyectos tienes cara al futuro? 

R. - Mira José Luis, desde hace unos meses ando poco retirado del estudio, pero tengo en mente pintar un cuadro de grandes dimensiones, en concreto una nueva obra de Jesús del Gran Poder de Sevilla, que sería una trilogía, pues anteriormente ya hice dos. Ese cristo me apasiona, tiene mucha fuerza. 

Con una de sus grandes obras
Con una de sus grandes obras

P. - ¿Qué te indujo a dedicarte al mundo de la pintura? 

R. - No lo sé, pero creo que fue la pintura quien me eligió a mí y no al revés. De pequeño ya hacía mis pinitos y no dejaba de dibujar en el colegio y en las paredes. Me atraía mucho pero nunca pensaba que sería mi profesión. 

P. - ¿A qué edad comenzaste a pintar? 

R. - Con 7 añitos ya hacía cositas. Luego en el colegio, mi maestro Román Castañera se fijó en lo que dibujaba y me hizo salir a la pizarra para que mis compañeros de clase los copiarán. Allí me di cuenta que la pintura y el fútbol, me atraían más que otras cosas. 

P. - ¿Qué de apasionante tiene tu profesión? 

R. - El ponerte delante de un lienzo limpio y que aquello poco a poco vaya cogiendo forma es apasionante. Cuando se empieza una obra nueva al final nunca sale lo tenías pensado, pero iba vez finalizado se queda uno contento y dices "uno más"... y a seguir. 

P. - ¿De qué obra guardas mejor recuerdo? 

R. - ¡¡Ufff!! No sé cuál decirte. Al cabo de tantos años, imagínate. Pero te voy a decir algunas. 

Un retrato de mi hija con sus dos hijas en brazos dormidas. Fue una serie que realicé de niños dormidos. Otra obra de la que guardo buen recuerdo de un estercolero, fue a tamaño grande. 

Más reciente, de la serie "carretera y manta", uno que llamé "la marcha", donde se ve a un grupo de gitanos a punto de partir. 

P. - ¿Qué te inspiran los cristos? 

R. - Desde siempre pitar cabezas de cristos y de soldados romanos era lo que más me gustaba, quizás lo lleve en la sangre, pues fíjate Camacho, aunque te parezca una broma, soy nieto de un obispo portugués. 

Con sus obras
Con sus obras

Mi bisabuela de origen del vecino país, quedó embarazada y dada la época y la situación, a mi abuela la trajeron a la Casa Cuna de Ayamonte. 

Son mis orígenes y es una historia sorprendente de la cual ya se ha escrito un libro sobre ello por parte de mi amigo y gran poeta Augusto Thassio. 

P. - ¿Qué significa para ti Ayamonte? 

R. - Lo es todo. De no haber nacido en aquí, no sé si hubiese sido pintor. En esta tierra me siento importante y querido. Ayamonte por situación geográfica, por su luz, por el mar, es una fuente de inspiración. Yo soy hijo de marinero y la mar me atrae, al mismo tiempo que me da miedo. 

En el Carnaval de Ayamonte
En el Carnaval de Ayamonte

La luz de mi pueblo atrapa, como ya lo pudo comprobar el universal pintor Joaquín Sorolla. 

P. - ¿Qué recuerdo guardas de tu niñez? 

R.- Recuerdos muy bonitos, aunque éramos una familia humilde, pobres. Mi padre era "pedrero", un grado mayor que marinero y nunca recuerdo haber pasado hambre, yo era feliz, aunque no se me olvida viendo a mi madre en días de tempestad acercarse a la barra para ver si llegaban los barcos, toda mojada, llorando y rezando; todavía me estremezco, por eso los miedos a los vendavales, a la mar... la verdad es que no me gusta el invierno, lo odio, quizás por esos recuerdos de mi niñez. 

P. - ¿Cuántos países tienen obras tuyas? 

R. - La verdad es que no sabría que decirte, son tantos los años que llevo dedicado a la pintura. Por Ayamonte siempre han pasado muchos extranjeros y en mis inicios yo exponía en el Bar Plaza y allí compraban muchos cuadros míos igual que en mi estudio. También en exposiciones que he colgado en Lisboa, Venezuela... Sé que obras mías hay en Italia, En Estados Unidos, Inglaterra, pero la verdad es que no lo tengo todo controlado.

P.- ¿Cuáles son tus aficiones preferidas y a qué dedicas tu tiempo libre? 

R. - Mi principal afición son las antigüedades. Desde los 20 años empecé a coleccionar cosas, Santos, Niños Jesús, San Antonio, cerámica, relojes... Piezas que a día de hoy sigo adquiriendo, por lo que visito mercadillos de antigüedades, pues ese gusanillo por el coleccionismo no se me acaba. 

Por otra parte el fútbol es un deporte que me apasiona, lo mismo que el cine. Mi tiempo libre lo dedico a diseñar anillos de bronce, que realmente me encanta y me lo paso bomba, pues me distrae muchísimo, lo mismo que confeccionar lámparas grandes de estilo medieval, las hago con la ayuda de los herreros, que son los que me sueldan las piezas. También leo y releo, sobre todo a mi escritor preferido Miguel Delibes. Me encanta. 

P. - ¿Con qué personaje tu gustaría compartir una cena y qué le preguntarías? 

R. - Una cena o simplemente un cafetito. 

Me encantaría haberlo hecho con Groucho Marx, aunque no sabría que preguntarle, lo escucharía con lo que hubiese querido contar, solo con su presencia habría sido bastante. Era un genio del humor, el más grande que ha existido, por lo menos para mí. 

No pude conocerlo, pero por contra si lo hice con mis amigos Tip y Coll, dos personajes, dos genios, que no tenían nada que envidiarle y que si en vez de nacer en España, lo hubiesen hecho en Estados Unidos, hoy serían tan reconocidos como los hermanos Marx. 

Con el humorista Tip
Con el humorista Tip

P. - Quienes son tus referentes? 

R. - Mi referencia profesional siempre ha sido Joaquin Sorolla, y como no, los impresionistas franceses como Renuart, Van Gogh... fuentes de las que he bebido. 

P. - ¿De qué te arrepientes? 

R. - ¡¡Uff!!. Vamos a ver. Me arrepiento de no haberme sacado el carnet de conducir, de ello no me olvido casi nunca. Mi amigo y gran artista, el escultor Pepe Vázquez, nunca consiguió el permiso de conducir y me decía, "Rafael, para qué lo quieres, eso solo trae quebraderos de cabeza" y yo por imitarlo, aquí estoy sin poder conducir. Menos mal que mi mujer, Mary me lleva a todos lados y así hemos podido pasear y disfrutar por esas carreteras con nuestros coches de época. 

Con su esposa
Con su esposa

Hay otras cosillas de las que me avergüenzo y no me apetece contar, o quizás lo haga más adelante. No sé.

Rafael me ha hecho mucha ilusión coincidir de nuevo contigo, verte tan en plena forma y desde luego ha sido todo un lujazo y una gozada este ratito que hemos echado de cháchara contigo. 

Un abrazote grande artistazo.

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