jueves. 28.09.2023
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Paco Huelva: "Contamos con una producción de energía eólica, limpia, que nos permitiría ser líderes europeos en ese sector"

Paco Huelva, nuestro entrevistado de hoy, últimamente formaba parte de la fisonomía de la calle Marina de Huelva, donde a diario era habitual verlo tomando su café, leyendo y saludando a las muchas personas que iban a verlo
Paco Huelva: "Contamos con una producción de energía eólica, limpia, que nos permitiría ser líderes europeos en ese sector"

Paco Huelva, nuestro entrevistado de hoy, últimamente formaba parte de la fisonomía de la calle Marina de Huelva, donde a diario era habitual verlo tomando su café, leyendo y saludando a las muchas personas que iban a verlo. Ahora ha cambiado de domicilio después de su jubilación, siendo la capital de España su lugar de residencia y la verdad es que lo echo de menos, pues Paco es persona muy cordial, culto, sociable, agradable, conversador....

Lo llamo para quedar y charlar un ratito, y con la amabilidad que le caracteriza accede a esta entrevista que ha resultado pero que muy interesante y empezamos de la siguiente manera:

-¿Paco, qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

-España y el orbe están viviendo un momento difícil, cuyas consecuencias son aún imprevisibles. La humanidad pensaba que tenía las herramientas, los instrumentos necesarios para controlar cualquier riesgo, o, en su caso, poder minimizar los daños para las personas, los bienes y el medio ambiente. Ahora nos hemos dado cuenta de que no es

así. Un virus nos ha puesto en el lugar exacto en que estábamos. No disponemos de los recursos humanos y materiales, ni tampoco del conocimiento necesario para enfrentar una pandemia que lleva camino de destrozar todos los sistemas y organizaciones en los que se sustentaban nuestro bienestar.

La desigualdad existente entre los pueblos ha acentuado aún más nuestra orfandad. Como es lógico, los países menos desarrollados están siendo más afectados, pero, el aprendizaje debiera estar en que la cooperación internacional es más necesaria que nunca y, sin embargo, sigue prevaleciendo el obscurantismo y el negocio.

-¿Qué hiciste en tu día a día, durante el confinamiento; dónde y con quién lo pasaste?

-Lo he pasado en Madrid, la ciudad en la que resido desde que dejé mis responsabilidades en Huelva. Y para qué voy a hablar de las circunstancias que estamos atravesando en esta Comunidad Autónoma, sin criterios claros, científicos, para abordar cuáles deben ser las medidas que han de adoptarse, por un enfrentamiento político desacerbado que tiene a la población confundida e incluso avergonzada.

Lo he pasado con mi señora, que es doctora en medicina en la sanidad pública y está sufriendo en sus carnes, la falta de previsión política en la dotación de médicos de atención primaria y hospitalaria, en rastreadores, en analistas que den una respuesta rápida y eficaz a los “tests” que se realizan.

-¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia y sobre todo en Huelva?

-Lo estamos viendo ya y esto no ha hecho más que empezar. El virus ha venido para quedarse, estará con nosotros siempre. Las vacunas o los posibles tratamientos, en su caso, tardarán años en llegar a toda la población mundial. Por lo que, y acercándonos a Huelva, por la que me preguntas, decenas de miles de personas se quedarán sin trabajo.

Muchas empresas no volverán a abrir. Tampoco habrá dinero circulante y el turismo tardará en llegar de nuevo. Huelva no puede apostar su desarrollo solo a la baza turística.

La industria agroalimentaria, la tecnológica, la industrial, la de las energías renovables y el asentamiento de la minería en la cuenca, son las bases por las que debería transitar el devenir, ayudados por la Universidad de Huelva y la apertura de negocios que pueda realizar la Autoridad Portuaria. Volver a esquemas del pasado es un error que no debe volverse a cometer, porque nada será igual en el futuro.

-¿Has pasado miedo en algún momento?

-Pues sí. He pasado y sigo pasando miedo. Sabido es que el devenir siempre es incierto, pero, nuestra existencia en paz y en libertad lleva camino de ponerse en entredicho. En situaciones críticas hay tendencias a polarizar el mundo, a radicalizarlo. Temo que muchas de las conquistas sociales del último siglo se pierdan. Que la economía vuelva a imponer sus tesis más duras, más liberales, y la esencia de lo que somos, como seres humanos, junto con los derechos inalienables consagrados en la Declaraciones Internacionales de la ONU, se quede en aguas de borraja.

-¿Qué proyectos tienes para el futuro?

Observar, leer, escribir, y ser feliz en lo posible junto con los míos.

-¿Qué has echado de menos en estos ocho meses que llevamos con la pandemia?

-Una política de consenso, de entendimiento, de compromiso con la ciudadanía, con la verdad y con las necesidades de los demás. En definitiva, una política más solidaria por parte de la derecha con el gobierno legítimo de España, para resolver los problemas de España y de los españoles, y que abandonen de una vez el frentismo político en el que andan instalados. Alguna vez deberán responder por sus acciones u omisiones. Al tiempo.

-¿Cómo "venderías" Huelva para atraer inversores y turismo?

-Nuestra provincia está situada geoestratégicamente en un lugar idílico. Nuestra salida al Mediterráneo y al Atlántico ponen el mundo en nuestras manos a la vez que nos permite ser exportadores de infinidad de materia prima y de productos fabricados en España, y, a su vez, receptores de los fabricados en muchos otros lugares del mundo. Creo que nuestra relación con el Magreb no está suficientemente potenciada, en otras circunstancias porque somos la puerta de Europa para todos los países africanos y pienso que las alianzas en ese sector no están suficientemente potenciadas. Contamos con excelentes polígonos industriales y con una industria minera, siderúrgica, química, agroalimentaria y un potencial -aún no explotado- de producción de energía eólica, limpia, que nos permitiría ser líderes europeos en ese sector. Sin contar con la posibilidad de desarrollo de una industria aeronáutica que por la ineficacia de la política está siendo una y otra vez malograda.

Del turismo, ya hemos hablado. Con la situación actual de pandemia, que durará unos pocos de años, costará sacarla a flote de nuevo. No obstante, el paradigma que vendíamos hasta ahora de sol y playa deberá ser cambiado o fracasaremos de nuevo a la menor de cambio.

-¿Qué papel crees que han jugado y juegan los medios de comunicación ante esta pandemia?

-Los medios de comunicación escritos y audiovisuales son esenciales y necesarios para informar a la ciudadanía. No obstante, a veces olvidamos que tales medios son también un negocio, es decir, que han de subsistir como empresas. Y la pandemia también les ha afectado y mucho. El poder económico y político, que en este caso son la misma cosa, porque la publicidad que insertan los mismos es necesaria para la existencia de tales plataformas, se han hecho con las riendas de los consejos de dirección de tales medios y hoy en día están divididos en dos sectores, como la opinión pública a la que informan o manipulan -tanto monta-, por desgracia.

-¿Y las redes sociales?

-Parecería que las redes sociales nos han liberado. Que cada cual puede manifestar su opinión en las mismas y ser leído por alguien. Y es cierto. Pero, no nos engañemos, las grandes multinacionales que manejan hoy día el negocio de las mismas se han hecho con un poder, con una potencial económico que puede constatarse cada día en las evoluciones de la Bolsas de todo el mundo, con una stock de información, con una capacidad de manipulación, que, no hay gobierno alguno capaz de controlarlas. Se han convertido en el verdadero poder. En el único. Es el ojo orwelliano que se vaticinaba en la famosa novela.

-¿Es la cultura de las más perjudicadas con la pandemia?

-La crisis, por absurdo y poco sensato que parezca, siempre afectan a la educación, a la cultura, a la investigación, a la inversión en desarrollo y a la formación. Precisamente a todo aquello que puede sacarnos más rápidamente del socavón, aunque a muchos les cueste creer la tal cosa. La razón no parece ser la aliada de la humanidad en momentos de zozobra, para nuestra desgracia.

-¿Cómo has vivido el incendio de Almonaster?

-Ha sido el primer siniestro importante en la provincia desde que dejé mis responsabilidades. Y, a pesar de la distancia -lo he vivido en Madrid- he seguido su evolución con mucha preocupación y cierta ansiedad. No diré nada al respecto, excepto una cosa. Andalucía y por tanto Huelva, tiene un magnífico sistema de control y de extinción de incendios conformado por el INFOCA, por muchas voces discordantes que se alcen en contra que siempre buscan un interés determinado.

-¿Serías de los primeros en vacunarte del Covid-19?

-No. Ni mucho menos. Excepto que no tuviera otra salida o alguna otra persona debiera tomar esa decisión por mí. Una vacuna con garantías tardará, nos guste o no, mucho tiempo en llegar. No lo digo yo, lo manifiestan las sociedades científicas. Lo demás, es negocio, y muy peligroso.

-¿Qué recuerdos guardas de los caminos del Rocío?

-En cuanto a los caminos que conducen a la aldea almonteña, a mi pueblo, qué voy a decir, que ya llegará de nuevo el tiempo de prepararlos para acercarse a ese rincón mariano por excelencia. Felicitar sí, a la Hermandad Matriz de Almonte, por la forma tan exquisita en que está llevando estos tiempos de desasosiego.

-¿De cuáles de tus obras literarias tienes unos mejores recuerdos?

A pesar de haber escrito más de un millar de artículos en prensa; tanto en papel como en forma digital, y de haber publicado ocho libros individuales y varios colectivos, me quedaría “Con los otros que me habitan”, esa colección de cuentos ilustrados por Víctor Pulido, y puesta en circulación por la Editorial Niebla.

Paco que me ha dado mucha alegría haber estado en contacto contigo, que me encanta la forma de exponer tus opiniones y que espero verte pronto y poder saludarte por la calle Marina.