María Nevado, la única superviviente de Isla Saltés, cumple cien años

Sin lugar a dudas, la entrevista que hoy le ofrecemos es un poco especial, María Nevado González, es nuestra protagonista de este espacio, pues acaba de cumplir cien años el pasado 15 de Agosto, y en cuanto me lo contó uno de sus nietos, concretamente Carlos, le pedí que en la celebración le grabara algunos de sus recuerdos de su vida, lo cual junto a otros nietos lo hicieron, me mandaron los audios y la verdad es que da gusto oír a María, comprobar como relata sus vivencias y los tonos de voz que utiliza dependiendo de lo que esté contando.

Empezaremos diciendo que María es la última superviviente de los habitantes de Isla Saltés, que tuvo tres hijos, Gonzalo, Pepe y María del Carmen, seis nietos y dos bisnietos, y que en la fiesta de cumpleaños se lo pasó fenomenal con su familia.

En la grabación que me pasan, nuestra protagonista de hoy empieza recordando que estando en la playa con unos diez años, como le salvo la vida a una amiguita que se estaba ahogando y que lo tiene grabado en su memoria. Continúa diciendo lo siguiente a preguntas de sus nietos:

P. - ¿Dónde ibas al colegio? 

R. - En el cuartel por las tardes había un guardia civil que nos daba clases. Nos reuníamos un montón de niñas y niños, un día el sargento le decía a su hija que era una "burra" y que tenía que ser como yo. Me acuerdo mucho del cuartel. 
 

Sin dar tregua se le siguen agolpando los recuerdos de su niñez. 

"Yo era la que organizaba todo. En las cruces de mayo, cogía una mesa, la adornaba con flores, me traía amigas para que bailarán conmigo, nos lo pasábamos fenomenal. Cogíamos un "mastro", que es un palo largo que se adornaba con flores y bailábamos a su alrededor"

María ha cogido carrerilla y ya no hay quien la pare, y continúa contando anécdotas de su vida. 

"Yo iba por almendras y se las llevaba a mi tío, quien me decía que le echara en un cubo de agua fría encima para que se le quitaran los nervios"

"También veía a mujeres que se pintaban las cejas y yo quería hacer lo mismo, para ello me subía a la cómoda para llegar al espejo y pintarme" 

Después de estos recuerdos, sus nietos empiezan a preguntarle directamente, ¿cuántos años estuviste en Isla Saltés? 

R. - Unos 15 años. A mi padre le gustaba estar alli, pero a mi madre no. Mi padre era guardia civil y le tenían miedo pues tenía muy mala idea. 

P. - ¿Qué recuerdos guardas de la guerra civil?

El tono de la voz cambia radicalmente, se le nota en la grabación que la pena que sigue teniendo cuando narra esos terribles momentos.

R.- Yo tenía 13 años cuando estalló la guerra, recuerdo a las gentes saliendo a la calle, pues tiraron una bomba y corrían dejando a niños por detrás, una cosa mala. Entonces estabamos en Punta Umbría y teníamos una buena casa, que tuvimos que dejar y salir corriendo al campo. 
 

Un día llegaron a casa preguntando por Nevado. Pasamos mucho miedo y cuanto sufrí, eso es para Dios y para mí, siendo una niña como era. Lo pasé fatal viendo a los prisioneros. Íbamos a la playa a coger almejas para poder comer y también lo hacían otras personas. Recuerdo un cañonazo a la orilla de la playa y a los barcos de guerra, por lo que salíamos corriendo no fuera que se escapara algo y no diera. Que miedo más grande.En Isla Saltés hubo muchos prisioneros, estaban siempre pasando en botes de una banda a otra. Nosotras queríamos llevarle comida pero no nos dejaban. Los prisioneros eran catalanes. 
 

Todo duró tres o cuatro años y empezó a ponerse medio bien con el estraperlo, pues las gentes iban a Portugal a comprar cosas y las vendían en España más caras. Tengo muchas cosas en la memoria pero las malas se me van olvidando 

P. - ¿Cómo fue la posguerra? 

R. - Fue peor que cuando estábamos en guerra. No teníamos ni para comer. Recuerdo al abuelo que se subía a un andamio para trabajar y se caía de mareos de no comer. Yo era una niña y lo pasé fatal.  Que haya ahora otra guerra me parece increíble. Lo que está pasando en Ucrania yo no me lo esperaba. 
 

La guerra civil fue muy mala y yo no esperaba hubiese otra guerra más. 

P. - ¿Qué te ha parecido la pandemia? 

R. - Que he estado sin poder salir. 
 

P. - ¿De qué equipo eres? 

R. - Soy del Barcelona (Eso sí, el nieto Carlos le decía que dijera que era de ese equipo). 

A mi me ha sorprendido por las grabaciones, la lucidez de María, lo rápido que contesta a las preguntas de sus nietos/as, con la fluidez que habla y lo feliz que está con su familia. Muchas felicidades, María.