viernes. 19.04.2024
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Julián Rubio: "En el fútbol eliminaría el poder tan grande que tienen los árbitros"

Se acerca hoy a esta ventana pública uno de los jugadores de fútbol que personalmente mejor me he llevado, me refiero a Julián Rubio Sánchez al que conozco desde mediados de los años 70
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Julián Rubio: "En el fútbol eliminaría el poder tan grande que tienen los árbitros"

Se acerca hoy a esta ventana pública uno de los jugadores de fútbol que personalmente mejor me he llevado, me refiero a Julián Rubio Sánchez al que conozco desde mediados de los años 70. Muchas son las vivencias y anécdotas que podríamos contar, pero vamos a ceñirnos a su parte profesional.

Julián nace en el pueblo albaceteño de Montealegre del Castillo, hace 69 años y es curioso que de esa localidad que le dicen de "las tres mentiras" saliese un futbolista de la categoría y la clase de nuestro protagonista de hoy, pues en su tierra natal no había campo de fútbol, pero así se cuenta la historia.

En la temporada 1968-69, empezó jugando en el Albacete Balompié para continuar en las campañas 1969-1972 en el Ontinyent CF, en Segunda División y posteriormente ser traspasado al Sevilla F. C., donde estuvo ocho temporadas, siendo un jugador importante para el equipo y consiguiendo diversos éxitos. En 1979, el Sevilla lo traspasó al F. C. Barcelona por 35 millones de pesetas, una importante suma de dinero en esas fechas. Lo hizo por cuatro temporadas, aunque sólo jugó tres de ellas, debido a una grave lesión de rodilla por la que tuvo que ser intervenido en tres ocasiones, y antes de retirarse jugó en el Albacete Balompié tres temporadas más, donde acabó siendo jugador y entrenador al mismo tiempo consiguiendo el ascenso a segunda división A.

Fue internacional varias veces con la selección olímpica, que consiguió la clasificación para los JJ. OO. de Montreal. También fue seleccionado en más de 20 ocasiones con la selección absoluta, aunque nunca llegó a debutar.

Como entrenado, después de dejar el Albacete decidió marcharse al CD Maspalomas un par de años, que lo fichó para salvarlo del descenso, dejándolo dos años entre los cuatro primeros clasificados.

Regresa en la temporada 1988/89, al Albacete Balompié (en Segunda División B), en el mes de febrero, cuando el equipo se encuentra el último en la clasificación, a 9 puntos del descenso, cuando la liga era aún de dos puntos por victoria. Con una gran racha de triunfos, dejó al equipo en la mitad de la tabla y fichó por el Recreativo de Huelva, donde fue cesado antes que concluyera la primera vuelta. Posteriormente consiguió el ascenso con la Unión Deportiva Ibiza Eivissa y volvió de nuevo al Albacete Balompié en 1991 como director deportivo, asumiendo, en Primera División, el puesto de entrenador en la temporada 1992/93, cargo que ocupó hasta finales de 1993.

En la temporada 93/94 pasó por el Elche C. F y también entrenó en Bolivia al Club Bolívar, consiguiendo el Campeonato de Clausura y jugando posteriormente la Copa Libertadores

Fue el tercer técnico del Sevilla FC en la temporada 96-97, tras José Antonio Camacho (destituido) y Carlos Bilardo (renunció al cargo al mes de estar en Sevilla). Dirigió al equipo hispalense desde la jornada 27, haciendo debutar hasta siete jugadores del equipo filial y no pudo conseguir la permanencia en Primera, a pesar de una buena racha de resultados. La directiva sevillista decidió renovar su contrato para la temporada 1997/98 tras una votación unánime de la afición sevillista. En agosto de 1997, en plena pretemporada, Rubio presentó su dimisión ante los inconvenientes que se le iban sucediendo en su trabajo. La directiva sevillista consiguió que continuara en el cargo bajo la promesa de que le dejarían trabajar tranquilo, algo que no ocurrió. Fue destituido en octubre de 1997 tras el partido de la sexta jornada de liga tras estar como líder en las primeras cuatro.

Regresó al Albacete Balompié en diciembre de 1998 como director deportivo, pero acabó haciéndose cargo del equipo como primer entrenador.

Siguió su carrera como entrenador en el Elche, Polideportivo Ejido, Ciudad de Murcia, volvió al Elche CF y luego dirigió al Cádiz CF durante tres partidos, para seguir seguidamente en el Ciudad de Murcia, para incorporarse nuevamente al Albacete Balompié.

En la temporada 2011/2012, Julián Rubio se convierte en el primer entrenador español que dirige a un equipo de la Superliga albanesa (Primera División), el KF Tirana. donde consigue dos Copas y dos Supercopas de la competición albanesa, quedando tercero en la liga. Posteriormente pasa por el KS Flamurtari, también de Albania.

Como habrán comprobado una vida deportiva de lo más movidita y es que nuestro invitado de hoy es un hombre de fútbol que ama el fútbol y que no le cuesta moverse.

Personalmente Julián Rubio es una de esas personas entrañables que te encuentras en la vida, cordial, solidario, risueño fiable, de ideas claras, conversador, optimista por naturaleza, con un alto sentido de la amistad, agradecido, servicial, empático....vamos, eso que por aquí abajo llamamos muy "güenagente"

Con motivo del homenaje que le han tributado en Huelva hace pocas fechas por parte de la por la Peña Sevillista de la capital onubense y que preside Jesús Pardo, hemos tenido la oportunidad de charlar un ratito y este es el resultado de tan amena entrevista:

P. - ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

R. - Es algo anormal, que nadie esperaba que esto fuera como es y que lo único que espero es que acabe cuanto antes, y no ya por nosotros que tenemos una edad, sino por nuestros hijos, nietos, los más jóvenes.

P. - ¿Cómo crees cambiará la vida tras la pandemia y especialmente en el mundo del fútbol?

R. - La vida ya nos ha cambiado a todos y en relación al fútbol, todo va a ser diferente, ya está siendo, los estadios a pesar de poderse entrar libremente, no está registrando el mismo número de aficionados en las gradas, lo cual afecta a los clubes y a los futbolistas y lógicamente hay menos dinero, por lo que el fútbol a corto plazo va a cambiar a peor, aunque espero que con el paso del tiempo se vaya recuperando hasta alcanzar la normalidad de hace unos años.

P. - ¿Has pasado miedo en algún momento?

R. - No. Yo nunca he tenido miedo. Soy una persona valiente, que los aconteceres diarios los asumo con normalidad, sean buenos o malos. No tengo miedo a nada, solo a que a mis familiares les ocurra algo.

P. - ¿Qué proyectos tienes cara al futuro y que haces en la actualidad?

R. - Tengo pocos, quizás no me ha dado tiempo a pensar en ello. Estoy jubilado, aunque no creo que lo esté pues a veces pienso en volver a entrenar y si es en el extranjero mejor, pero no tengo planes de futuro, pero si viene algo que me apetezca y me ilusione lo cogeré. Ahora he vuelto a mi juventud y me he matriculado en la universidad de la experiencia, son tres años e intentaré sacar alguna carrera de arte o literatura. De momento lo estoy pasando muy bien con los compañeros-as y el profesorado.

P.- ¿Qué destacaría de Huelva?

R. - La proximidad que se tiene a todo lo bueno, lo pequeña y gran ciudad que es al mismo tiempo. En Huelva viví muy bien y tengo unas experiencias y unos recuerdos maravillosos. Aparte ya sabes, he veraneado en Huelva. En la Antilla concretamente 14 años. Vamos, que me encanta Huelva.

P. - La Antilla e Isla Cristina, dos localidades que has tenido siempre entre tus buenos recuerdos, ¿por qué?

R.- Bien sabes que los habitantes de cada pueblo, hacen que te sientas más cómodo en tal o cual lugar, aparte de los encantos naturales de cada población y tanto en La Antilla como en Isla Cristina encontré personas inolvidables y me gustaría relacionarlas a todas, pero haría interminable esta entrevista, por lo que te voy a nombrar una persona de cada sitio. En La Antilla a mi compadre Paco Díaz Mingorance y en Isla Cristina a mi también compadre Carmelo Vázquez, que se nos fuera tan joven. A ti que te voy a contar que tu no sepas, gentes maravillosas a las que tengo en mi corazón.

P. - Cambiemos de tercio ¿Qué significó para ti entrenar al Recreativo de Huelva?

R.- El Recre fue para mí una ilusión que algunos se empeñaron en torpedearla, lo hicieron desde el primer momento. Las compañías que tuve allí, tanto de directiva como del entorno, lo mismo no fueron las mejores. Yo estaba empezando, tenía poca experiencia en ese sentido y posiblemente tendría que haberlas evitado cuanto antes.

Ir al Recre fue un paso importante que tenía que dar, me urgía dar y a lo mejor fui muy contemplativo.

De todas formas, de Huelva solo tengo que hablar maravillas.

P. - ¿Aparte de lo que has contado, como fue tu etapa en el Recre?

R. - Fue muy bonita, pero llena de sorpresas. Date cuenta que yo el 10 de julio era entrenador del Albacete y días después míster del Decano. A mí me parecía que el Recre era un escalón importante, que me podía lanzar para lo que era mi carrera, pero tropecé, primero porque no había un equipo demasiado competitivo y tuve que sacar en ese momento 7 jugadores de la cantera, de lo que estoy muy orgulloso, que por cierto, algunos de ellos fueron imprescindibles en otros clubes y también en el Recre. Estoy muy satisfecho del tiempo que estuve en el club, pero insisto, tendría que haber sido más duro con algunas gentes que tenía alrededor.

P. - ¿Cuáles son los jugadores que más te han impresionado y de qué entrenadores aprendiste más?

R.- Los jugadores en general para mi han sido siempre imprescindible, pues yo soy de un pueblo donde no aprendía a jugar al fútbol y en cuanto iba avanzando vi a muchos compañeros que me fueron enseñando muchísimo. Cuando llegué al Sevilla por ejemplo, cerraba los ojos y no me lo podía creer, estar con jugadores que supieran tanto de este deporte y que tuvieran tanta experiencia.

El jugador que más me ha impresionado fue Johan Cruiff, al que conocí personalmente, era fantástico, en aquella época era único.

En relación a los entrenadores, aprendí de todos, siempre les tuve mucho respeto al mando, al jefe del grupo y cada uno de ellos me fueron enseñando cosas, que forjaron mi trayectoria como entrenador.

P. - ¿Qué diferencia encuentras entre el fútbol de tu época como jugador y el actual?

R. - Aunque ha cambiado todo o casi todo, destacaría los marcajes al hombre de antes y en zona que es ahora. Habría jugadores de mi época que no podrían jugar hoy, pues no se acomodarían al fútbol actual, y hay futbolistas ahora que parecen maravillosos, que en aquella época no hubiesen jugado. Dicho todo esto, he de añadir que buenos jugadores ha habido, hay y habrán siempre. Y ahora los marcajes son la diferencia.

P. - ¿Qué cambiarías del futbol actual?

R. - Sin lugar a dudas, las pérdidas de tiempo, actualmente se pierde mucho tiempo y el VAR no ha facilitado esa faceta. Evitaría esas entradas tan peligrosas que había antes, aunque ahora también existen, pero menos y que los árbitros permiten unas veces y otras no, lo cual no entiendo. Por supuesto eliminaría el poder que tienen los árbitros, es inconcebible. Ellos por ejemplo son los únicos que lo hacen declaraciones y todo el mundo del fútbol si, se les obliga. Siempre se escudan en un librito que inventan, inventan e inventan y que sólo tiene 10 páginas. Como personas les tengo mucho respeto, pero cuando se visten de árbitros... es otra cosa.

P. - ¿Eres partidario del VAR?

R. - Si, pero sin esos tiempos muertos que llevan a perder muchos minutos. Ahora es un experimento total. Bien utilizado y concebido va a ser necesario. Hay jugadas en que los árbitros pueden fallar, pero si con el VAR fallan es inconcebible que ocurra.

P. - Una curiosidad que no te he preguntado nunca. ¿Por qué cuando fuiste a fichar por el Barcelona, lo hiciste con el escudo del Sevilla en la solapa?

R. - Lo llevé porque era lo que sentía. He pertenecido al Barcelona, al Albacete... a muchos Equipos, y, a todos los quiero un montón, pues todos me han dado y no reniego de ninguno, pero mi equipo el que llevo grabado en el corazón, es el Sevilla. En aquel momento era normal verme siempre con el escudo en mi solapa y por tanto no tenía porque quitármelo y mostrar otra cosa diferente o aparentar. Aunque fichara por el Barcelona, no dejaba de ser sevillista.

P. - ¿Cuáles son tus mejores y peores recuerdos como jugador y entrenador?

R. - Buenos fueron todos. Mi vida profesional como jugador ha estado llena de satisfacciones y alegrías, por lo tanto no puedo tener malos recuerdos. Si acaso el peor como profesional fue la grave lesión que tuve en la rodilla que me llevó catorce meses semirecuperarme, pues no he vuelto a estar bien nunca más. Con la vejez me fallará un poco más como a tantos otros, consecuencia de aquella lesión, pero no reniego.

Como entrenador, Víctor Espárrago que fue compañero, amigo y entrenador antes que yo, cuando empecé me dijo que solo sería un buen míster, cuando consiguiera algunas metas, cuando me hayan echado de algunos sitios y cuando los periodistas se metan conmigo. Entonces sería un entrenador de fútbol.

P. - ¿Se inmiscuyen los directivos o consejeros en las decisiones deportivas de los entrenadores?

R. - Cuando fichas por algún equipo, los directivos te dicen que no se van a meter en tus decisiones, que tu eres el que mandas.... Pero a los tres días, en la primera comida que tienes con ellos, ya empiezan a decirte, que tendrías que hacer tal o cual cosa, que sería conveniente que hagas esto o lo otro y todo a nivel deportivo, nunca personal. Te suelen dar instrucciones pues muchos de los que se meten a directivos se creen que saben más de fútbol que los propios jugadores y entrenadores.

P. - ¿Cómo fue tu niñez y qué soñabas ser de mayor?

R. - Mi niñez en el pueblo fue dichosa y feliz, pero muy falto de todo, pues vivíamos en una etapa oscura, tiempo malo, en el que estábamos recomponiéndonos. Yo la pasé entre padres, escuela y amigos, que jugábamos a todo a fútbol poquito, solo el callejero, pues mi pueblo no teníamos campo de fútbol. Hace unos 25 años se hizo un polideportivo que lleva mi nombre

Soñaba con ser maestro pues no teníamos posibilidad de ir a estudiar a otro sitio. Cuando a los 16 años el fútbol se cruzó en mi vida, hacía las dos cosas, estudiar y jugar. Soy graduado social y de turismo e hice 3 cursos de periodismo estando en el Sevilla de entrenador.

P. - ¿Quiénes son tus referentes personales y profesionales?

R. - Siempre mis padres. Siempre quise ser tan bueno y honrados como ellos. En la parte profesional tengo mucho que agradecer a Paco Gallego y Enrique Lora, quienes fueron muy influyentes e importantes para mi

P. - Hace hace unos días, la peña Sevillista de Huelva capital te ha tributado un homenaje, ¿qué ha significado para ti?

R. - Ha sido muchísimo, muy importante. Primero porque el presidente de la peña, Jesús Pardo, es una persona al que le tengo un gran cariño desde que era un niño, a nivel personal él y su familia son realmente buenas. Luego me encontré con la sorpresa que los asistentes al acto eran grandes profesionales e intelectualmente magníficos y lo pasé genial en el acto, quizás el más largo que he vivido en mi vida en alguna peña, pero se me hizo corto por lo bien que lo pasamos. He de reseñar que también he recibido reconocimientos en otras peñas y también me lo he pasado fenomenal, pero lo de la peña de Huelva, me ha llenado muchísimo y me ha hecho pensar en el pasado.

De todas formas, aprovecho esta ocasión que me brinda Diario de Huelva, para agradecer ta todas las peñas los reconocimientos que me han hecho a lo largo de mi vida.

P. - Julián, ¿te gustaría añadir algo más?

R. - Pues si. Decir que ser futbolista me ha llenado muchísimo en mi vida. Ya voy teniendo una edad para saber lo que ha sido bueno y malo y conocer. a las gentes. A nivel profesional, ser futbolista, me ha hecho conocer a muchas personas, países extranjeros, ciudades maravillosas... Y eso se lo agradeceré siempre al fútbol. Y no quería olvidarme de ninguno de mis compañeros a los que les tengo mucho que agradecer y, me siento muy orgulloso de haber formado parte de la vida de ellos.

Compadre, ha sido toda una gozada echar este ratito de charla contigo, haber compartido el corto tiempo que has estado en Huelva y decirte que tienes que venir más y con más tiempo.