viernes. 19.04.2024
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Juan Antonio Núñez: "Los ascensos en el arbitraje se daban por "compadreo"

Juan Antonio Núñez Guillén es nuestro invitado de hoy, quien su actividad laboral la desarrolló en los departamentos de Administración de dos empresas del Polo Químico hasta que montó su propia empresa
Juan Antonio Núñez: "Los ascensos en el arbitraje se daban por "compadreo"

Juan Antonio Núñez Guillén es nuestro invitado de hoy, quien su actividad laboral la desarrolló en los departamentos de Administración de dos empresas del Polo Químico de Huelva hasta que montó su propia empresa dedicada al asesoramiento de empresas, en los ámbitos fiscal, contable y laboral, actividad a la que le ha dedicado los últimos 30 años de su vida hasta la jubilación.

Los trabajos en la empresa privada los compaginó con el arbitraje, abandonando muy decepcionado esta actividad cuando aún le quedaban bastantes años para la retirada puesto que lo hizo con sólo 32 años, lo cual le queda muy lejos ya.

Juan Antonio, es lo que se puede decir muy buena gente, comprometido, solidario, alto sentido de la amistad, cordial, conversador..., a quien cuando le propongo realizar esta entrevista, con la amabilidad que le caracteriza, acepta y, este es el resultado.

P. - ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

R. - La situación, José Luis, la veo completamente descontrolada y no confiamos en los mensajes que nos mandan los máximos dirigentes de la Nación por lo que la ciudadanía no sabe a qué atenerse.

Antesdeayer nos dicen que “hemos vencido al virus”; ayer, que ya no necesitamos mascarillas en exteriores; hoy, que su uso es obligatorio. ¿Alguien se puede creer que estamos en las manos adecuadas para minimizar, ya que no atajar, los daños de las distintas fases que estamos viviendo de esta pandemia?

P. - ¿Cómo crees cambiará la vida tras la pandemia y especialmente en Huelva?

R. - Pues pienso que va a costar mucho trabajo recuperar el ritmo de vida que llevábamos antes de la llegada del virus, por lo que la vida después de la pandemia va a seguir siendo muy dura para muchas personas hasta que, por fin, volvamos a vivir sin los sobresaltos que nos dan las distintas “olas” que venimos padeciendo. Hay que tener en cuenta que Huelva es una ciudad alegre y a los onubenses nos gusta mucho salir de tapeo o a comer en cualquiera de los excelentes locales de restauración que existen, tanto en la capital como en la provincia, y si no podemos ir con absoluta libertad, ya me dirás.

P. - ¿Te esperabas esta nueva ola de contagios?

R. - Sinceramente te digo que hasta me creo que pueden venir más.

Lo siento, pero soy muy pesimista, máxime cuando antes no se tomaron las medidas adecuadas (como, por ejemplo, el cierre del aeropuerto de Barajas que fue un coladero de personas infectadas sin ser controladas) y a los ciudadanos españoles nos ahogan con medidas absurdas que son cuestionadas hasta por personas de relieve en el mundo de la medicina y del propio Tribunal Constitucional.

P.- ¿Has pasado miedo en algún momento?

R. - No, miedo no he pasado porque yo, al estar jubilado, paso mucho tiempo en casa, pero, de todas formas, sí me da miedo el Gobierno que nos ha tocado sufrir y las medidas de sus célebres ¿expertos?

P. - ¿Qué proyectos tienes cara al futuro?

R. - Pues proyecto ahora el único que me ocupa, y me preocupa, es el de poder ver a mis nietos que viven fuera de Huelva y las circunstancias no me son propicias.

P. - ¿Qué significa para ti el fútbol y el arbitraje?

R. - Pues tú sabes que soy un apasionado del deporte en general, principalmente del fútbol y del baloncesto. Ahora que dispongo de tiempo veo mucho fútbol y baloncesto por tv ya que, lamentablemente, por un tiempo que espero sea corto, en la actualidad no puedo asistir a partidos ni en el Colombino ni en el Andrés Estrada como hacía en otros tiempos.

Con respecto al arbitraje, desgraciadamente, tuve que retirarme muy joven porque, aunque estaba en una categoría muy apetecible para cualquier árbitro de Huelva, era el “tope” que teníamos porque los ascensos a categorías superiores se los llevaban los “recomendados” de otras Delegaciones o Territoriales.

P. - ¿Por qué no llevan a Primera División, árbitros de Huelva?

R. - Esta respuesta va a ser un poquito extensa pues la enlazo con el final de la anterior.

Si me permites, y pidiendo perdón de antemano por hablar en primera persona, yo ingresé en el arbitraje en edad juvenil, estando la sede en la Alameda Sundheim junto al Hotel Luz. Me marché después de 2 ó 3 temporadas (no lo recuerdo bien) porque no había democracia en el arbitraje. Los ascensos se hacían por “compadreo” sin exámenes de capacitación. Poco tiempo después volví porque había cambiado el Delegado Provincial (llegó un árbitro que acababa de retirarse y confiaba en que se abrieran las ventanas y entrara aire fresco que limpiara el ambiente viciado de la época anterior).

Me llevé otra decepción porque siguió todo en el mismo plan, por lo que volví a marcharme. Como el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, yo tropecé no 2 sino 3 veces porque hubo una tercera y última vez, ya que, al fin, cuando supe que se hacían exámenes para conseguir ascender volví y fue entonces cuando conseguí pasar de Auxiliar (Juez de Línea) a Árbitro Oficial y a partir de ahí el recorrido fue: una temporada en Segunda Regional, otra en Primera Regional, dos en Regional Preferente y, después de superar en Madrid el correspondiente examen y las pruebas físicas, conseguí el ascenso a árbitro de Categoría Nacional. En esta categoría estuve 3 temporadas porque al finalizar la tercera temporada me llegaron noticias, sin poder contrastar su veracidad, de que había ascendido un árbitro de Almería que no sólo no me superó en puntuación sino que no estaba, ni mucho menos, entre los 5 primeros de Andalucía pero que, al parecer, tenía un “padrino” en Primera División por lo que, definitivamente, decidí dejar el arbitraje asqueado y me desligué por completo del mismo.

Sobre el porqué no llegan árbitros de Huelva a Primera División, creo que ha quedado claro el motivo y dudo mucho que yo llegue a ver un árbitro de Huelva en Primera. Entre los árbitros de Huelva de mi época había algunos muy buenos, pero se daban cuenta de que la meta de los ascensos era misión casi imposible. Mientras que impere el servilismo, nada se puede hacer porque los que ascienden son los protegidos.

P. - ¿Qué añadirías y quitarías del arbitraje?

R.- Añadiría Democracia y que se elimine el sistema de cuotas. Si un árbitro es bueno, sea de donde sea, que ascienda, aunque en esa categoría exista otro árbitro de la misma Territorial. Como estoy muy desligado de este mundillo, desconozco si ha cambiado el Reglamento de Partidos y Competiciones de la RFEF. En mis tiempos, se permitía, aunque no se llevaba a cabo, el que un árbitro pudiese arbitrar un partido de equipos de su misma categoría y región, cuando se enfrentaran entre sí.

P. - ¿Eres partidario del VAR?

R.- Sí, pero solo en muy contadas ocasiones. Se han dado casos de que se ha rearbitrado una jugada por un hecho ocurrido en la otra zona del campo. Eso es demencial y se han cargado la esencia del fútbol y, por supuesto, del arbitraje, porque ya se arbitra más pensando en el VAR que en lo que sucede en el terreno de juego.

P. - ¿Qué te llevó a dedicarte al arbitraje?

R.- Mi frustración por no tener cualidades para jugar al fútbol y en el arbitraje encontré el antídoto a dicha frustración.

P. - ¿Qué crees necesita Huelva para despegar de una vez?

R.- Que los políticos dejen de agradecer el cargo al dirigente regional o nacional del Partido por colocarlo en las listas y luchen por los intereses de los ciudadanos, que son los que con su voto le dan el puesto que ocupan.

P. - ¿Y de El Portil, qué?

R.- De El Portil mejor no hablar. Tú sabes que pertenecí a la Junta Directiva de la Asociación de Vecinos Portileños y que, entre otras cosas, costeándonos nosotros el viaje, nos presentamos en Madrid para hablar con dirigentes de la Dirección General de la Sostenibilidad de la Costa y del Mar, perteneciente a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, para tratar la problemática de la playa, llevando un informe muy bien documentado, hecho por otros miembros de la Junta Directiva con alta cualificación profesional para ello y en el que se proponían soluciones. No hicieron caso a ninguna de las propuestas. El resultado, a la vista queda. También tengo que decir que El Portil nada más que existe para el Ayuntamiento de Punta Umbría para recaudar impuestos, impuestos que no revierten nada en el núcleo poblacional sino que sirve para las ínfulas de la señora Alcaldesa.

P. - ¿Cómo fue tu niñez y qué soñabas ser de mayor?

R. - Mi niñez queda ya algo lejana pero, de todas formas, los recuerdos que guardo son los típicos de la época (niños con pocos recursos que se divertían de la mejor manera posible con juegos infantiles que ya duermen en el baúl de los recuerdos). También recuerdo con mucho agrado la disponibilidad que había entre los vecinos, ayudándose unos a otros cuando se necesitaba y esas reuniones veraniegas de los padres en los portales tomando el fresco de la noche mientras los hijos jugábamos tranquilamente en la calle.

En cuanto a los sueños, pues los propios de cualquier niño, tratar de esforzarse en los estudios para ser, como decían tus padres, un hombre de provecho.

P. - ¿Cuáles son tus Aficiones preferidas?

R. - Al margen de las deportivas, son la lectura (sobre todo la que trata de la evolución política y económica de España desde la Transición) y la música. Soy un melómano empedernido.

P. - ¿Quiénes son o han tus referentes a nivel profesional y personal?

R. - Mi referente profesional siempre ha sido el recientemente fallecido Profesor Gay de Liébana y como referente personal una persona muy poco conocida en Huelva pero a la que tengo mucho que agradecer por su amistad y por su ayuda desinteresada: José Rodríguez Gómez, árbitro de fútbol de 3ª División al que yo sustituí cuando lo descendieron. Persona íntegra y que no se doblegaba ante el abuso de los “poderosos”. Los dos fuimos los

primeros de Huelva en afiliarnos a la recién creada ANAFE (Asociación Nacional de Árbitros de Fútbol Español) que luchaba por democratizar el mundo del arbitraje en España. Esta asociación se vino abajo cuando uno de sus máximos dirigentes se “vendió” para, como premio, poder ir al Mundialito que se celebró en Sudamérica allá por la década de los 80 del siglo pasado.

P. - Juan Antonio, ¿te gustaría añadir algo más?

R. - Sólo agradecerte el que hayas pensado en mí para esta sección del periódico y que, espero, no aburra demasiado al posible lector del mismo y, si es así, espero su perdón.

De aburrir nada amigo. Me ha dado mucha alegría el poder saber los motivos por los que los "trencillas" o muy yt|no ascienden a la máxima categoría.