miércoles. 24.04.2024
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José A. Sosa: "Hoy Huelva necesita ser evangelizada"

Me hace mucha ilusión que se acerque hoy por esta tribuna publica, el sacerdote José Antonio Sosa Sosa
José A. Sosa: "Hoy Huelva necesita ser evangelizada"

Me hace mucha ilusión que se acerque hoy por esta tribuna publica, el sacerdote José Antonio Sosa Sosa.

Nació en Isla Cristina en 1967 y fue ordenado sacerdote en 1993.

Ha ejercido el sacerdocio en Aracena y sus aldeas y en otros pueblos de la sierra como Cala, Arroyomolinos de León, Cañaveral de León y Linares de la Sierra, y en la comarca del Andévalo en Alosno y Villanueva de las Cruces; en parroquias de barriadas de Huelva como Pérez Cubillas y Los Rosales. Con experiencia misionera en Perú durante tres años. Actualmente es párroco de Punta Umbría y Arcipreste de la Costa.

A nuestro protagonista de hoy lo conozco desde su niñez, no en vano yo era muy amigo de su padre Jerónimo. Sosa Castillo, de las mejores personas que he conocido en mi vida. Pero hoy toca hablar de su hijo, que al igual que toda su familia, es persona entrañable, aparte de servicial, cariñoso, optimista, comprometido, solidario, empático, con un gran sentido de la amistad, desprendido.... Vamos, muy buena gente.

Cuando me pongo en contacto con José Antonio, para proponerle esta entrevista, no lo duda, acepta, lo cual me alegra un montonazo y empezamos así:

P. - ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

R.- Estamos siendo cada vez más, invadidos por una cultura materialista y anticristiana, lo que se ve reflejado en las conductas, en las corrientes, y, en las directrices que se están tomando en muchas decisiones.

P. - ¿Cómo ha cambiado la vida para el cristianismo en estos más de dos años que llevamos de pandemia?

R. - Para el ser humano en general, y para el cristianismo en particular, creo que ha sido una oportunidad para purificar nuestras mentes, criterios, corazones... y hemos vuelto a redescubrir lo esencial y saber distinguir lo superfluo, creo que eso es lo que realmente nos ha ayudado a avanzar en términos generales.

P. - ¿Has pasado miedo en algún momento?

R. - Miedo no, pues entiendo que el miedo es algo contrario a la fe, entonces no se puede tener miedo. Si que he tenido y tengo mucha preocupación todavía, pero miedo no.

P. - ¿Qué proyectos tienes cara al futuro?

R. - Mi proyecto a corto, medio y largo plazo, es seguir respondiendo afirmativamente a mi vocación sacerdotal. No tengo otros proyectos.

P. - ¿Que te indujo a entrar en el seminario?

R. - Pienso que esa decisión es el resultado de varios factores, empezando por la educación recibida, por el ambiente en el que he crecido, por el entorno que me han transmitido tanto en casa, como en el entorno en que he crecido, con unos valores, el testimonio de algún sacerdote, el descubrimiento de la necesidad de Dios, y, el hambre de Dios que hay en el mundo. En definitiva, también fue el llamamiento que hizo el Papa San Juan Pablo II en el año 1984, en el contexto de unas jornadas mundiales, que realizó en el día de la juventud, haciendo un análisis de la gente joven en ese momento, donde decía que la iglesia necesitaba jóvenes que dijeran SI a la llamada de Cristo, y que se pusieran al servicio de su mensaje, de su palabra y el anuncio de sus buenas noticias. Eso fue lo que me empujó a entrar en el seminario, sobre todo me "picó" lo de las buenas noticias.

P. - ¿Actualmente cuál es el momento que está viniendo el cristianismo?

R. - Creo que es verdad, y lo experimento por mi propio ministerio sacerdotal, que seguimos bautizado a muchos niños y niñas, y algún que otros adultos, y nos encontramos con el resultado de muchos bautizos, pero menos cristianos comprometidos que vivan su fe de una manera coherente. El cristianismo necesita un impulso de testimonio de coherencia.

P. - ¿A qué es debido la falta de fe?

R. - Precisamente a eso, al testimonio que debemos dar los creyentes, los cristianos de hoy, que no es del todo auténtico y convincente. Pienso que es ahí donde nos tenemos que marcar nuestro reto, e intentar llevar un testimonio mucho más creíble, y desde luego, más coherente con nuestras creencias.

P. - La Semana Santa y El Rocío, ¿son viveros de fe?

R. - Mi propia experiencia me dice que sí. Yo he crecido en el contexto y en el entorno de la Semana Santa y de El Rocío y para mi ha sido un impulso de fe.

Hoy, y después de mi trayectoria sacerdotal, estoy totalmente convencido que estas dos manifestaciones religiosas son unos instrumentos, unas herramientas al servicio de la evangelización, una plataforma importante para la misión, para llevar a cabo nuestra vocación misionera, siendo donde ahora se puede echar la semilla, al ser donde existen más posibilidades que la misma germine, pues se mueven masas, tanto en El Rocío como en la Semana Santa.

P. - ¿Qué significa para ti Isla Cristina y Huelva?

R. - Isla Cristina es mi raíz, mi cuna, mi esencia, el lugar donde he nacido, el entorno donde he crecido. Es la tierra que ha ido forjando mi personalidad, mi fe, mis creencias, mis criterios...

Huelva es mi casa, es mi ciudad, que me recibió hace cerca de 40 años, cuando entré en el seminario. Después ha sido también un lugar de crecimiento, de maduración de servicio de apostolado en las parroquias y actualmente es mi casa, donde tengo la mía propia y el lugar de descanso.

A nivel provincial y diocesano, es la tierra donde ahora estoy llamado a desarrollar mi vocación sacerdotal y donde llevar a cabo mis vivencias misioneras, pues Huelva es tierra de misión. Así como en siglos pasados, fue Huelva la que llevó la fe a otras tierras, a otros mundos, a otros continentes... hoy Huelva necesita ser evangelizada, por lo que es tierra de misión, y, donde veo que actualmente tengo que seguir respondiendo afirmativamente a mi misión.

P. - ¿Cómo fue tu niñez y qué soñabas ser de mayor?

R. - Mi infancia fue muy feliz, plena, de mucha luz, alegría y sobre todo, de mucho, mucho, mucho amor, que es lo que ha ido haciendo de mí una persona que el amor sea el motor de mi vida.

De mayor fíjate José Luis, me planteaba y tomó más fuerza que cualquier otra cosa, ser periodista, incluso estuve investigando donde poder llevar a cabo estos estudios, pero hace 40 años, estaba complicado, pues no había universidad en Huelva y en Sevilla era muy difícil, por lo que me tendría que haber ido a Madrid, y la cosa resultaba poco factible. Fue en ese momento cuando Dios se cruzó en mi camino y entendí, interpreté el contenido de su llamada, que me quería no para contar las noticias del mundo, sino que dedicara mi vida a contar solo una noticia, únicamente la buena noticia, la de Jesús de Nazaret.

P. - ¿Quiénes son tus referentes, personales y profesionales?

R. - Sin lugar a dudas mis padres, que son los que me han inculcado los valores, una educación y un modelo de vida que para mí ha sido ejemplar.

A nivel sacerdotal, he tenido una serie de referentes, que con su vida me han dado ejemplo, han iluminado mi vocación y me han ayudado a avanzar, y, por supuesto, mi referente principal es Jesucristo.

P. - ¿Cuáles son tus aficiones, a qué dedicas el tiempo libre?

R. - Lo del tipo libre, la verdad es que hace muchísimos años que no sé lo que es, pues un sacerdote no lo tiene y cuando lo tiene siempre surge algo para emplearlo.

Si es vedad, que he heredado de mi padre la afición por la música, cine, teatro musical, especialmente la zarzuela y la ópera, que cada día me atrae más y cuando puedo me beneficio de ella y me recreo en la misma.

P. - ¿Con quién te gustaría tomarte un café, por qué y qué le preguntarías?

R. - Pues mira José Luis, me tomaría un café contigo, pues formaste parte del entorno de mi padre. Eres una persona a la que recuerdo muy cercana a mi padre, y yo no tuve la suerte de vivir mucho con él, pues se fue cuando era muy joven, un chaval y me dio la impresión cuando se fué que me faltaba mucho tiempo de haber convivido más con él.

De niño se está mucho tiempo con los padres, pero en la adolescencia y la juventud pasas más tiempo en la calle que con la propia familia. Ya te digo, cuando se fue mi padre "el chacho Jerónimo", me dio la sensación que no había pasado todo el tiempo que tendría que haber estado con él.

Por eso, me gustaría tomarme ese café contigo, para que me contaras anécdotas vividas, quiero escuchar de ti cosas de mi padre, que para nosotros fué tan importante en nuestras vidas y que lo sigue siendo. Quiero tomarme un café contigo José Luis.

P. - Jose, ¿quieres añadir algo más?

R. - Pues sí, con la vida que llevo con las convicciones que tengo, la fe que sostiene mi vida, me gustaría decir alto y fuerte, que Dios existe y que es bueno creer en él.

José Antonio, ha sido un auténtico lujazo el que formes parte de esta serie de entrevistas.

Lo del café, pon lugar, día y hora, pues será un gustazo hablar de tu padre con su hijo.

Yo llegué a Isla Cristina muy jovencito, y en tu padre, como en otras personas encontré esa familia que había dejado en Constantina, además en momentos muy difíciles para mí, pues a los 6 meses mi madre nos dejó a los 50 años de edad, y en personas como tú padre tuve un refugio algo impresionante.

Por cierto el "Chacho Jerónimo", también me metió el venenillo de la zarzuela, que yo he inculcado a mis hijos

Un abrazo grande amigo y cuando quieras nos vemos