sábado. 20.04.2024
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Enrique Izquierdo: "Si este país lo dirigieran mujeres, nos iría mejor"

Me hace mucha ilusión el que se acerque hoy a esta sección de entrevistas un viejo amigo, que me proporcionó el carnaval del Huelva, me estoy refiriendo a Enrique Izquierdo González
Enrique Izquierdo: "Si este país lo dirigieran mujeres, nos iría mejor"

Me hace mucha ilusión el que se acerque hoy a esta sección de entrevistas un viejo amigo, que me proporcionó el carnaval del Huelva, me estoy refiriendo a Enrique Izquierdo González, "Enri" para los más íntimos.

Persona entrañable donde los haya, comprometido, solidario, con alto sentido de la amistad, buen conversador, semanasantero, rociero, carnavalero, más de Huelva que un choco, empático, optimista... Vamos, muy buena gente.

En cuanto lo llamo para echar un ratito de charla y confeccionar esta entrevista, no lo duda, acepta del tirón y después de contarme que este año por problema de las piernas no ha podido hacer el camino del Rocío y preguntarnos por nuestras respectivas vidas, nos ponemos manos a la obra, y, este es el resultado:

P. - En primer lugar amigo Enri, ¿cómo te definirías tú?

R. - Nací en 1962, en un juncal barrio, en la calle San Sebastián. Me he criado en una familia muy humilde de casa de vecinos, oliendo a pan de Rosina, a tienda de Garzón, a bar San Sebastián, a semana santa de Jesús de la Pasión, de infancia tremenda, muy buena... Ahí crecí hasta que por circunstancias de la vida y de la construcción, nos tuvimos que ir a la barriada de la Hispanidad, pues con la escasez de espacio que teníamos en la casa de vecinos no cabiamos, pues somos tres hermanos.

Mis estudios los cursé en el colegio Francés, pues mi madre y mis tías estaban allí de limpiadoras y tuve la suerte de estar en un colegio privado. Posteriormente pasé a los Salesianos a estudiar FP y cuando tuve 18 años me fui voluntario a la mili, y, me gustó, pues entré en la banda de cornetas y tambores, de ahí mi afición a los tambores, al Rocío, al carnaval...

Un brigada me convenció para que siguiera en el ejército, que iba a tener un gran futuro. Estuve 5 años como cabo primero de la banda, salíamos a tocar por muchos sitios, Semana Santa, Corpus... Pero mi gozo en un pozo, cerraron el cuartel de Huelva y me destinaron a Almería, pero no era lo mismo.

Yo en Huelva dormía en casa y en mi nuevo destino tenía que hacerlo en el cuartel y por esa y otras cosas me salí del ejército, y, tuve la suerte en ese tiempo, de entrar en esa gran familia del centro comercial Arcos y Ecoprit. Estuve muy a gusto con un gran equipo. Yo pertenecía a la rama de comestibles, pero una vez que abrió Hipercor, la cosa fue a peor y se cerraron Arcos y Nuevas Galerías.

Yo estaba ya casado y con dos hijos pequeños, lo que me llevó a entrar en el mundo de la seguridad privada en el año 93, y, hasta la fecha.

Es un trabajo duro, pues quita mucho tiempo de la familia, no tienes festivos, pero si noches de soledad, fin de años tomando las uvas solo, y eso es muy triston en ese aspecto, pues además no puedes comprometerte a estar por ejemplo en un coro rociero.

Eso si, tengo una familia extraordinaria con un hijo y una hija maravillosos. El niño ha sacado mi afición por los tambores y ambos están estudiando, esperando que pronto sean recompensados con el esfuerzo que están haciendo y encuentren un buen trabajo que sin duda se merecen.

P. - ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

R. - La verdad es que mal. Desde que cambiaron la peseta por el euro hemos ido cayendo en picado. Va todo a peor, y para colmo con la pandemia, que se ha llevado a familiares, amigos, negocios cerrados, mucho paro... Los que gracias a Dios estamos trabajando, no lo pensamos tanto, pero el que está parado o tiene poco trabajo, la verdad es que lo están pasando mal, pues los precios no paran de subir, los impuestos no te cuento... los sueldos son los mismos, y la compra cuesta hacerla, pues los sueldos no dan para tantas subidas.

P. - Después de más de 2 años de pandemia, ¿ha cambiado mucho la vida?

R. - Aunque se pueda pensar que no, va a costar volver a la normalidad, si bien es cierto que poquito a poco se va consiguiendo.

La gente ha cambiado y va a seguir cambiando, y ojito, que de aquí a nada puede aparecer otro virus, y, por tanto, no podemos estar tranquilos.

P. - ¿Has pasado miedo en algún momento?

R. - Siempre se pasa miedo. Yo tengo "jindama" por nuestros mayores, que son los que sufren más

P. - ¿Te esperabas una guerra europea en pleno siglo 21?

R.- Yo siempre he sido muy fantástico, de películas de guerra y de ciencia ficción, pero no me esperaba una guerra tan absurda, pero no me extraña que estas guerras existan, y además, se veía que el conflicto iba a estallar, aunque no quieras verlo. Es una pena que en pleno siglo 21 estemos así. Y desde luego espero que esta guerra no sea el principio de más conflictos bélicos. Parece como si sobráramos muchos en este mundo y quisieran eliminar a una parte de la sociedad.

P. - ¿Qué proyectos tienes para el futuro y qué haces ahora?

R. - Mi principal proyecto es que me llegue una prejubilación y vivir la vida con mi mujer y familia, estar tranquilo, que ya he trabajado bastante.

Ahora sigo currando como seguridad en los muelles, en los barcos, que me gusta, pero si tuviera que volver atrás, no elegiría esta profesión, pero lo tuve que hacer por circunstancias de la vida, como te he contado antes.

P. - ¿Qué significa para ti el Rocío?

R. - Se me saltan las lágrimas. El Rocío para mí es lo más grande, tengo amigos de verdad y aunque no soy rociero por tradición familiar, si lo soy desde pequeñito. Soy de la Hermandad de Huelva, y acudo a todos los actos que que organiza durante todo el año, donde admiro el compañerismo existente, pero una cosa quiero decir, al rosario tendrían que ir todos los hermanos, no solo a la salida de Huelva.

El que no es rociero en Huelva, es como si no fuese de esta tierra.

Este año no he podido ir al Rocío y tengo una pena muy grande, pues tengo una rodilla fatal y estoy esperando una prótesis.

Mira José Luis, ya llevo cerca de 40 años haciendo el camino, peregrinando al lado del simpecado, eso es otro mundo. Yo he ido al Rocío a caballo, en carro, en jardinera..., pero nada como ir junto al simpecado.

P. - ¿Cuáles son tus mejores y peores recuerdos profesionales?

R. - Mi mejor etapa como profesional cuando trabajé en Almacenes Arcos, luego lo de trabajar a turno como seguridad es muy duro, pues puedes perderte, semana santa, Rocío, Colombinas, carnaval, navidades... Pero es lo que hay

P. - ¿Y Huelva qué?

R. - Huelva es lo máximo. Somos el culo de Europa, pero a mi no me importa. Gracias a Dios, tenemos un clima envidiable, una gastronomía que es insuperable... que nos faltan infraestructuras?, pues la verdad es que si, que se podrían hacer más cosas?, pues también, pero no querría yo un Puerto Banús en Huelva. Vamos a dejarla como está. Tenemos una sierra de ensueño, una costa con playas maravillosas, un Condado con un encanto muy especial, una Cuenca minera distinta, diferente, carnes, mariscos, jamones, pescados, fresas, arándanos... todo de primerísima calidad. Y ojo que no oiga yo a nadie hablar mal de mi Huelva, que entonces tocan hierro conmigo.

P. - ¿Qué recuerdos guardas del carnaval de Huelva?

R. - Mira José Luis, del carnaval guardo unos recuerdos imborrables. Muy orgulloso de ser uno de los pioneros de la fiesta del disfraz en Huelva, el primer año, en 1983, que no había concurso de agrupaciones nos lanzamos a la calle gentes de peñas, como Los Ventaneros, El Choco Contaminado, Playa La Gilda, La Máscara... Y ahí empezó nuestra aventura con una vuelta ciclista carnavalera. Fueron momentos muy bonitos, que vivimos los pioneros, pero. ya no es lo mismo. Nosotros pasamos al concurso de agrupaciones a partir del 1984, y lo celebramos en el Gran Teatro, luego en el cine Fantasio, Cine Rábida, Plaza de Toros... Y esas finales en el polideportivo Andrés Estrada, con más de 5000 espectadores, de todo eso se aprendió mucho.

En cuanto a las cabalgata, hay que decir que hoy sólo se preocupan del teatro y se pierden la esencia del carnaval que es la calle.

Nosotros hicimos muchos amigos con los ensayos, no teniamos referentes de ningún otro sitio, ni Cádiz ni Isla Cristina, hicimos un carnaval muy nuestro, que posiblemente no cantaramos muy bien, pero a ilusión no nos ganaba nadie. A mí grupo nos escribía Manolo Almansa y Enrique Romero "Chiqui" y guardo un recuerdo muy especial del año 1986, que salimos de Pillos Morunos, pues poco antes del concurso murió mi madre y yo no quería salir, pero mi familia y compañeros me decían que a mi madre le gustaría que saliera y así lo hice, pues no quería dejar a la murga sin caja, que la tocaba yo.

Ese mismo año me designaron "carnavalero del año" por parte de la Prensa.

Tu sabes que esos años fueron muy bonitos, y es una pena que las nuevas generaciones no se involucren más en todos los aspectos del carnaval y lo centre todo en el concurso de agrupaciones.

P. - ¿Cómo fue tu niñez y qué soñabas ser de mayor?

R. - ¿Que de recuerdos se me agolpan en mi memoria!. Tuve una niñez muy bonita, jugando en la calle a ser torero, futbolista, al esconder, al chicharito la haba... cosas que ya no se ven hoy en las nuevas generaciones, que andan enganchados a los móviles y las tablet, y no saben lo que se pierden.

Yo quería ser futbolista, también torero o maestro de educación física.

P. - ¿Quiénes son tus referentes en esta vida?

R. - Sin lugar a dudas mis padres, que te cuidan, te quieren y tu vas aprendiendo de ellos. Nuestro progenitores han trabajado mucho y duro para sacarnos adelante y eso con los años se valora más. Otro referente es mi mujer, por su firma de llevar la casa y de queremos. Es maravillosa.

P. - ¿Cuáles son tus aficiones preferidas y a qué dedicas el tiempo libre?

R. - Las cosas de Huelva. Soy más de Huelva que un choco, y disfruto con su semana santa, con su Rocío, con las Colombinas, con los carnavales y en participado en todo lo que huele a esta tierra. En semana santa mi padre y mi abuelo fueron capataces, yo no he seguido la tradición, me gusta más el costal.

El tiempo libre lo quiero pasar con mi mujer, a la que quiero lo más grande. Ella lo pasó muy mal con los, dos niños chicos en mis comienzos como vigilante y ahora quiero disfrutar con ella todo lo que podamos, y, divertirnos, viajar... También me gusta hacer deporte pues con la pierna mala hay que estar en forma, me encanta el boxeo aeróbico y la vida sana.

P. - ¿Con quién compartirías un café y qué le preguntarías?

R. - Como creyente que soy, me gustaría tomarme un café con Jesús de Nazaret y le preguntaría, porqué tantas injusticias en el mundo, porqué se llevan por delante niños chicos y personas buenas, porqué tantas violaciones y asesinatos...

También me gustaría tomarme un café con amigos míos que tu conocias como Joseli Carrión, Quico Cascales, Juan Carlos Díaz, Manolo Cordero... y les preguntaría si de verdad hay otros sitios donde ir cuando se muere, que cómo les va a ellos y que si yo cuando falte de este mundo los voy a ver a ellos.... Todas esas incógnitas que tengo en mi mente.

Ya en lo más terrenal, me gustaría echar un cafetito contigo, pues hace tiempo que no nos vemos y siempre te he apreciado bastante, pues has hecho y haces muchas cosas por Huelva y me gustaría hablar contigo de carnavales de rocío... , de todo, pues eres un fenómeno.

P. - Enri, ¿te gustaría añadir algo más?

R. - Pues si, decirte que me gusta chocar las manos, un abrazo de un amigo, un beso, que me reconozcan como amigo, y también me voy a reiterar, quiero dar las gracias a la mujer que tengo, que tanto me ha enseñado y que es la guía de mi vida.

Las mujeres en general están hechas de otra pasta, cuando dicen que los toreros son los que están hecho de esa manera, yo digo que no, que son las mujeres y habría que hacerle un monumento a ellas, y más te voy a decir, si este país estuviese gobernado por mujeres seria muchísimo mejor.

Enrique ha sido una auténtica gozada echar este ratito de charla contigo, aunque haya sido a través del teléfono, pero bien es cierto que tenemos que vernos físicamente y hablar de lo divino y lo humano. De manera que pon día, hora y lugar.

Se que quiere amigo.