viernes. 29.03.2024
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Cristóbal Pérez: "Soy muy manazas para la cocina, no sé ni freír un huevo"

Se acerca hoy por esta ventana pública Cristóbal Pérez Corrales, propietario junto a su hermano Agustín, del famoso restaurante Juan José
Cristóbal Pérez: "Soy muy manazas para la cocina, no sé ni freír un huevo"

Se acerca hoy por esta ventana pública Cristóbal Pérez Corrales, propietario junto a su hermano Agustín, del famoso restaurante Juan José, en la populosa barriada de Villamundaka.

A nuestro protagonista lo conocí hace casi un cuarto de siglo, y la verdad es que desde entonces mantenemos una buena amistad, lo cual es fácil, pues Cristóbal es una de esas personas entrañables que te encuentras en la vida. Es simpático, cordial, de sonrisa amplia, optimista, trabajador, servicial, con alto sentido de la amistad, más de Huelva que un choco, empático, solidario, futbolero, rociero... Muy "güenagente".

Me acerco a su restaurante para echar un ratito de charla, pues hacía tiempo que no coincidíamos, y después de saludar también a su hijo Manolo, que está hecho ya todo un hombre, nos metemos en faena y comenzamos con la entrevista.

P.- ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

R. - Actualmente lo veo mal, y tú sabes que soy una persona positiva, estamos pasando los contagios de esta sexta ola y sigo viendo complicada la situación en el gremio de la hostelería, que ha sido de los más perjudicado con esta pandemia que nadie esperaba, y que tanto daño ha hecho y que desgraciadamente sigue haciendo en la población.

P. - ¿Has pasado miedo en algún momento?

R. - Claro que he pasado miedo, creo que como todo el mundo. Esto se nos vino grande. Escuchábamos en radio, en televisión... datos muy alarmantes y nos nos metían mucho miedo en el cuerpo, entiendo que más de la cuenta.

P. - ¿Ves del final del túnel de esta pandemia?

R. - Sinceramente, creo que se está llegando al final, o por lo menos eso quiero creer, es una apreciación particular. La verdad es que la curva está bajando. Ya se habla con optimismo de carnavales, semana santa, Rocío, romerías... y eso es un buen síntoma. Ojalá sea así y pasamos de una vez este calvario, que ya son dos años y ha sido todo muy complicado.

P. - Cambiemos de tercio, ¿Qué tiene de especial el restaurante Juan José?

R.- Jajaja, ¿Qué quieres que te diga? Nosotros hacemos lo mejor posible nuestro trabajo para atraer al público. Son 46 años al frente del negocio, trabajando duro, primero mis padres y ahora nosotros, y tenemos un nombre en Huelva, somos reconocidos. Aparte de lo mucho y bueno que ofrecemos, lo que más nos identifica es la famosa tortilla de patatas, la reina de nuestro restaurante. Es un reclamo para todos los onubenses y para el público de fuera, pues aquí vienen muchos clientes de todos los puntos de España atraídos por la fama que precede a nuestra tortilla de patatas.

P. - Una vez que tu madre se ha ido, ¿quién ha heredado la receta de la tortilla?

R. - Primero quiero decirte que mis padres estarán allá en el cielo súper orgullosos del negocio que crearon y que han dejado tanto a mi hermano Agustín como a mi y que seguimos tirando del mismo.

La tortilla la cocina ahora Adela Terrón, la cual aprendió su secreto trabajando junto a mi madre durante más de 20 años. Hoy día es alma mater de nuestra cocina, pues aparte de la tortilla, hace los guisos, vamos todo. Es la cocinera oficial del Juan José, tiene toda la escuela de mi madre.

P. - Aparte de la tortilla, ¿qué otras cosas se pueden degustar en el Juan José?

R. - La base de hace 46 años. Mi madre empezó con las tortillas, pero la ensaladilla y los guisos caseros como la carne mechá, manitas de cerdo, carne con tomate, callos...

El Juan José con el paso de los años ha ido creciendo, pues hemos ampliado nuestra carta con buenas chacinas, buen pescado, mariscos, carnes ibéricas, vamos todo lo que la clientela ha ido demandando, lo hemos ido incluyendo.

No somos de cocina de diseño, somos tradicionales, comida muy de Huelva de toda la vida, la que implantaron mis padres nunca la hemos perdido, pues es nuestra seña de identidad.

P. - ¿Tú no has aprendido a cocinar?

R. - Jajaja. Yo no soy capaz ni de freír un huevo. Joselu, mira que he intentado veces hacer algo en la cocina, pero soy un manazas. Para la cocina no sirvo, vamos que no me veo entre fogones.

P - ¿Cómo fue tu niñez?

R. - Fue complicada. Mis padres pasaron unos años muy duros. Mi padre estuvo en el casino de socios de Aljaraque, en una fábrica que cerró, luego el bar Cuqui y por fin se metieron en la aventura de meterse en un bar muy chiquitito que se llamaba el Mundaka. Tuvieron la ayuda de varios amigos y gracias a Dios, se salieron de los momentos complicados. No es que pasáramos hambre, pues no fue así, pero fueron tiempos difíciles.

Mis padre eran muy jóvenes, y sus hijos muy pequeños, empezaron de bajo cero teniendo que pagar muchas deudas que tenía el negocio, pero poco a poco a base de trabajo y mucho sacrificio se fue creciendo y hasta hoy que gracias a ellos estamos aquí. Súper orgulloso de mis padres.

P. - ¿A qué jugabas de chico y qué soñabas ser de mayor?

R. - De niño jugábamos a todo, no como ahora que están todo el día con el móvil o la consola. Nosotros salíamos del colegio, merendábamos y nos íbamos al campo a jugar al fútbol, al escondite, al tejo, al chicharito la haba, a la bombilla. En mi generación sí sabíamos divertirnos, la actual no creo que se lo pasen tan bien.

En cuanto a lo que quería ser de mayor, te voy a relatar una cosa, que nunca he contado en público.

Cada mañana cuando me levantaba, mi madre me lavaba, me arreglaba, vamos me ponía muy guapo, y yo le decía a ella: "mamá me voy a trabajar a la Caja de Ahorros", pues me veía muy guapo para ir a un banco a trabajar. Jajaja.

Bueno, como tú bien sabes, yo quería ser futbolista, que era lo que más me gustaba. Estuve jugando hasta juveniles, pero mi padre veía que no quería estudiar y me dijo "Cristóbal a trabajar en el bar", pero está claro que me hubiese gustado ser futbolista y no estuvo mal intentarlo.

P. - ¿Quiénes son tus ídolos futbolísticos?

R. - He sido un enamorado del juego de Guti, el del Real Madrid, técnicamente y de clase estaba sobrado, luego estaba Michel. Está claro que Messi y Cristiano Ronaldo han sido los mejores del mundo durante unos años, pero yo me identifico con Guti, que no corría, pero me inventaba los pases, Jajaja

P. - ¿Y qué recuerdos guardas de la etapa que jugaste en el equipo de la prensa?

R. - ¡Qué buenos ratos Joselu, qué recuerdos más bonitos!

Teníamos buenos jugadores y otros menos, pero los momentos vividos no los olvido. Los partidos en Sevilla, Chipiona, Jerez, Portugal... Los viajes en autobús con las películas de Manolo Escobar y Antonio Molina, que tu nos ponías, la convivencia, los partidos de los sábados por los campos de la provincia y en Huelva, a mi me daba vida.

Buenos amigos, las cervecitas, el grupo humano muy bueno, que era fundamental. Lo dicho unos recuerdos inolvidables.

P. - ¿Quiénes son tus referentes?

R. - Profesionalmente, todo el que sea un buen trabajador, que mire por su negocio y esté al pie del cañón, para mi es digno de admiración. Los negocios son de mucho sacrificio y constancia.

Personalmente, mis padres, ejemplo de trabajo, lucha...

- Cristóbal, como bien sabes me encanta charlar contigo, pues pasamos ratitos amenos y divertidos que es de lo que se trata, pero llegamos al final de esta entrevista y si quieres añadir algo más, hazlo.

R. - Mi deseo que pronto pase esta pesadilla de pandemia, que nos ha hecho pasarlo muy mal, aunque ya se vaya sacando cabeza, unos más que otros, pero se han cerrado negocios, pero poco a poco vamos a salir de este atolladero y volverá todo a la normalidad, es lo que esperamos y deseamos.

Y desde luego agradecer a nuestros clientes la fidelidad y la complicidad que han tenido y tienen con nosotros en estos 46 años de vida del Juan José.

Gracias muy sinceras a todos y todas.