viernes. 26.04.2024
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Juan Palomar: "La gente de Huelva puede tener sus defectos, pero no los cambio por nada del mundo"

Juan Palomar: "La gente de Huelva puede tener sus defectos, pero no los cambio por nada del mundo"

Juan Antonio Palomar Gallardo, es nuestro protagonista de hoy, al que conozco hace más de tres décadas y con el que siempre me he llevado fenomenal, pues es un tipo cordial, buen amigo, entrañable, observador, humilde, empático y... muy buena gente. 

Nació el 15 de Enero de 1952, en la plaza de la Soledad de Huelva, junto a la "Jangarilla" de Paco, en la calle San Sebastián.

Estudió en el Politécnico Madre de Dios, lo que hoy es el Funcadia. Con 16 años estuvo trabajando en Seat como mecánico de coches, luego pasó durante dos años por Titanio Tioxide, como instrumentista, pero al final acabó en la tienda de electrodomésticos de su padre, Teófilo Palomar, donde se encargó del tema de los muebles de cocina, que él acababa de incorporar al negocio. 

Cuando le propongo esta entrevista  me dice que él no es famoso y que no sabía qué iba a decir, pero al final, nos ponemos manos a la obra y todo va fluyendo... 

P. - ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo? 

R. - Es bastante rara y difícil, como si hubiésemos dado un paso atrás. Lamentable el mercadeo político, como si estuviesen subastando España, a ver quien da más. De verdad, penoso el tema político, mientras que la sanidad casa vez peor, preocupante como los abuelos están mal atendidos, mal alimentados y dejados de la mano de Dios. Parece que vamos camino de las privatizaciones. 

Por otra parte, espero que a la hora de los grandes proyectos y urbanizaciones nuevas, anunciadas a bombo y platillo, lo mismo que se hacen guarderías y colegios para los niños, se acuerden de dejar un hueco para los mayores, que seguramente con el tiempo, seremos más que los niños. 

P. - ¿Cómo crees ha cambiado la vida después de más de 2 años de pandemia? 

R. - Desgraciadamente para muchos ha sido un cambio brutal, pues se han quedado en el camino, y, otro siguen padeciendo las secuelas dejadas. 

Cuántas gentes nos hemos quedado sin poder despedirnos de nuestros seres queridos y ahora parece que no ha pasado nada. Vergonzoso. 

Por su parte, los políticos se siguen echando las culpas unos a otros, todo por los votos. Siento vergüenza de ellos. 

P. - ¿Te esperabas una guerra en Europa en pleno siglo 21?

R. - Para nada, me parece un mal sueño a estas alturas de la vida. Impresionante y de vergüenza las imágenes que estamos viendo. Volvemos a lo de siempre, la política y los políticos de las potencias mundiales, y además hay quien lo siguen como borregos, pero así se escribe la historia. 

P. - ¿Has pasado miedo en algún momento? 

R. - Creo que como todo el mundo. ¿Quién no ha tenido miedo, o por lo menos respeto? pues todos los días hemos estado saturados de imágenes televisivas de gentes que van cayendo. Y además ahora pendiente de que haya un  majaretas o malnacido que pueda apretar un boton.

P.- ¿Qué proyectos tienes cara al futuro y qué haces ahora? 

R. - Ya estoy jubilado y mi proyecto actual, es vivir, vivir en paz y con la conciencia tranquila del deber cumplido, además de ayudar a mi familia, que es lo más grande que tenemos y, por supuesto los amigos. 

P - ¿Qué recuerdos guardas especialmente de tu vida profesional? 

R. - Muchos, muy bonitos y agradables, han sido muchos años haciendo lo que me gusta y eso no tiene precio. 

Humildemente creo que fui de los primeros en cambiar el concepto o sistema de los muebles de cocina en Huelva, del paso de las modulares a las cocinas compactas con encimeras corridas. 

Me han gustado siempre las innovaciones, y entiendo que he sido un buen profesional y me enorgullezco que el 75 % de mis clientes, hoy son mis amigos. Todavía siento emoción y alegría cuando me llama algún cliente o amigo que le monté su cocina hace más de 30 o 40 años y me dicen que tienen algún tipo de problemas, y yo se lo voy solucionando. 

Creo que por el cariño, la amistad y el respeto por el cliente, he procurado ser lo más honesto y honrado que he podido, aunque por supuesto también haya podido cometer errores, aunque siempre he dado la cara por mis clientes, incluso ante grandes fabricantes. 

Mantener este tipo de negocio más de 45 años, no es nada fácil. 

P. - ¿Qué significa para ti Huelva? 

R. - Todo, es mi tierra, y a sus gentes es a lo que más quiero, a pesar de los defectos que puedan tener, que también los tenemos, pero no los cambio por nada del mundo. 

P. - ¿Progresa Huelva adecuadamente? 

R. - Particularmente creo que si. Cada día está mejor y más bonita. Ese paseo marítimo hasta la Punta del Cebo es una pasada. Entiendo honestamente que el Puerto Autónomo está realizando un gran trabajo y apoyando mucho a la ciudad. Si aciertan en la ampliación del paseo marítimo hasta la lonja nueva, creo que Huelva dará un salto turístico y de calidad algo impresionante. 

P. - ¿Cómo fue tu niñez y qué soñabas ser de mayor? 

R. - Tengo unos recuerdos de cariño de mis padres, hermanos y familia, pues la verdad es que he tenido la suerte de crecer en una familia maravillosa, a la que quiero y seguiré queriendo toda mi vida.

Siempre soñé con ser torero. Nací cerca de la Tertulia del Litri, en la calle San Sebastián y es mi gran pasión. Soy litrista hasta la médula y todavía resuenan en mi cabeza los cohetes en Huelva cuando Miguel padre cortaba las orejas por las plaza de toros de España. 

Seguidor incansable de Miki durante muchos años, pero las cosas de la vida, no sé si por miedo o por dedicarme al fútbol, se me fue la fiebre de querer ser torero, aunque no la afición. Empecé en los infantiles de la Obrera, pasé por el Veracruz, hice unas pruebas en el Atlético de Madrid y terminé en los escalafones inferiores del Recreativo durante muchos años, donde hice grandes amigos, entre otros como Angel, Morita, Paniagua... 

P. - ¿Quiénes han sido tus referentes? 

R. - Sin ninguna duda, mi padre, Teófilo Palomar y mi madre Isabel Gallardo. 

P. -¿Con qué personaje te gustaría compartir una cena y qué le preguntarías? 

R. - Tuve la suerte de presenciar una conferencia de Pepe Mújica, presidente de Uruguay y me quedé admirado por su tremenda humanidad y personalidad, a quien le preguntaría cómo se puede pasar de presidente del gobierno a extranjero humilde. 

P. - ¿Cuáles son tus aficiones favoritas y a qué dedicas el tiempo libre? 

R. - Mi principal afición son los toros y me sigo poniendo nervioso cuando voy a una corrida, y si es en la Maestranza de Sevilla ni te cuento. Voy todos los años y creo que no soy mal aficionado. 

También me gusta el fútbol pues lo practiqué pero en general todos los deportes me atraen. 

Mi tiempo libre lo dedico ahora a pasear  mucho, a reunirme con mis amigos de toda la vida, personal y profesionalmente, comer con ellos por lo menos una vez al mes, recordar viejos tiempos, que recomiendo, pues es una gran terapia, leo de vez en cuando, escucho música, especialmente flamenco, donde mis ídolos son el gran Paco Toronjo y el maestro Arcángel. 

Como verás, no me aburro 

P. - ¿Qué es lo que más valoras y detestas del ser humano? 

R. - Lo que más detesto es la mentira, la falsedad, la hipocresía, la soberbia y el rencor. 

En cambio lo que más valoro es la sinceridad, el amor y sobre todo la amistad, que para mí es un conjunto de todo. 

P. - ¿Te arrepientes de algo? 

R. - Si, de muchas cosas, aunque a veces  no he querido, no he podido o no me han dejado. Y si, tengo algunas cosas pendientes, sobre todo con personas que ya no existen, no sé si lo conseguiré, pero la verdad es que lo sigo intentado conmigo mismo. Por lo demás hay otras cosas de las no me arrepiento. 

P. - Juan, ¿quieres añadir algo más? 

R. - Darte la gracias por darme la oportunidad de expresarme públicamente. Un abrazo grande amigo. 

Juan, para mi ha sido una gozada echar este ratito de charla contigo y queda pendiente una conversación hablando de la fiesta nacional. Ya hablaremos en otra ocasión.