miércoles. 08.05.2024
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Jaime González: "Me gustaría que Huelva contara con un museo de todas mis obras"

Se sienta hoy por esta ventana #MadeInHuelva José Jaime González de la Vega.
Jaime González con Camacho Malo
Jaime González con Camacho Malo
Jaime González: "Me gustaría que Huelva contara con un museo de todas mis obras"

Hacía mucho tiempo, vamos, años, que no coincidía con José Jaime González de la Vega, al que conocí en los inicios del carnaval de Huelva capital, allá por los años 80, cuando pertenecía a la peña de "El Choco Contaminao", donde incluso llegó a ser su presidente.

Desde siempre me sorprendió la facilidad que tenía para las manualidades y las ideas tan originales y rebuscadas para realizar los disfraces de las agrupaciones. 

Pues bien, hace unos días me lo encontré en El Portil, cuando venía de una exposición de óleos que su hija Mercedes había colgado en Punta Umbría. Estuvimos hablando un buen rato y quedamos en vernos para hacerle una entrevista. Dos días más tardes, me acerco por su casa en la playa y, después de enseñarme un montón de manualidades que está realizando, nos sentamos en su terraza y comenzamos a charlar. 

Para comenzar y para que los lectores de Diario de Huelva, conozcan a nuestro protagonista de hoy, diremos que Jaime, como le gusta que le llamen, es un onubense del Molino de la Vega, de padre navarro (Juan) y de madre asturiana (María Victoria), que empezó a estudiar en Los Maristas, aunque también pasó por el Colegio Manuel Siurot y por el Francés, pero que lo suyo, según nos comenta, no era estudiar, sino crear, por lo que desde muy pequeño empezó a trabajar en Almacenes La Cinta, llegando posteriormente a ser en Atlantic Copper instalador industrial, analista de laboratorio, fundidor de metales preciosos... Todo ello, hasta que se lesionó de la espalda y lo pensionaron. 

P. - ¿ Qué te ocurrió? 

R. - Con 9 años me hicieron caer del muro de la plaza San Pedro. Yo estaba haciendo el "gilitonto" escalando y cuando iba llegando a la cima para cruzar de una escalera a la otra me quitaron las manos y caí al suelo. Me rompí tibia y peroné, y la espalda quedó dañada para siempre. Ese capítulo de mi vida me marcó en el futuro. En esas fechas jugaba a baloncesto y en los saltos. En la empresa, cuando entré a trabajar, me daba más problema la espalda, y fue en una peregrinación andando a la aldea almonteña, una semana antes de la romería con mi amigo Miguel Salas, cuando me rompí. Iba por Bodegones, me quedé tirado, sin piernas, no podía andar, y 4 kilómetros más adelante a Miguel le pasó lo mismo. Vinieron a recogernos y a partir de ahí no volví a trabajar en la fábrica. Estuve 3 años de médicos. Me daban el alta y a los 2 días la baja, hasta que me pensionaron. 

Jaime González en la actualidad
Jaime González en la actualidad

P. - ¿Desde cuándo te viene a ti la pasión por crear, por el arte? 

R. - Mira Pepe, desde los 12 años, en mi casa y en la de mis padres no ha entrado nadie para un arreglo, tanto de pintura, alicatado, fontanería, albañilería, carpintería... Siempre he sido lo que se denomina un "manitas". 

Estando en la fábrica, mi jefe, el Sr. Lamela, cuando llegaban las navidades me ponía encima de la mesa un montón de rotuladores de colores para que adornara los cristales de felicitaciones. 

Recuerdo también que de pequeño hice un barco de cartón, un ballenero concretamente, que se levantaba por la parte superior y tenía sus camarotes. El barco duró el tiempo que llevé a mi casa las notas a final de curso. Mi padre le pegó un pisotón a mi obra de arte y el barco se hundió. 

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Jaime González con su hija

P. - ¿Qué pasó a partir de ese momento?

R. - Como no servía para estudiar, mi padre me metió en la academia Isaac Peral, con el fin de sacar los estudios primarios. Antonio Pulido, que era mi profesor, le dijo a mi progenitor que los estudios se me daban mal, pero que tenía unas manos con las que me podía comer el mundo.

Fíjate, en el colegio me preocupaba más por hacerle los dibujos a mis compañeros que de estudiar. Lo mío era y es crear. En el trabajo solía acabar la faena una hora antes que nadie y me sentaba en un ventanal viendo la Ría y me decía para mis adentros ¿esto es lo que voy hacer toda la vida?. Tenía claro que no iba a ser así.

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Jaime González 

P. - ¿Qué es lo que más te gusta hacer?

R. - A mi me gusta hacer de "tó". Ahora estoy liado con una marquetería de la catedral de Notre Dame, hecha con maderas de pincho y huesos de todas clases. También he realizado las maquetas de la urbanización donde vivo en El Portil y otra en El Rompido, de las promociones de Paco Rico, un trabajo de locos, pues la urbanización tiene 400 chalet.

P. - Todo esto que haces, ¿te da para vivir?

R. - Ni mucho menos. Lo he hecho siempre desinteresadamente. Yo salí de la empresa con el 100% de mi sueldo, hasta que me muera, y lo que hago es con la intención de que disfruten la gente.

P. - ¿Qué ha representado para ti el Carnaval de Huelva?

R. - Estando de baja comienzó el carnaval de la capital. En casa vimos pasar gente que estaban preparando una cabalgata. A Mercedes, mi mujer, que le gusta mucho coser, le llamó la atención y nos hicimos 4 cosas con 4 tonterías y nos disfrazamos para la cabalgata.

Al año siguiente pensamos hacer los disfraces en serio. Mercedes desmontó los volantes del traje de novia y se hizo un disfraz de la época de Luis XV, y para mi otro. Luego nos inspiramos en la figura de Enrique VIII para los siguientes disfraces. Mi mujer se llevaba un montón de horas cosiendo, mientras yo les preparaba las piezas. 

Con estos segundos disfraces nos fuimos a la elección de la Choquera Mayor e infantil al cine Oriente, y al salir se acercó José Manuel Muiño, que era el presidente de la peña "El choco contaminado" y nos dijo que nos fuéramos a su peña, y allí acabamos e incluso un año más tarde era su presidente.

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Comparsa de El Choco Contaminao

P. - ¿Cuál es el disfraz que has realizado que más te ha gustado?

R. - A mí me gustan todos. He hecho más de 80 y los tengo todos guardados en casa.

P. - ¿No sería bueno montar un museo del carnaval?

R. - De carnaval no, si lo hago sería un museo mío. El alcalde Gabriel Cruz me dijo que vendría a mi casa para ver todo lo que tengo, pero al final nunca lo hizo. Quiero hablar ahora con Pilar Miranda a ver si se puede retomar la idea y hacer algo. 

Mira Pepe, yo soy belenista, tengo varios primeros premios y en el asilo, durante 15 años, lo he estado montando. La capilla que hay allí de la Virgen de la Cinta, en el patio de las mujeres, la he realizado yo. Pero vamos a lo que me has preguntado. Tengo máscaras, decorados maravillosos, incluso, más de 100 Barbies vestidas por mi, y otras tantas por vestir con trajes espectaculares, fundamentalmente clásicos, de una gran belleza. Vamos, que el edificio del Banco España se quedaría pequeño con todo lo que podría exponer. 

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Barbie vestida por Jaime González
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Barbie vestida por Jaime González

P. - ¿Te arrepientes entonces de haber entrado en el mundo del Carnaval?

R. - No me arrepiento de nada de lo que he hecho. Mi mujer y mi hija me dicen muchas veces que no entienden como estoy regalando cosas continuamente, y que en muchos casos no se valoran por la gente. Pero a mí me da igual, yo me siento muy satisfecho conmigo mismo.

P. - ¿Cuál ha sido tu mejor y peor decisión?

R.- Sin lugar a duda, la mejor ha sido casarme con Mercedes, mi mujer, con la que llevo desde yo tenía 10 años y ella 7. Hemos tenido una hija, pero sinceramente me hubiese gustado tener más, pero no hemos podido.

Decisión mala no tengo ninguna reseñable. Lo hecho, hecho está y punto. 

P. - ¿Quiénes son tus referentes? 

R. - Mi padre, que aunque no era artista, bueno si, tocaba la armónica como nadie. A nivel profesional no tengo ningún referente. 

P. - ¿Con quién te gustaría compartir una cena? 

R. - Ufff!!!. Admiro a mucha gente, a toda aquella persona capaz de crear. 

P. -¿Qué es para ti el arte? 

R. - Hacer cosas para que otras personas puedan disfrutarlas y así lo concibo. Yo disfruto de esta manera para mi interior. ¿Tú sabes lo que es hacer una cabalgata de 16 carrozas para el carnaval yo solito? Ver a la gente disfrutar en la calle con lo que uno ha creado, eso no tiene precio, es una auténtica gozada. Y te voy a desvelar otra cosa, he llorado cuando acabé ese trabajo, pero de satisfacción. 

P. - ¿Dónde guardas todas las cosas que realizas?

R. - Tengo una nave de 300 metros cuadrados donde guardo de todo, aparte de mi casa. Pero las carrozas se las he regalado al ayuntamiento de Punta Umbría. 

P. - ¿Qué significa para ti Huelva? 

R. - Lo significa todo, aunque tengo el corazón dividido con Asturias, concretamente con Gijón, donde tengo mucha familia, pues mi madre tenía 21 hermanos. Fíjate que bonito. 

Yo empecé a conocer a mi familia materna cuando me compré mi primer coche, y estoy encantado con ella. Los terrenos donde se pone la feria de muestras de Gijón eran de mi abuelo. Voy cada vez que puedo por esa tierra y disfruto mucho, pero ojo, Huelva es Huelva. 

P. - Dentro de la cantidad de cosas que haces, ¿con cuáles te sientes más identificado? 

R. - Con los trajes, es lo que más me gusta. Como te he dicho antes con las Barbie y los Kent, disfruto vistiéndoles. Cuando se me ocurre algo voy rápidamente y lo hago. Yo me levanto cada mañana a las 7 y ya ando trajinando lo que voy a hacer. 

Tengo igualmente un montonazo de máscaras que son espectaculares, pues me gusta mucho hacerlas. Un vecino de mi suegro me decía siempre que yo había nacido en el sitio equivocado, que tendría que haberlo hecho en Venecia. 

P. - ¿Tu hija Mercedes ha salido a ti en las manualidades? 

R. - Esa es mi satisfacción más grande. Mi hija es licenciada en pintura, escultura, es ceramista... Una artistaza por los cuatro costados.

Su hija Mercedes
Su hija Mercedes

P. - ¿Y quién es mejor de los dos?. 

R.- Jajaja. Vaya pregunta. En pintura ella es mejor que yo y el modelado se le da mejor que a mi. (Vuelve a sonreír) Pero nunca nos hemos puesto a competir. Además, ella algunas veces me echa una mano en las cabalgatas. 

P. - Dime algunos reconocimientos que tengas? 

R.- Me llena de satisfacción el que me otorgaran 7 agujas de oro del carnaval, que se premian a los mejores disfraces de las agrupaciones, y mi hija también tiene algunas. Y te voy a decir una cosa, no hay ni una sola agrupación que pueda decir que le he cobrado algo por hacerle cualquier cosa, siempre ha sido de forma desinteresada. 

P. - ¿Con todas las carrozas que has hecho para cabalgata de reyes, nunca te han ofrecido encarnar a alguna de sus majestades? 

P. - Nunca, y ahora no podría aceptar por como tengo las piernas, pero bien es cierto que me hubiese gustado. Era una ilusión que he tenido. Por el contrario, de Papá Noél he ido durante 13 años por los hospitales, sin que nadie me lo pidiera. Me he gastado el dinero en regalos, juguetes, caramelos... Visitaba fundamentalmente a los niños ingresados, a las parturientas y a las personas mayores. Para ello hay que tener mucho valor, hay que aguantar una "jartá", por las cosas que encuentras y que duelen muchísimo. Un año también fui de rey mago. 

Jaime González de rey mago
Jaime González de rey mago

P. - ¿Qué te gustaría añadir? 

R. - No sé si has visto el musical La Bella y la Bestia que se ha montado en el colegio Funcadia. Todos los decorados y trajes son míos. No he cobrado nada por ello, incluso he puesto material. Yo conservo los 6 telones del espectáculo y las piezas del decorado. 

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Decorado de la Bella y la Bestia 

Por otra parte, decirte que la Cabalgata de Reyes de la aldea del Rocío, que llevan 20 años sacándola, también la realicé yo y gustó tanto que el alcalde mandó construir una casa en la Avenida de los Ansares. Se hizo la fachada y dejó hueco el espacio interior para recoger toda la cabalgata, con lo cual me siento muy satisfecho y orgulloso de todo lo que he hecho. 

Querido amigo Jaime, ha sido toda una gozada este ratito que hemos echado de cháchara. Se han quedado muchas cosas en el tintero por contar, pero que dejaremos para otra ocasión. 

Y sinceramente, creo que un museo de todas las piezas que tienes de disfraces, máscaras, vidrieras, maquetas, cabalgatas, vestidos, pinturas.... sería un acierto llegar, pues tienes en tu poder auténticas maravillas, auténticas joyas de arte. 

Un abrazo grande amigo y cuídate. 

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