miércoles. 24.04.2024
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Hortensia Morón: "Tenemos que hacer una gran apuesta por el patrimonio del Barrio Obrero"

Nos disponemos a recibir hoy en esta ventana pública del Made In Huelva a una mujer que lucha por el medio ambiente de manera intensa, me refiero a Hortensia Morón Monge, nacida en Huelva hace 41 años.
Hortensia Morón
Hortensia Morón
Hortensia Morón: "Tenemos que hacer una gran apuesta por el patrimonio del Barrio Obrero"

Nos disponemos a recibir hoy en esta ventana pública a una mujer que lucha por el medio ambiente de manera intensa, me refiero a Hortensia Morón Monge, nacida en Huelva hace 41 años y que empezó sus estudios de primaria en el colegio San Fernando, para pasar posteriormente a ser una de las pioneras en eso de estudiar la "ESO" concretamente en el Odón Betanzos, posteriormente estuvo en el instituto de los Bomberos y luego a la Universidad de Huelva, donde realizó su carrera, sin olvidar que estuvo dos años el Leed (Inglaterra). 

En su casa
En su casa

En el poquito tiempo que conozco a nuestra protagonista de este #madeinhuelva, he decir que me ha dado la sensación de estar ante una persona entrañable, familiar, comprometida, de idea claras, empática, sociable, buena conversadora e inteligente, que cuando le propongo esta entrevista no lo duda, acepta y comenzamos así:

P. - ¿Qué es para ti el mundo de la enseñanza? 

R. - Siendo sincera, yo nunca me había propuesto ser docente, es más, era una de las primeras profesiones que descarté cuando era pequeña, pues lo que quería siempre era proteger y luchar por algo relacionado con la naturaleza y el medio ambiente, y, mi gran sueño era estar metida en el barco que tiene Greenpace.

P. - ¿Qué te indujo entonces a dedicarte a ello? 

R. - La verdad es que llegué a la docencia, sin querer queriendo, pues me di cuenta en mi carrera en ciencias ambientales, que las mejores soluciones a los problemas medio ambientales no vienen de la legislación ni de las nuevas tecnologías, pues lo hacen a través de las personas, y, en ese sentido, me hizo reflexionar en la fuerza que tiene la enseñanza y la educación para la concienciación, generación y los valores cívicos, y por ahí llegué a la enseñanza. 

P. - ¿Cómo comenzaste? 

R. - Comencé primero por una beca que me ofrecieron en investigación para indagar en las preocupaciones medio ambientales que tenían los niños y también los estudiantes universitarios, sobre todo los que pretendían ser maestros. A partir de esos primeros resultados que obtuve, caí en conciencia que mientras unos consideraban que la mejor forma de resolver los problemas eran mediante la legislación y la tecnología, los licenciados en medio ambiente tenían claro que la educación era la verdadera herramienta, y, esa era la idea que yo tenía de partida, entendiendo que es lo ideal para cambiar este mundo, por lo que poco a poco me fui metiendo hasta conseguir mi tesis  doctoral en temas educativos, aunque yo soy ambientóloga y mi tesis doctoral está centrada en medio ambiente y el patrimonio medioambiental. 

Así fue enlazando hasta hoy, que soy profesora titular en la Universidad de Sevilla, donde trabajo en el ámbito educativo. 

P. - ¿Cuál es tu objetivo en este aspecto? 

R. - Entre otros en mejorar la enseñanza y aprendizaje de la ciencia, y sobre todo, desde el punto de vista práctico, divulgativo... y que no quede en los cajones de los científicos y de las personas que legislamos, sino que tengan una implantación directa y práctica en los docentes, que es por donde considero debe ir la enseñanza. 

Conciencia ambiental
Conciencia ambiental

P. - ¿Qué proyectos tienes cara al futuro? 

R. - Aunque no soy muy mayor, tengo 41 años, yo no miro el futuro, sino el presente, por lo tanto mi futuro inmediato es el presente. Es el aquí y el ahora. Lo que deseo es trabajar menos y pasar más ratos con mi hijo, mi familia, pues estoy viendo como mis padres van siendo mayores y quiero estar con ellos. 

Mis grandes pretensiones, no en el ámbito profesional, sino en el familiar, personal y también introespectivo, estoy pasando una etapa donde quiero desarrollarme como individuo, como persona... Y sobre todo ayudar a mejorar la sociedad...

P.- ¿Como te consideras en este aspecto? 

R. - Me considero una persona con bastante implicación social y suelo colaborar en proyectos de voluntariado medioambiental, tanto en Doñana cuando se pide, como realizar algunas campañas de concienciación, en las playas o con las niñas en los colegios. También dar visibilidad a las mujeres científicas, para promover carreras científicas en ellas y que las niñas tengan sus referentes en este aspecto. Igualmente promocionar otras formas de aprender y enseñar ciencia mucho más real a las problemáticas actuales. 

P. - ¿Qué significa para ti el Barrio Obrero de Huelva? 

R. - Uff!! Yo pertenezco a la tercera generación del Barrio. Aquí comenzaron mis abuelos, donde el yayo era trabajador para la compañía Riotinto. Mi padre también se crió aquí, lo mismo que yo ahora y mi hijo es ya la cuarta generación. 

El Barrio Obrero me genera sentimiento de llegar a casa, sentirme en familia, donde aún tengo a mis tíos, primas segundas y terceras. El barrio es más que un edificio, es un lugar, es un sentimiento muy fuerte. 

En un viaje
En un viaje

P. - Te vas a presentar ahora a presidenta de la comunidad de vecinos. ¿Qué mejorarás? 

R. - Tengo el punto de vista desde que soy niña de como ha cambiado el Barrio Obrero y, en muchas cuestiones, desgraciadamente, no ha sido un cambio a mejor. Tengo la sensación de ver y sentir como vecina que hay un gran abandono y si se mantiene es por el buen quehacer de los vecinos, que quieren tener sus casas bonitas y presentables, pero después no hay un sentimiento de vecino comunal, que en tiempos de mi abuela si existía. Se ayudaban, veían la tele juntas, se movía la sociedad en ese sentido. Las niñas y niños jugábamos en la calle, entrábamos y salíamos de las casas de los vecinos, pero eso se ha perdido. 

Bien es cierto que vivimos en otro siglo bien distinto, cada vez más individualista, que ha favorecido esa desvinculación entre la vecindad del barrio. 

Ya no hay sitio donde pasear o caminar tranquilamente, el barrio se ha convertido en un aparcadero de coches. En los últimos 10 años está asediado asfixiado de autos, uno que se va, otro que entra. No hay acera y por tanto no existe un lugar seguro donde nos podamos resguardar para pasear. Vamos que la acera y la zona de rodamiento de coches es lo mismo y así es prácticamente imposible que los niños puedan salir a jugar sin correr peligro de un atropello. 

El Barrio lleva 10 años mínimo, sin que se le haya hecho nada, y el que estén entrando y saliendo vehículos continuamente no favorece que el pavimento esté bien y actualmente se encuentra con un gran número de baches y parches, por lo que es difícil transitar, especialmente para quien sale con carritos o en sillas de ruedas, pues tienen el riesgo de caerse por el mal estado de la zona. 

Es evidente que el barrio tiene muchas mejoras y se me ocurren acciones a llevar a cabo. 

Hay que tener presente que nuestro barrio es un patrimonio de la ciudad y así aparece legislado, aunque no está gestionado como tal, y por estas circunstancias siento que debemos hacer cosas. 

En la Universidad
En la Universidad

P. - ¿Como cuáles? 

R. - Mira José Luis, Desde mi plano formal y académico, donde he trabajado con medio ambiente y patrimonio, pues conozco como podría mejorar el barrio y es por lo que quiero implicarme. Reconozco que tengo mis miedos, pues soy mamá de un niño, familia monoparental, trabajo en la universidad de Sevilla, lo que significa tener 100 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta y no tengo mucho tiempo para dedicarme a otros menesteres, pero he decidido poner un paso adelante en este proyecto que creo es ilusionante, pues temo que la gestión del Barrio Obrero pueda caer en manos inadecuadas, que tengan intereses personales, por encima de la comunidad y la vecindad. 

Estas sensaciones son las que me hacen decir que es el momento de dar ese paso, ya que soy docente, que conozco el patrimonio y por qué no decirlo, soy mujer y el barrio siempre ha estado gestionado de la manos de hombres, pareciendo que no es visible que una mujer joven quiera cambiar esto y formar parte del proyecto. 

Es el momento de que las mujeres tengamos más visibilidad en la gestión del barrio y verlo desde otra perspectiva más plural, social y equitativa. 

En una simpática pose
En una simpática pose

P. - ¿Cuáles son tus aficiones preferidas y a qué dedicas el tiempo libre? 

R. - Un poco por deformación profesional, mis aficiones se centran fundamentalmente en el campo, me gusta el campo, como asimismo las labores comunitarias de voluntariado, y me encanta implicarme en ello. La parte artística también forma parte de mis gustos y por tanto dibujar. De igual manera, ahora me estoy implicando en un proyecto de una asociación con otras mujeres, donde intentamos hacer un círculo de féminas y hablarnos de nuestros proyectos y sensaciones, como sentimos, como es la conciliación familiar y laboral si es que existe, que problemas tenemos ante el trabajo o los hombres, en nuestras parejas a la hora de repartir tareas, eso sí, sin juzgarnos. 

Este es un proyecto donde estoy colaborando con una amiga, que para mi es un gran referente, una persona anónima que se ha implicado como directora de manera amateur, solo por creer y por gustarle. Sin juzgar y utilizando el arte como una forma de expresar emociones y de ayudarnos y compartir entre personas. 

P. - ¿Quiénes son tus referentes personales y profesionales? 

R. - Aunque parezca un cliché, mis referentes personales son mi familia. Es un pilar muy fuerte, como fuerte es mi madre y también mi hermana, con una humildad enorme. Yo la veo y me digo, necesito aprender a ser un poco más como ella. 

Por supuesto tengo como referentes también a muchas mujeres que han quedado en el silencio como científicas, pues su trabajo se ha visto ninguneado y a la sombra de sus maridos, como podría ser Hipatía de Alejandría o Beatrix Potter, por las ilustraciones de los libros de Pedro Conejo, pero que también fue una gran científica, la primera mujer que descubrió microuniverso de los hongos, además de ser una activista medio ambiental. 

En familia
En familia

P. - ¿Qué es lo que más valoras de las personas? 

R. - Estoy en una fase de mi vida que valoro el presente, las personas que prestan su tiempo a los demás por que si, por sentirlo. Valoro el estar aquí, en el ahora, estar bien, pasar el tiempo con mi  familia y amigos, crear comunidad, que es un proyecto súper emocionante, extendiendo la sensación de familia. 

Al fin y al cabo, el ser humano se caracteriza por ser social y juntarse para sentirse protegido desde el plano más emotivo y familiar. 

P. - ¿Te gustaría añadir algo más? 

R. - Pues si, decirte y decirle a todos que me gustaría trabajar con la gente del Barrio Obrero y hacer una apuesta de nuestro patrimonio. Trabajar de forma conjunta y ponerlo en valor para nuestro uso presente y también para generaciones venideras. Y por supuesto para todas las personas de Huelva o que lleguen a nuestra ciudad y vean que tenemos un producto de consumo inmaterial como es el patrimonio del Barrio Obrero. 

Hortensia, ha sido una gozada y un lujazo este ratito de charla que hemos mantenido, y como no podría ser de otra manera, desearte toda clase de éxitos en los proyectos que tienes en mente 

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