jueves. 25.04.2024
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Francisco Palomo: "Nada une como un enemigo común o estar inmerso en la misma situación de dolor"

Francisco Palomo Bort, es nuestro invitado de hoy a esta serie de entrevistas en tiempo de pandemia, quien nace en Rociana del Condado, en 1967, se dedica al ejercicio de la abogacía y a escribir. Su primera novela fue 'Mujer Disoluta' y la segunda 'Mi inocencia cuarteada'.
Francisco Palomo: "Nada une como un enemigo común o estar inmerso en la misma situación de dolor"

Francisco Palomo Bort, es nuestro invitado de hoy a esta serie de entrevistas en tiempo de pandemia, quien nace en Rociana del Condado, en 1967, se dedica al ejercicio de la abogacía y a escribir. Su primera novela fue 'Mujer Disoluta' y la segunda 'Mi inocencia cuarteada'.

Cuando me pongo en contacto con él para realizar esta entrevista, con la amabilidad que le caracteriza acepta y no entramos en más detalles, empezamos de tal manera:

P. - ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

R. - En lo que se refiere a la guerra con Ucrania es un conflicto que infringe claramente la legalidad internacional, con la particularidad de que sus normas no se pueden hacer valer por la carácter de potencia militar-nuclear de Rusia.

El derecho va unido a la fuerza para lograr su eficacia, aunque tenga su base en un sentimiento de justicia y también exista el derecho natural frente al positivo; por ello, ante el hecho de los evidentes ataques a la vida de civiles y a objetivos no militares las potencias que apoyan a Ucrania no intervienen militarmente, por el temor a que se produzca una tercera guerra mundial con uso de armamento atómico.

La ley internacional, no obstante su vigencia, carece de coacción suficiente e inmediata para hacerse valer frente Rusia, al menos no de forma directa para impedir su conducta.

Si el país invadido tiene derecho a formar parte de la Unión Europea y ser miembro de la OTAN, como estado soberano, y es incontestable desde el punto de vista jurídico a Rusia no le conviene porque debilitaría su posición geopolítica en el mundo, y, en consecuencia, ignora al derecho, que no le replica ante su violación más elemental: atentados masivos contra civiles inocentes.

Se comete un genocidio palmario y desafiante, a la vista y paciencia de la comunidad internacional, el mundo se horroriza y duele ante la masacre.

Estados Unidos y las potencias europeas se ven impotentes por las consecuencias catastróficas que puede originar la internacionalización del conflicto bélico.

No es la única vulneración flagrante del derecho internacional a la que hemos asistido, realizada mediante un genocidio, tenemos casos recientes, se puede citar el caso de Siria; lo que ocurre, ahora, es que sentimos a los ucranianos mucho más cercanos a nosotros, del occidente europeo, el denominado mundo civilizado.

Las medidas económicas adoptadas en forma de sanción causarán daño a Rusia, pero también al resto del mundo, además, este país acordará las suyas, responderá en la medida de sus posibilidades para complicarnos la vida, aunque se lleve la peor parte.

Llama la atención el lavado de cerebro que el régimen de Putín ejerce sobre su población: desnazificar Ucrania o defensa de los derechos humanos, que no por irónico y cruel, deja de ser infantil, pues lo cree el ochenta por ciento de los rusos, según estudios demoscópicos.

Así atribuye a su víctima su propio comportamiento, sin que sus compatriotas disidentes se atrevan a contestarle por las severas penas que les sobrevendrían. Asistimos a una involución histórica. Si la democracia y los valores inherentes a los derechos humanos es una meta alcanzada a un nivel aceptable en Estados Unidos, Europa y otros países, siempre elaborándose y haciéndose con ánimo de mejora, recibe en este momento un visible zarpazo sobre un pueblo con el que los compartimos, cercanos desde un punto de vista político y cultural, pues, pertenecen a la vieja Europa.

Es probable, que tras la guerra el mundo se polarice, se crearan dos frentes: China y Rusia, con sus países adláteres, y nosotros, la inmensa mayoría de los europeos con América del Norte, así como las naciones que se nos alinee. Creo que no será una radicalización rígida como la de la guerra fría, ni con el mismo espíritu bélico, ya que el mundo es actualmente más consciente y difícil de persuadir, más interdependiente desde todos los puntos de vistas, político, económico, seguridad, etc., más solidario, y esto fomenta e intensifica necesariamente las relaciones entre países, pero Rusia conquistará y mantendrá la zona de influencia que pretende, tanto en lo militar como en lo económico.

Se debe destacar que la industria armamentística del mundo se beneficia de este combate desigual y de su sufrimiento, su cuota en el PIB de muchos países desarrollados se ha de considerar.

P. - ¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia y sobre todo el mundo de la cultura? 

R. - Durante la pandemia los ciudadanos del planeta hemos sido testigo de muchas muertes y menoscabo de la salud. Nos hemos hecho eco del drama común, se ha sentido, se ha demostrado que la mayoría de las personas somos. Se trataba de un enemigo invisible que nos atacaba y del que no sabíamos bien como defendernos, no comprendíamos su naturaleza de forma suficiente, aún hoy a la ciencia le queda camino por recorrer en la investigación de su entidad y respuesta médica.

Se ha adquirido conciencia de la dificultad de los gobiernos para su gestión y control, se nos notificaban a diario el número de contagiados,

hospitalizados y fallecidos; las limitaciones y deficiencias sanitarias nos mostraba nuestra impotencia.

En combatirlo se han compartiendo criterios y estrategias entre países. Los estados han ayudado a sus poblaciones según su capacidad económica, han protegido la salud frente al mercado, aunque hay excepciones, que, a la postre, reconoció la agresividad y letalidad del virus y aplicaron la regla general de obligatoriedad del confinamiento y uso de la mascarilla.

El Sars-Cov-2 ha sido el enemigo común de la humanidad y ha originado cierto vínculo entre los ciudadanos y ciudadanas de la tierra. Nada une como un enemigo común o estar inmerso en la misma situación de dolor. La inmensa mayoría de la gente desean que se implementen pautas de ayuda y colaboración por parte de los gobiernos con sus ciudadanos y de los estados entre sí, tanto en el plano político como económico.

Otra cosa es que se puedan imponer y hasta qué límite al topar con la voluntad de determinados sectores políticos y económicos. La guerra

de Ucrania también ha despertado una gran solidaridad, basta ver como se reciben a los refugiados, actitud que se debe mantener siempre con las víctimas de conflictos armados.

Aún no se ha determinado si el origen del Sars-Cov-2 guarda relación con el cambio climático, que ya se está manifestando, aunque aún no con los efectos devastadores que la comunidad científica pronostica. No es descartable, según voces de científicos autorizadas, que lo haya

causado. La realidad de la pandemia, que aún vivimos, los efectos económicos de la invasión que sufre Ucranica y la crisis climática, evidente, aunque incipiente, no conocen fronteras.

El cambio climático es el mayor reto que enfrentamos, probablemente el mayor de la historia, pues exige  de producir y consumir, en nuestro modo de ser económico. Choca con los intereses creados y exige una respuesta común y coordinada de los gobiernos del mundo, lo cual es harto difícil. Se han de crear instituciones de gobierno global. Los ciudadanos somos ya conscientes, aunque con una actitud indiferente. Hoy que disfrutamos de una gran longevidad, con posibilidades de incrementar la esperanza de vida, más tecnificados que nunca no sabemos si nos dirigimos al desastre ecológico o al paraíso tecnológico.

La conciencia de los problemas comunes, la globalización, con su gran interconectividad y los flujos migratorios masivos nos llevaran cada vez más al mestizaje racial, lingüístico y cultural. Se reflejará en la literatura y en las demás artes, siempre conectadas con la realidad, ya se use una expresión figurativa o abstracta.

P. - ¿Qué proyectos tienes para el futuro y que haces ahora? 

R. - Sigo con mi profesión, defendiendo a mis clientes en los tribunales y escribiendo otra novela, que ya está bastante avanzada.

P. - Aparte de tu vida profesional, estas imbuido en el mundo de la literatura. Has escrito un par de novelas, una últimamente, Háblanos las mismas obras.

R. - Mi primera novela, 'Mujer disoluta', trata de una inmigrante rumana que se encuentra en el viaje de regreso a España con su medio hermano, del que fue pareja en Rumania, cuando era alumna de una academia de baile, desconociendo el vínculo parental. Él la vuelve a pretender, porque sigue enamorado de ella, pese a los años transcurridos, y ella intenta evitarlo, a la vez que también lucha por recuperar a otro hombre. En esta novela concitan el valor de la amistad, el amor, la pasión, la mafia, homicidios, corrupción policial y prostitución.

Mi segunda narración, "Mi inocencia cuarteada", relata la historia de un joven adolescente que se ve solo en la vida, al perder a sus padres, y, por las vicisitudes que se le desencadenan, transita desde una feliz vida familiar hasta ambientes marginales y sórdidos, que le llevan a matar, al reformatorio y a la cárcel, pese a que no carece de moral ni de ética, no puede evitar el desenlace final. Deambulan por la narración personajes muy buenos y muy malos, en grado extremo.

La novela se narra en dos tiempos: su presente, en el que el protagonista, Esteban, cuenta su pasado más inmediato, desde el que, a su vez, deja testimonio de su biografía.

P. - ¿Qué significó para ti escribir estas novelas y qué pretendías? 

R. - No sabría precisar la razón que me mueve a escribir, tal vez la necesidad de comunicar a un nivel mayor, de exponer mis peculiares visiones del mundo a través de los personajes. Se indagan en ellos mediante un proceso de empatía, se penetra en su psicología y sus motivaciones subyacentes, los caracteriza, y se investiga su contexto y el ambiente de la novela a través de la documentación, lo que no deja de ser una fuente de placer al adquirir nuevos horizontes, se dice que aprender es una fuente inagotable de placer, ya que te amplías.

Por otro lado, creo que escribir tiene su mística, su enigma, es decir, que puede bastar con decir me gusta o me atrae, sin más. Algunos escritores dicen que es un venenillo, en el sentido de que te impulsa y te mueve, sin que quepa especificar las causas.

Escribir una novela ayuda a conocerte, ya que indagas en tus motivaciones a la hora de elegir argumentos y acciones de los protagonistas, te preguntas por qué hace esto y no aquello y qué relación guarda contigo, es un viaje a tu interior.

P. - ¿Se cuidan y se valoran en nuestra provincia a las iniciativas de nuevos escritores?

R. - El ayuntamiento de Rociana sí ayuda y promociona la cultura, de lo que se ha escrito en el pueblo ha colaborado en su promoción. Y las diversas televisiones de la provincia y radios también apoyan y difunden las obras escritas. Creo, que tanto a nivel institucional como del público en general, se valora y tiene buena acogida.

P. - ¿Se compran los libros o se prefieren leer en Internet?

R. - Creo que se prefieren los libros, es algo más tangible y vivo, más nuestro porque lo poseemos, se siente con más personalidad, es más que un mero contenido, lo vemos y lo recordamos, le atribuimos más carácter, lo leído en Internet nos deja una sensación más abstracta y difusa, queremos tocarlo, no nos basta la mera información.

P. - ¿Cuáles son tus aficiones y a qué dedicas tu tiempo libre? 

R. - Me gusta el ciclismo, salgo dos veces por semana con mi bici de montaña por el campo a recorrer unos cuarenta kilómetros, algunas veces hago hasta sesenta, me gusta la sensación de libertad que me proporciona estar en la naturaleza. También soy muy aficionado a leer, creo que soy un lector empedernido, leo novelas y ensayos. Antes de la pandemia solía ver películas en el cine casi todas las semanas, costumbre que pienso retomar.

Francisco ha sido todo un lujazo haberte contactado contigo, conocer y que conozcan los lectores de Diario de Huelva tus pensamientos, y desde, luego felicitarte por las dos obras que has puesto en el mercado, deseándote toda clase de éxitos.