Charo Toscano Arenas: “He desarrollado un sistema para ayudar a las instituciones y organizaciones a que su mensaje llegue a los ciudadanos"

A la licenciada en Ciencias de la Información, Charo Toscano Arenas, nuestra protagonista de hoy, la conocí cuando se iniciaba en el mundo del periodismo, cargada de ilusiones, que con el tiempo ha ido cumpliendo.
Persona, inteligente, culta, gran capacidad para el trabajo, alto sentido de la amistad, cordial, fiable, solidaria, conversadora, risueña, empática, optimista por naturaleza...
Al ponerme en contacto con ella para realizar esta entrevista, me responde afirmativamente, por lo que iniciamos la misma sin más preámbulos.
-¿Charo, qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?
-Es una situación que nunca antes habíamos vivido y como sociedad estamos demostrando nuestra capacidad de adaptación a unas circunstancias inéditas. La pandemia nos ha enfrentado a la realidad, y esa realidad nos dice que somos mucho más vulnerables de lo que pensábamos, y eso nos llena de miedos y de frustración. Creo que estamos descargando injustamente esa impotencia contra la clase política, porque les estamos exigiendo unas respuestas que la propia ciencia no tiene. Con sus errores y aciertos, y salvo comportamientos irresponsables de dirigentes como Trump, Bolsonaro o Johnson, los políticos están tratando de reconducir esta pandemia de la mejor manera posible y la mayoría se están dejando la piel en ello.
-¿Qué hiciste durante el confinamiento, dónde y con quién lo pasaste?
-Fueron días de mucho, mucho trabajo. Quienes nos dedicamos a la comunicación, sobre todo como en mi caso a la comunicación política e institucional, las crisis son momentos de mucha tensión y los que hay que emplearse a fondo. Y en una crisis como ésta, sin precedentes, de gran calado y que ha afectado a toda la sociedad sin excepción, todas las horas del día son pocas. Nunca hasta ahora habíamos tenido tanta necesidad de información pública, y empleé casi todo mi tiempo en ayudar a ofrecer una comunicación clara, útil y de servicio.
Me tomé el confinamiento con mucha rutina: una hora de deporte diaria a primera hora de la mañana, trabajar, estudiar, analizar todo lo que estaba pasando y mis clases de inglés. Y las faenas de la casa, obviamente. Echo la vista atrás y no tengo mal recuerdo del confinamiento. Lo pasé en casa con mi familia. No tuve miedo por la enfermedad pero sí mucha angustia por todas las personas que estaban sufriendo, no sólo por la crisis sanitaria sinotambién por la económica.
-¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia y sobre todo el mundo de la comunicación?
-No me corresponde a mí decir qué es lo que va a cambiar después de la pandemia. Sólo espero que tomemos conciencia de que somos una sociedad frágil y potenciemos valores como el respeto y la solidaridad. Y también espero que sepamos apreciar el valor de lo auténtico y de lo que realmente importa en esta vida.
La comunicación sí creo que está cambiando y para bien. Ahora es una comunicación más orientada al ciudadano, donde prima el servicio público y que se va despojando de retórica y de artificios. En una sociedad que mayoritariamente usa internet no pueden seguir usándose lógicas antiguas en la comunicación. Esta pandemia está acelerando la adaptación de la comunicación a las necesidades de los ciudadanos.
-¿Qué proyectos tienes para el futuro?
-Prácticamente estoy iniciando una nueva etapa profesional como autónoma en el mundo de la comunicación política e institucional, que es mi especialidad.
Tras años trabajando en departamentos de comunicación de instituciones que necesitan relacionarse con los ciudadanos llegué a la conclusión de que no están utilizando todas las técnicas que se emplean en el mundo empresarial, que siempre van en vanguardia en todos los aspectos. He desarrollado un sistema paso a paso para ayudar a las instituciones y organizaciones a que su mensaje llegue a los ciudadanos, que esos mensajes sean entendidos y causen el efecto que se desea, y que el control de la comunicación sea total, es decir, que no dependan de intermediarios. En definitiva, es un sistema de comunicación bidireccional que permitan entablar relaciones a largo plazo y trasladarlas al mundo offline.
Ya lo tengo terminado, y lo estoy aplicando con bastante éxito, aunque la comunicación es algo vivo y sus acciones deben estar sometidas a una evaluación permanente.
-¿Qué es lo que más te ha dolido de estos meses que llevamos de pandemia?
-La soledad de las personas mayores y de los enfermos me ha generado mucha angustia. Y me sigue preocupando muchísimo la crisis económica y la situación de millones de personas que están perdiendo sus empleos y el futuro se les plantea bastante borrascoso.
-¿Qué es lo que echaste de menos en los meses del estado de alarma?
-Me gusta estar en casa, así que añoré pocas cosas. Salir a correr por la mañana temprano y poder tomar una cerveza con amigos creo que han sido las dos únicas cosas que he echado de menos. Lo demás, o lo he tenido, o no lo he necesitado.
-¿Qué haces en la actualidad?
-El año ha sido muy intenso, he trabajado mucho y he estudiado una barbaridad, fruto de lo cual ahora estoy mucho más preparada profesionalmente Me dedico actualmente a implantar y desarrollar mi método de comunicación en las instituciones que me dan su confianza. En breve tengo previsto impartir una formación sobre redes sociales y empleabilidad contratada en el gobierno vasco, y ya estoy preparando un Experto en Psicología y Comunicación Política que voy a dirigir en la UNIA en el primer cuatrimestre de 2021 junto a mi compañero, el profesor de la Universidad de Huelva José Climent. Éste es un título muy novedoso en la universidad española, así que estamos muy ilusionados.
-¿Qué papel crees que están jugando los medios de comunicación?
-La crisis está castigando al sector de la comunicación en general y, sobre todo, a los medios de comunicación.
Durante la pandemia las noticias falsas han circulado sin control, y los medios de comunicación han demostrado que son necesarios para transmitir credibilidad. A la hora de estar informados, son los medios de comunicación los que aportan fiabilidad y, a pesar de la crisis que también ellos están viviendo ahora, tienen que seguir aportando confianza a la sociedad. No podemos prescindir de los medios de comunicación.
-¿Y las redes sociales?
-El fenómeno de los bulos y de las noticias falsas ha existido siempre, desde que el hombre tiene uso de la palabra. No es nuevo. Pero ahora las nuevas tecnologías permiten que las noticias falsas lleguen a más personas en mucho menos tiempo. Por las redes sociales y, fundamentalmente Whatsapp, los bulos han circulado como por autopistas. Sin embargo, las redes sociales también están haciendo mucho bien a la comunicación si saben utilizarse. Los blogs y las redes inauguraron un nuevo modelo de comunicación y rompieron el paradigma de la comunicación vertical, en el que los medios de comunicación eran el emisor único que se dirigían a un receptor pasivo, sin posibilidad de interacción.
Algunas instituciones, sobre todo municipales, están desarrollando un trabajo muy serio y profesional a través de las redes sociales, utilizándolas como el principal instrumento de información y de comunicación con los ciudadanos. Ésta es precisamente la comunicación digital en la que creo, y que no tiene vuelta atrás.
-¿Cuáles son tus mejores y peores recuerdos de los muchos años de profesional de la comunicación?
-Como bien dices, llevo muchos años de vida profesional. Casi treinta. He trabajado en medios de comunicación, tuve mi empresa, desarrollé una etapa preciosa en instituciones públicas y ahora soy autónoma con un proyecto muy ilusionante por desarrollar. Siempre he estado donde he querido estar y haciendo lo que me gustaba. No tengo ningún mal recuerdo, porque de todo he aprendido. Y si me tengo que quedar con algún momento, nunca olvidaré la visita del papa Juan Pablo II a Huelva. Y sería inmensamente feliz si Francisco también nos honrara con su visita, y pudiera estar ahí viviéndolo profesionalmente. He sido y soy muy afortunada.
-¿Te gustaría ser de las primeras en vacunarte?
-Por su puesto. No será la mejor vacuna ni la definitiva, pero no me cabe la menor duda de que contará con todas las garantías. No obstante, las prioridades en la vacunación tendrán que marcarlas las autoridades sanitarias.
Charo, que me ha encantado echar este ratito de charla contigo, que me alegro enormemente de verte feliz, cargada de ilusiones y de implicación con la sociedad. Y como no, mis deseos que tus proyectos fructifiquen y y te den los frutos que esperas.