martes. 23.04.2024
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Carlos Cáceres 'El Miarma': "Aunque haya quien no se lo crea, yo de chico era sevillista"

Sin lugar a dudas es todo un referente en el mundo de la hostelería en El Portil, me refiero a Juan Carlos Cáceres Lebrato, propietario del bar restaurante "El Miarma"
Carlos Cáceres 'El Miarma': "Aunque haya quien no se lo crea, yo de chico era sevillista"

Sin lugar a dudas es todo un referente en el mundo de la hostelería en El Portil, me refiero a Juan Carlos Cáceres Lebrato, propietario del bar restaurante "El Miarma", quien lleva tres décadas en esta población de la costa onubense, y donde pretende seguir hasta su jubilación.

Nuestro invitado de hoy es sevillano de nacimiento y también onubense por convencimiento, que estudió el EGB en San Bernardo, un colegio Parroquial, pero que a los 14 años abandonó a pesar de los consejos del padre que insistía en que siguiera con los libros, y que con el paso de los años se ha arrepentido de no haber hecho caso a su progenitor. A partir de ese momento entra en el mundo de la hostelería, donde lleva 44 años al pie del cañón. 

Carlos "El Miarma", como se le conoce en El Portil, es un tipo cordial, entrañable, muy trabajador, optimista, bético, portileño, servicial, empático y buena gente, quien se dispone a contestar a las preguntas que le voy formulando con la amabilidad que le caracteriza.

P. - ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

R. - La verdad es que lo veo todo muy oscuro, no sólo para la hostelería, sino a nivel general. Creo que cuando pase el verano, cuando llegue septiembre, nos vamos que tener a amarrar los "machos", pues van a producirse muchos despidos, de hoteles, restaurantes, de la zona de ocio... y tal y como está el patio, con la luz, el agua, la gasolina, la comida... que va subiendo por día y de una manera desproporcionada, cuando un melón cuesta 10 euros, no creo que se vaya aguantar la situación y lo vamos a pasar muy mal.

P. - ¿Has pasado miedo en algún momento?

R. - La verdad es que sí, más que nada por mi señora, que no anda bien de los bronquios y temía que ella se pudiera contagiar con el Covid. Gracias a Dios, no hemos cogido el virus ninguno de los dos. Pero te digo una cosa, he pasado miedo y sigo pasando todavía, pues no me fio de que se hayan erradicado los contagios, pues la séptima ola está haciendo estragos.

P. - ¿Qué proyectos tienes cara al futuro? 

R. - Que quiero jubilarme y cuanto antes mejor, ese es mi proyecto. Llevo muchos años en el gremio de la hostelería y esto de verdad que cansa mucho y físicamente estoy agotado, date cuenta que llevo metido en la profesión desde los 14 años y ya tengo 58, vamos que  llevo 44 abrirles al pie del cañón. 

P. - ¿Cómo llegaste a El Portil? 

R. - De vacaciones, yo no lo conocía, pero unos amigos me invitaron a una casa que tenían aquí, hace ya 30 años, me vine una semanita y la verdad es que me encantó mucho la playa, la poquita gente que vivía, todo era muy tranquilo, eso sí, había hasta 7 cajeros automáticos y hoy con muchísimas más gentes, no o hay ninguno. Aquí me quedé y aquí espero jubilarme. 

P. - ¿Qué significa para ti el Betis? 

R. - Te voy a desvelar una cosa, que a quien se lo digo no se lo cree, yo en verdad de chico era sevillista, pues en mi casa son todos palaganas, mi padre que en paz descanse, mis hermanos, mis tíos, incluso ha habido directivos del club nervionense, pero un día me fui con mi cuñado a ver el Betis, me gustó el ambiente y decidí ser bético y la verdad es que no me arrepiento, pero vamos que al Sevilla tampoco lo odio. 

P. - ¿Entiendes que Joaquín haya renovado una temporada más con 41 años? 

R. - Por supuesto que si, sobre todo para la unión del vestuario, que hasta el mismo míster lo dice, estar muy contento con él, no sólo por el estado de forma que tiene a pesar de su edad, que más quisiera yo, sino también por el papel tan importante que desempeña con sus compañeros en el vestuario. 

P. - ¿Qué ofreces en el bar para tener tanto éxito? 

R. - En principio atender a los clientes con agrado, ser amable, soy de los que digo que los clientes siempre llevan razón, aunque a veces haya gentes que no la tengan, que también los hay. Yo creo que el personal viene a mi negocio por el tapeo que tengo y por los precios. 

P. - ¿Cuáles son esas tapas? 

R. - La tapa que más sale, aunque da mucho trabajo, son los chicharrones, que solo los hago los fines de semana y vienen gentes de todos lados para consumirlos, también para llevarse a Huelva, Sevilla, Madrid... Después están los chipirones a la plancha, que están muy ricos, las carrilleras, y cómo no, estando en la costa, los pescaitos fritos. 

En fin, los que vienen salen muy contentos con el trato que reciben, que se come bien y a buen precio. 

P - ¿Cómo fue tu niñez y qué soñabas ser de mayor? 

R. - Mi infancia fue muy bonita. Gracias a Dios en mi casa nunca faltó de nada, éramos una familia normal, muy unida y tenía un padre muy trabajador, que estaba siempre pendiente de mis otro. Los problemas vienen cuando vas creciendo, que se van sucediendo uno tras otro. 

Yo quería ser policía o guardia civil, pero mira por dónde, al final me quedé en camarero. 

P. - ¿Cuáles son tus aficiones preferidas? 

R. - A mi me gusta mucho, aunque mi mujer diga que es un defecto, la televisión, me encanta ver la televisión. También escucho mucho la radio, pero solo programas deportivos, los de las cadenas de Huelva, aparte de radio Marca, el Partidazo... pues la verdad es que estoy harto de la política, tampoco pongo música, a mi lo que realmente me gusta es el deporte y es lo que sintonizo. 

P. - ¿Con qué personaje histórico te hubiese gustado cenar y qué le hubieses preguntado? 

R.- ¡¡Ufff!! Habría tantas personas que es difícil elegir, pero me hubiese gustado, haberlo hecho con María Teresa de Calcuta, me habría encantado conocerla, hablar con ella y que me contara todo lo que élla luchó por los más desfavorecidos, como veía la vida y el trabajo que hizo por causas buenas para los demás. Sin lugar a dudas un ejemplo a seguir por la humanidad. 

P. - ¿Y tú qué detestas de esta vida? 

R. - La envidia, es lo peor, y es que somos malas personas. Fíjate Camacho, hay animales que matan para comer, pero nosotros lo hacemos por gusto. Somos envidiosos y egoístas, y no es que nos metamos todos, pues hay gente maravillosa, pero en general tenemos maldad. 

P. - ¿Te gustaría añadir algo más? 

R. - Qué estoy muy a gusto en El Portil, que tengo una buena clientela de muchos años y que soy feliz aquí, pero eso sí, hay que arreglar las calles, prestar atención a la playa, que está fatal, el centro médico que en invierno está abandonado, hace poco murió un chaval de 35 años de un infarto por falta de atención, pues la ambulancia tardó en llegar una hora y pico. En fin que en invierno está muy abandonado. 

A nivel de seguridad lo mismo, eso sí, para poner multas que diligentes son, ahora en verano, vemos a la policía multando por todos lados, pero a la hora de proteger al ciudadano, la cosa cambia. 

Y de los impuestos que pagamos para lo poco que invierte el ayuntamiento en El Portil, para que vamos a hablar. 

Esperemos que doten a la población de los servicios más elementales que no creo sea mucho pedir. 

Carlos, ha sido un placer echar este ratito de cháchara contigo, espero que tu merecida jubilación te llegue lo antes posible y puedas descansar de tanto trabajo como tienes metido en el cuerpo

Un abrazote grande campeón