martes. 30.04.2024
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Augusto Thassio: "Cuando tenía 12 años me escapé de casa porque quería ser artista de circo" 

Poeta, escritor y pintor, una de sus mayores inquietudes es sobre la investigación del poeta Miguel Hernández, su prendimiento en Portugal y su paso por la cárcel de Rosal de la Frontera, hoy convertida en centro de Interpretación de su nombre.
Augusto Thassio: "Cuando tenía 12 años me escapé de casa porque quería ser artista de circo" 

Hoy para mí es doble motivo de satisfacción traer a esta sección de conversaciones en tiempo de pandemia a Augusto Anastasio Santana, aunque todos lo conozcamos como "Augusto Thassio". En primer lugar por ser un lujazo tener a todo un referente de la cultura en nuestra provincia, muy especialmente en la Sierra y la Costa, y desde luego, por el afecto y cariño que nos tenemos, desde hace más de 4 décadas, cuando fui padrino de su sobrino Juan Diego, hijo de su hermano Pepe Félix, que nos dejara hace unos años y que recuerdo cada día que pasa. Su padre, "el Cabo Mora" (que gran persona), pariente de Matilde la abuela de mi mujer, también me viene a la mente hoy, como su madre y demás hermanos y es que reunirme con Augusto, es recordar momentos muy bonitos y entrañables de mi vida con su familia.

Pero conozcamos un poco mejor a nuestro invitado. Augusto, casado con Adelina Noguera, es padre de tres hijos y abuelo de cinco nietos, nació en Isla Cristina (Huelva). Estudió Bachillerato en Ayamonte y Magisterio en Huelva. Emigrante en Alemania, agente de seguro en Barcelona, extra cinematográfico en Madrid, profesor en Sevilla…

Poeta, escritor y pintor, una de sus mayores inquietudes es sobre la investigación del poeta Miguel Hernández, su prendimiento en Portugal y su paso por la cárcel de Rosal de la Frontera, hoy convertida en centro de Interpretación de su nombre, en la que se inspiró nuestro invitado para escribir y representar su musical flamenco “Escríbeme a la tierra”.

Entre sus obras publicadas destacan las narrativa: Cartas de un esquizofrénico a Eloísa. Cantos y Leyendas de Rosal de la Frontera. El alma de Isla Cristina. Y al fondo, Ayamonte. Miguel Hernández, su perdición encontrada. Poesía: Jesucristo está escondido debajo de mi cama. Hoy he perdido el lucero del alba. Como el nardo. Ahogado en el espejo. El Evagenlio Urbano según La Cinti. Yo también te mentí.

En teatro destacamos: Adriano y Antinoo. Miguel Hernández prisionero en Rosal. Escríbeme a la tierra.

En investigación: Actas de las XI Jornadas del Patrimonio de la Sierra de Huelva. Rosal de la Frontera en la postguerra. Contrabando de hambre. Miguel Hernández, su perdición encontrada.

Colaborador en Huelva Información y La Higuerita, ha colaborado en múltiples obras literarias de diversos géneros. Como han podido comprobar, Thassio es un inquieto. Siempre lo ha sido. Desde pequeño organizaba obras de teatro con los niños, dirigiéndolos con asombrosa maestría. De mayor, su inquietud se crece. Ejerce el Magisterio en la Sierra y reparte el tiempo (no sé cómo) entre literatura, pintura, artesanía, dirección escénica, escribir relatos, poesía y teatro, crónicas en los periódicos... Y ahora guiones cinematográficos.

Desde que llega a la Sierra, en 1976, concretamente a Cortegana, no deja de dinamizarla culturalmente en todos los aspectos, ya que a principio de 1978, consigue el recién estrenado título de “Animador Cultural” en Medina del Campo (Valladolid) :

- Dirige un grupo infantil de teatro y representa, en 1977, “Asamblea General” de Lauro Olmo, con celebrado éxito.

- Dirige un grupo juvenil de teatro y representa, en 1978, “La zapatera prodigiosa” de García Lorca, en adaptación musical de propio Thassio, con música de rock andaluz. Su éxito que, según la crítica, merecía ser llevada al Real de Madrid, se representó en la Escuela de Magisterio de Huelva.

- Dirige un grupo de teatro de adultos (concretamente con las madres de sus alumnos) y representa en el patio de armas del castillo de Cortegana “Bernarda Alba”, de Federico García Lorca, con tal acierto que, posteriormente, en el años 2000 la vuelve a representar, con los mismos actores, en el recién estrenado Teatro Capitol de Cortegana.

- Organiza un Belén viviente en el que intervienen una centena de niños, a los que dirige, ambienta y decora todo el recinto.

- Organiza, durante los años 1977, 78 y 80, los carnavales de Cortegana (Segundo de los que se celebran en Huelva y tercero de Andalucía y España, puesto que aún continúan prohibidos), en los que dirige a grupos, hace letras y escribe los guiones de puesta en escena que son verdaderos libretos de teatro. En este tiempo me invita a ser pregonero de las fiestas del disfraz en Cortegana, preparando un escenario algo espectacular y donde disfruté de lo lindo y donde desplazamos un tren carnavalero de Huelva hasta la Sierra.

- Comienza a ser cine de autor, con películas en super 8, “Excelentísimo señor Presidente del Gobierno”, “Soñando realidades”, “No hacen pueblo”, etc. Que proyecta en el colegio, instituto y castillo.

- Posteriormente, aún estando en otro pueblo, vuelve a organizar los carnavales hasta convertirlos, por su puesta en escena, en un referente provincial. Con el ya creado Grupo Corticata, de Cortegana, dirige la Obra “Doña Rosita la Soltera” de García Lorca.

- Autor de la idea y junto a Enrique Lobo Moriche, Presidente de la Asociación del Castillo de Cortegana, organiza y dirige como director artístico, las Jornadas Medievales hasta su séptima edición. Siendo un referente obligado en todas manifestaciones de este tipo que se precien.

Destinado al Colegio Público Ntra. Sra. del Rosario de Rosal de la Frontera, sigue con sus inquietudes artísticas y sus deseos de animación sociocultural entre la población, ya que desbordando los límites del colegio, implica a jóvenes y mayores de la localidad rosaleña. Allí comienza a investigar (lo que será su gran pasión) sobre la estancia carcelaria del poeta Miguel Hernández, no descansando hasta conseguir que se creara una casa de Cultural con el nombre del poeta de “Vientos del pueblo”. Crea un aula de pintura e imparte clases, de forma gratuita, a jóvenes y adultos.

Pero no se le olvida su vocación teatral:

- Crea un grupo infantil de teatro en 1981, y representa “Asamblea general”, “La maquinita”, “El raterillo” y “El león enamorado” de Pilar Enciso y Lauro Olmo.

- Realiza un belén viviente, con más de cien niños de diferentes edades, transformando la Plaza de España en una verdadera atracción para Rosal, pueblos limítrofes y portugueses.

- Pinta, junto a sus alumnos, un belén de piedras y cantos rodados que cuenta con el apoyo de la industria de pinturas Tintalux, consiguiendo el premio provincial de belenes organizado por el diario Huelva Información.

- En 1983 escribe “Miguel Hernández, prisionero en Rosal” que un nuevo grupo de niños interpreta magistralmente. La obra se llevó, dentro de un certamen provincial de teatro organizado por la Excma. Diputación, al Gran Teatro de Huelva, logrando uno de sus premios.

- Continúa haciendo cine de autor y realiza , teniendo a los niños como protagonistas, la película “En busca de las Indias”, que es proyectada en las Jornadas de Pedagogía y arte, celebradas en La Rábida en 1984.

- Crea y organiza, en versión libre y original, “La pasión viviente”, con más de doscientos actores. Su éxito es tal que Televisión Española, en su segundo año de representación, la televisa para toda España, quedando patente “la mano izquierda” del maestro, alma supervisora de todos los detalles.

- Crea el Grupo Juvenil de Teatro “Chanza” y representa “La zapatera Prodigiosa”, que llevan a otras localidades como Aroche, Santa Bárbara y Paymogo.

- En 1991 organiza el primer gran homenaje a Miguel Hernández, con participación de Portugal y asistencia de la nuera del poeta, Lucía Izquierdo, y de su nieto, Miguel Hernández Izquierdo.

-En 1992 organiza los Encuentros Hernandianos, en los que los niños, junto a poetas onubenses de reconocido prestigio, recitaron, recorriéndose por primera vez el camino que utilizó Miguel Hernández a través de los Picos de Aroche para llegar al pueblo portugués de Santo Aleixo da Restauraçaon.

- A finales de los noventa 1998, dirige al grupo de teatro de la escuela de Adulto y representan en Rosal de la Frontera y Gran Teatro de Huelva, su obra, ya publicada por Diputación “Miguel Hernández, prisionero en Rosal”

- En 2002, y dentro de las XVIII Jornadas del Patrimonio de la Sierra, dirige al Grupo Municipal de Rosal con una versión de su obra hernandiana, a la que ha añadido situaciones nuevas que la hacen aún más atractiva. En este mismo año, se representa también en el Teatro Capitol de Cortegana.

En definitiva que nos encontramos con un invitado que es un lujo para la cultura de cualquier provincia que se precie.

Augusto es persona culta, solidario, empático, cordial, risueño, optimista por naturaleza, perfeccionista, con gran sentido de la amistad, comprometido, intuitivo, fiable, servicial.... Y por encima de todo una bellísima persona, como toda su familia.

Pero nos toca entrar en faena, hacerle preguntas y que vaya contestando, pues su currículum ya lo he desgranado y no un poquito como decía al principio, sino muy ampliamente. El resultado es el siguiente:

¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

La situación actual me parece terrible. El miedo se nos ha introducido en la sangre y los fantasmas nos comen los ojos. Asomados a ventanas, balcones y terrazas, miramos el griterío inexistente del silencio, acercándonos, casi sin darnos cuenta, al tumulto de los cementerios.

¿Qué hiciste durante en el confinamiento, dónde y con quién lo pasaste?

El confinamiento nos pilló en Punta Umbría y allí continuamos. Me he pasado y me paso el tiempo emborronando papeles, escribiendo una novela, segunda parte de Y AL FONDO, AYAMONTE, en la que la protagonista, una ayamontina en Portugal, acaba leyendo textos escritos en el agua, cuando el Guadiana se suicida abrazado al mar, o la mar, como decimos los que pisamos tierra marinera. También quemando poemas, para que el humo ahuyente a las gaviotas que vuelan dentro del pueblo al olor de la muerte. He estado y estoy con mi mujer, en el silencio compartido de los presentimientos, en las miradas dulces de mermelada de naranja amarga, en conversaciones de floridas caricias y en la certeza de que no seremos invitados al arca de Noé.

¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia?

Cualquier época histórica cambió completamente de la anterior, para no parecérsele en nada. La caída del Imperio Romano cambió el concepto de grandiosidad y refinamiento, e igualmente ocurrió en el Renacimiento. La pandemia del covid-19 y sus cepas lo trastocará todo, cambiando incluso los afectos. La afectividad se irá haciendo cada vez más online y menos presencial. Hasta los colores serán lo que no son y tendrán otro nombre y otro aroma y otra intencionalidad de puertos no atrayentes según los vendavales.

¿Has pasado miedo en cualquier momento?

Sí. El miedo me ha zarandeado muchas veces y me ha puesto de espaldas a la pared. Los fríos sudores del irracional pánico me han mojado, desde la cabeza a los pies, con la viscosidad de la impotencia. Y he quedado quieto, inmóvil, incapaz de pedir ayuda a mi ángel de la guarda o a San Miguel previsto de lanza.

¿Qué proyectos tienes para el futuro?

-Proyectos, muchos. A veces, apoyado en un velador de mi terraza, los veo pasar, inalcanzables. Otras, se me acercan como gorriatos, a picotear mis escritos. Estoy acabando una novela y, próximamente comenzaré otras tres que me manejan insistentemente para que les de apariencia concreta fuera de los grafismos. También un poemario, en el que daré voz a mis más queridos difuntos. Espero que acabe este terrible tiempo de pandemia y pueda presentar dos libros (un poemario y un trabajo de investigación hispanoportugués) que, editados, esperan impacientes en cajas de cartón. En 9planos pictórico y teatral, gestiono ante el espejo la posibilidad de fabricar manzanas envenenadas, para regalar al respetable.

¿Qué es lo que has echado de menos durante estos meses pandémicos?

He echado de menos mi libertad para hacer lo que me viniera en gana, porque como cantaba Serrat, no hay nada más bello que lo que nunca he tenido, nada más amado que lo que perdí… Y me han dolido las cuatro paredes en cruz y mi incapacidad para cortar los barrotes del aire, dejar de sentirme árbol aprisionado de mis propias raíces, y tener la oportunidad de arrancarme y buscar otro suelo, donde las semillas sean premiadas con el ciento por uno.

¿Cómo ves la situación de Huelva y la Sierra?

Huelva es fandango y, normalmente, gime cantándolo en cualquier lugar de su extensa geografía. El covid es otro collar de fosfoyesos que la envenena y ahoga, aunque sin la musicalidad de la belleza. Y pierde el tiempo mirándose el ombligo, desoyendo las saladas pretensiones del océano y su ofrecimiento en bandeja de plata. La Sierra es otra cosa. Se entrega al color del paisaje y al susurro del aire que le ofrece pureza. Conserva su casta imagen de doncella y su capacidad para darse, a manos llenas, a un progreso que, sin violarla, le ayude a realizarse. El covid-19, por ejemplo, en Rosal de la Frontera, no se le ha acercado ni siquiera para acariciarla, a pesar de la raya fronteriza comparte su risa con risa portuguesa.

¿Qué es lo que más te ha dolido en estos últimos meses?

Las dentelladas del dolor inhumano, porque inhumano es separar a la familia y talar las ramas, dejando al árbol en su tristeza de savia derramada.

Me dolió muchísimo pasar las Navidades comiendo separados, por turnos, según el número acordado de comensales. Y dolor insufrible no poder visitar a los hijos ni a los nietos, y abrazarlos con la fuerza que pide el corazón.

¿Qué papel están jugando en esta pandemia los medios de comunicación y redes sociales?

Confundir y desorientar, llevándonos por caminos irreconciliables que, un día sí y al otro también, a la vuelta se reconcilian y abrazan de mentirijilla.

Y el blanco se hace negro, y el negro en el blanco lechoso de la mentira. Así nos tienen y nos entretienen, con una baraja en cada mano sin que podamos decidir con qué carta quedarnos y con qué pie dar el paso primero para salir a la calle.

¿Cuáles son los mejores y peores momentos de tu vida profesional?

Tengo cerca de una veintena de libros publicados, de géneros tan dispares como novela, relato, poesía, teatro, investigación…y miles de artículo en Huelva Información y La Higuerita. Pero uno de mis mejores momentos fue la publicación de mi primer libro Cartas de un esquizofrénico a Eloísa, una colección de relatos epistolares que comencé a publicar en Huelva

Información, y me presentó el afamado periodista Manuel Almendro. Después le siguió otros, como el poemario Hoy he perdido el Lucero del Alba, sobre la tragedia del barco Islamar III, en cuya presentación participaron las mejores voces de las radios de Huelva, o la novela Al fondo, Ayamonte, presentado por la escritora y periodista Nieves Herrero. Y la proclamación como Isleño del Año, 2019, galardón otorgado por la Asociación de Amigos de Isla Cristina en Madrid… Y mi entrañable amistad con los familiares del poeta Miguel Hernández… Mis peores momentos…Siempre los hay pero, según las circunstancias, pueden tornarse en buenos o menos malos, como encontrarme con tres obras editadas sin poderlas presentar a causa del covid, y un guion cinematográfico cabeceando, como cometa en los dedos del viento, en un sinfín de productoras. Sin noticias. ¿Cuadri tú sabes algo?

¿Qué haces en la actualidad?

En la actualidad me dejo llevar de la inercia y espero redescubrir la fórmula de la relatividad. He vuelto a pintar algo, buscándole los tres pies al gato, e intento escribir un poemario “En el vuelo de un tiro” en el que alegato sobre la indefensión del hombre con respecto a la violencia de género. También suelo pasear por la playa, intentando meter la inmensidad del mar en un pequeño hoyo que abro con una concha de meriñaque.

Cuéntanos algunas anécdotas que recuerdes de tu vida profesional y artística

Recuerdo…Ahora me hace reír… Tenía 12 años cuando me escapé de casa, porque quería ser artista de circo… La paliza que me dio mi padre me hizo renegar del trapecio. En mi tiempo de emigrante en Alemania gastaba el tiempo libre en pintar, y en uno de mis viajes a España, en la aduana me confinaron una docena de lienzos, porque según argumentaban las pinturas no eran mías y sí del expresionismo alemán. He tanteado en todos los estilos pictóricos pero, tras celebrar una exposición y venderlo prácticamente todo cambiaba de estilo radicalmente, ya que según pensaba, si una obra se vende en estos tiempos es que no es nada buena. Y volvía a cambiar buscando el desconcierto.

¿Qué te parece el comportamiento de los políticos en general en esta pandemia?

Deben pensar, y tener muy claro, que son personas electas para servir a los ciudadanos y no servirse de ellos. Algunas de sus contradicciones desconciertan, ya que en sonados casos son capaces de vender su alma al diablo por mantenerse en el poder e, incluso, culpar a otros del incendio de Roma. Yo les pido que su sonrisa, en los carteles electorales, no se borre al ser elegidos y bajen de la parra, si es que llegan a los más alto, para que el vino sea deber y derecho a quitar penas, siguiendo el orden natural de primero pan, luego trabajo, luego un hogar, después un libro y unos buenos tragos, que si la mar fuera vino… Yo soy de un pueblo marinero y me gusta mirar frente a frente y olvidar el “donde dije digo…”

¿Te vas a vacunar de covid?

Bueno, la esperanza es lo único que se pierde. Si los políticos, los obispos y los enterados de turno, a parte de los cajeros de los supers, farmacéuticos, taxistas, ganaderos, agricultores, maestros, futbolistas… me hacen un hueco, pues sí, aunque sin dejarme engañar con la astrazenica.

Augusto, me encuentro encantadisimo con este ratito de charla que estamos manteniendo y viendo documentos gráficos que me has proporcionado, donde se deja constancia en imágenes de la cantidad de actividades que has llevado a cabo a lo largo de tu vida, desde que el "Cabo Mora", te quitó de la cabeza que emularas a Pinito del Oro, hasta nuestros días, pero llegamos al final de esta entrevista, pero si quieres añadir algo más, hazlo

Desde mi atalaya, viento en popa a toda vela, dejaré que las nubes que pasan me saluden recordando mi nombre antes que se borre transformado en gotas de lluvia. Pero no me preocupa en absoluto, porque sé que afortunadamente los pájaros continuarán cantando, y continuarán naciendo niños enamorados de la belleza. Esta pandemia pasará, como han pasado otras, y el cielo continuará azul como los pensamientos, y en los montes crecerán nardos blancos y cada mujer recibirá el premio de una azucena. Desde mi atalaya miro al horizonte, porque como aquel, confieso que he vivido.

Amigo eres un auténtico crack y.....  lo sabes