Hasta que no se fabrique la vacuna, el coronavirus nos va a cambiar la vida. También a los futbolistas del Recreativo, que cuando vuelvan a los entrenamientos y la competición, una vez controlada la pandemia, se enfrentarán a unas nuevas rutinas profesionales. Eso es, al menos, lo que pretende la AFE.

La Asociación de Futbolistas Españoles, que representa a los jugadores de Primera, Segunda, Segunda B y Tercera División, ha elaborado un protocolo de actuación para el retorno a la competición que, en caso de ser refrendado por la RFEF, deberá ser adoptado por los dirigentes del Decano.

Especialistas en desinfección

Entre las medidas propuestas por el sindicato, destaca la obligatoriedad "para los clubes de contar con una empresa especialista en desinfección y con provisiones suficientes de material de protección individual, así como geles hidroalcohólicos para desinfección de manos en sus instalaciones".

Además, la AFE exige que "antes de reanudar la concentración y la competición, deberá realizarse un reconocimiento médico que contemple pruebas de COVID-19. Y serían recomendables, pruebas de esfuerzo, un ecocardiograma y espirometría, y controles de temperatura antes de iniciar los entrenamientos".

Entrenos a puerta cerrada

"En relación con los tratamientos de fisioterapia, de ser necesarios, se aconseja que se lleven a cabo siempre con las exigidas medidas de seguridad". Y "se desaconseja la ingesta de cualquier alimento, bebida o suplementos en el vestuario, ajena a lo establecido por el club o los servicios médicos".

Del mismo modo, "de cara a evitar posibles contagios, se recomienda prohibir la entrada a las instalaciones deportivas a toda persona no autorizada y ajena al equipo, y evitar la firma de autógrafos, fotografías y entrevistas presenciales, para minimizar el posible riesgo de contagio".

Riesgo de lesiones

Normas muy exigentes que contrastan con la laxitud de la AFE a la hora de marcar el necesario periodo de readaptación de los futbolistas tras este paréntesis. En este sentido, el sindicato pide una pretemporada de "15 a 20 días, para minimizar el riesgo de lesiones". La RFEF, en cambio, valora dar un mes de preparación.