El fútbol femenino español vive una guerra civil. En los últimos días, dos equipos de Primera División han abandonado la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF). Se trata del RCD Espanyol y del Sevilla FC. A añadir al Madrid CFF, que fue expulsado; al Atlético de Madrid, que se marchó el pasado verano, y al FC Barcelona, Real Madrid y Athletic de Bilbao, que nunca han pertenecido a la Asociación.

Oficialmente, Espanyol y Sevilla han roto con la patronal por su desacuerdo con la querella criminal presentada por la ACFF contra Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, por presuntas coacciones, amenazas y prevaricación. Sin embargo, detrás de esta revolución se adivina la guerra abierta entre la Asociación y la RFEF por los derechos televisivos y el convenio colectivo de las jugadoras.

Sigue en la ACFF

¿Y qué ha hecho el Sporting de Huelva? Pues el conjunto onubense ha decidido abandonar la Comisión Delegada de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino, pero no la Asociación, a la que sigue perteneciendo junto a la Real Sociedad, Real Betis, Valencia CF, Deportivo de La Coruña, Eibar, Rayo Vallecano, Levante UD, CDEF Logroño, Santa Teresa de Badajoz y Granadilla de Tenerife.

Miembros federativos

En una nota oficial, la entidad que preside Manoli Romero justifica su decisión por "la discrepancia en la toma de decisiones" con la ACFF, especialmente con "la interposición de una querella criminal contra la Real Federación Española de Fútbol, su presidente y algunos de los miembros federativos".

Apuesta por el diálogo

En este sentido, el Sporting de Huelva se posiciona como "un club con una trayectoria importante en Primera División, así como en la potenciación de las categorías inferiores, y aboga por el diálogo entre todos (RFEF, ACFF, clubes, jugadoras y administraciones públicas) para el mayor progreso del fútbol femenino nacional".