domingo. 08.06.2025
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El Recre regresa a la casilla de salida de un juego muy peligroso

El Recre regresa a la casilla de salida de un juego muy peligroso

La penosa imagen del Decano en Melilla recuerda sospechosamente a la del equipo que sumó 3 puntos en 13 jornadas la temporada pasada, condenándose al descenso. Entonces, la crisis tuvo que ver con los problemas laborales y la guerra entre Comas y Oltra. Ahora, Ceballos lucha por separar lo deportivo de lo económico.

La bochornosa derrota en Melilla ha levantado ampollas en el recreativismo, indignado con la esperpéntica imagen que el Decano ofreció en el Álvarez Claro, especialmente en una primera parte en la que el conjunto onubense recibió tres goles y vio cómo expulsaban a dos de sus jugadores.

La falta de actitud, intensidad y concentración fue tal que muchos aficionados buscan el origen en la complicada situación extradeportiva del club y especulan con la posibilidad de que los futbolistas bajaran los brazos a sabiendas, como represalia a la última promesa de pago incumplida por Pablo Comas.

Sólo el vestuario conoce las verdaderas razones de los sucedido en Melilla, aunque es cierto que el Recre se pareció muchísimo al conjunto que encadenó trece jornadas sin ganar (tres empates y diez derrotas) el curso pasado, racha que precipitaría el descenso a la Segunda División B.

En aquel bajón en el rendimiento del Decano tuvo mucho que ver el tema de los impagos y la guerra personal que mantenían Comas y José Luis Oltra, entonces entrenador albiazul. Ahora la situación es distinta, pues Alejandro Ceballos se está empleando de un modo muy diferente al del hoy exitoso técnico del Córdoba.

Lejos de echar más gasolina al incendio, el preparador hispalense ha tratado de sofocar todos los fuegos, exigiendo a los dirigentes que pongan a la plantilla al día, pero también se ha esforzado para que el plantel separe los entrenamientos y los partidos de sus justas reivindicaciones laborales.

Incluso llegó a prohibir la presencia de futbolistas en las tertulias de los medios de comunicación para aislar a sus hombres de un entorno más preocupado por lo económico que por lo deportivo.

Y no se han vuelto a producir protestas desde el día de la derrota con el Algeciras, cuando los jugadores portaron una pancarta, en una reclamación de la que Ceballos y muchos futbolistas no tuvieron constancia hasta poco antes de empezar el partido.

Ahora, el Recreativo afronta su semana más difícil. El martes vence el nuevo plazo dado por Comas para pagar y pocos confían en su palabra. Y el sábado espera el derbi con el San Roque, con ambos equipos a sólo tres puntos de la promoción de descenso.

Entonces se verá, si lo de Melilla fue simplemente uno de esos accidentes que de tanto en tanto se dan en el fútbol o si hay algo más. Si los intentos de Ceballos por mantener en compartimientos estancos lo deportivo y lo laboral fracasan, el Recre habrá vuelto a la casilla de salida. Y gracias la experiencia del curso pasado, todos sabemos acabará el juego.

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