De criticado ojeador del Recreativo, a presidente del Olympique de Marsella

Hay críticas que duran una eternidad. Y otras cuya validez perdura lo que una gota de agua en una superficie al rojo vivo. Es lo que ha sucedido con Pablo Longoría (Oviedo, 1986), alias 'El Niño de la Play' para sus detractores, a la luz de sus éxitos posteriores a su vituperada etapa en el Recreativo de Huelva.
El asturiano, que en el Nuevo Colombino formó tándem con el entonces director deportivo albiazul Alfonso Serrano, recibió múltiples 'palos' por su juventud, aspecto desgarbado y su entonces novedosa tendencia a usar la tecnología como arma principal para descubrir el talento futbolístico.
Uno de los históricos de Francia
Ahora, a sus 34 años, el antaño criticado ojeador del Recre, se ha convertido en el nuevo presidente de uno de los clubes más históricos de Francia: el Olympique de Marsella, a donde llegó en julio de 2020 como director deportivo. Previamente había formado parte de los organigramas técnicos del Newcastle, Recreativo, Atalanta, Sassuolo, Juventus y Valencia.