lunes. 16.09.2024
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Marta Garrido pone la proa hacia los Juegos Olímpicos

Marta Garrido pone la proa hacia los Juegos Olímpicos

La Campeona del Mundo de 420 cambia de barco y comienza los entrenamientos de adaptación a la clase olímpica 470. Más que Río de Janeiro 2016, el objetivo es competir en Tokio 2020. Necesitará más apoyos económicos y federativos. España ha ganado dos oros y una plata en esta modalidad, aunque no sube al podio desde Atenas 2004.

Los Juegos Olímpicos. Ese es el objetivo, el reto, la ilusión y el sueño. Marta Garrido quiere ser olímpica, aunque para ello la Campeona del Mundo de la clase 420 tenga que empezar de cero. Como si de una novata se tratase, como si su triunfo en el Mundial de Japón no hubiera sido una realidad.

La regatista del Real Club Marítimo y Tenis de Punta Umbría se ha visto obligada a cambiar de barco, pues con el velero que pilota como nadie en el mundo, no puede acudir a los Juegos. El 420 no es olímpico, así que la navegante onubense se ha cambiado al 470, clase olímpica en mujeres desde 1988.

Marta Garrido ya ha comenzado los entrenamientos de adaptación a su nueva embarcación en aguas de la localidad gaditana del Puerto de Santa María (Cádiz) y en breve comenzará a tomar parte en competiciones nacionales e internacionales.

Como su propio nombre sugiere, el 470 es el hermano mayor del 420. Sigue siendo un barco para dos tripulentes (caña y proel), pero es medio metro más largo (4,70 por 4,20 de eslora) y pesa más (120 por 80 kilos), si bien, es más estrecho (1,27 por 1,63 de manga). Y dos de sus velas, el foque y el spinnaker, tienen más superficie, mientras la vela mayor es más pequeña.

Especificaciones técnicas aparte, el problema está en que el nuevo barco y sus materiales son más caros. Y hasta ahora, han sido la familia y su club los que han sufragado la carrera de Marta Garido. Sin patrocinadores o subvenciones de la Federación Española de Vela, será difícil avanzar.

Además, el dominio del 470 exige más destreza y, por tanto, más horas de práctica y más dedicación, lo que colisiona directamente con los estudios de Farmacia que Garrido cursa en la actualidad. Por ello, la meta no es tanto Río de Janeiro 2016, y sí Tokio 2020.

Sea como fuere, los Juegos Olímpicos aguardan a Marta y quién sabe si nuestra navegante puede seguir la estela de Patricia Guerra y Theresa Zabell (oro en Barcelona 1992), de Begoña Vía Dufresne y Theresa Zabell (oro en Atlanta 1996) y Natalia Vía Dufresne y Sandra Azón (plata en Atenas 2004).

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