La venganza de Sotres
El portero del Recre regresa a Santander, tras su polémica salida, como el meta menos goleado de la categoría.
El tópico futbolístico del 'partido especial', tan manido en muchas ocasiones, se torna sin embargo en realidad esta semana en el caso de Dani Sotres. Nueve meses después de abandonar Santander en medio de una turbia polémica, el ahora cancerbero del Recreativo regresa a El Sardinero decidido a tomarse la revancha deportiva sobre el club que hizo todo lo posible en los despachos para que no pudiera jugar con el Decano, lo que le costó, entre otros perjuicios, su salida de la selección española sub-21.
Aunque el corazón de Sotres es racinguista desde niño, sus intereses como profesional le llevaron a un enfrentamiento con el equipo de sus amores a principios de este año. Mientras el Racing pretendía 'hacer caja' con el portero en el mercado de invierno, éste denunció unilateralmente su contrato por los reiterados impagos, fugándose de Santander y apareciendo por sorpresa en Huelva. En los despachos del Sardinero contraatacaron denunciando al guardameta por abandono del puesto de trabajo y bloqueando la licencia federativa del futbolista hasta que el Recreativo aceptara pagar por su fichaje.
El tira y afloja entre Huelva y Santander prosiguió durante dos meses y medio en los que Sotres sólo pudo entrenar pero no jugar, pese a ser presentado oficialmente por el Recreativo. A mediados de abril, Recre y Racing acordaron un traspaso, pero para el portero ya era tarde. El elevado rendimiento de Cabrero, estimulado por la competencia del cántabro, indujo a Sergi Barjuan a no variar la portería, pese a las sugerencias de Pablo Comas. Las razones del presidente eran económicas. Sotres costó 300.000 euros, el fichaje más caro del Decano en el último lustro. Es una inversión, y si no juega, se devalúa.
De momento, está ocurriendo lo contrario. Tras vencer en verano las reticencias de José Luis Oltra, que no terminaba de fiarse de sus dos guardametas, Sotres se ha hecho con la titularidad y vuelve a Santander como el portero menos goleado de Segunda, tras permanecer imbatido durante los primeros 330 minutos de Liga y haber encajado únicamente un tanto en cinco jornadas, lo que ha revalorizado su precio en el mercado de fichajes. Seguramente, aquellos que en Santander propiciaron su marcha, se están tirando ahora de los pelos.
