La huelga divide al Recre, a los empleados y al recreativismo
Hoy se cumple una semana del inicio de la huelga indefinida de los trabajadores del Recreativo y la Fundación Recre, y tras los incidentes acaecidos ayer en la Ciudad Deportiva del Decano, puede afirmarse que la protesta está más cerca que nunca de fracasar.
La unidad mostrada por los empleados albiazules durante la concentración silenciosa frente al Ayuntamiento de Huelva, saltó por los aires cuando el cuerpo técnico decidió volver al trabajo y dirigir el primer entrenamiento de los futbolistas profesionales.
La intención de los entrenadores es continuar con la preparación del partido del próximo 7 de enero frente al Marbella, pues argumentan que si el equipo no sale a competir, no habrá solución posible para el club.
Una decisión que choca con la determinación de otros empleados de seguir con la huelga, si bien, muchos de ellos son conscientes de que su capacidad para presionar a los políticos ha quedado en entredicho tras los sucesos de ayer.
Con el personal deportivo y el Consejo de Administración por un lado, y el personal no deportivo por el otro, el riesgo de división interna es patente. Y lo mismo sucede entre los trabajadores, pues los hay que consideran que no merece la pena seguir con la reivindicación y los que insisten en llevar la protesta hasta su últimas consecuencias.
Una división que también se refleja en la afición. Las redes sociales son testigos de un intenso debate entre los partidarios de los huelguistas y los que les critican por boicotear la actividad deportiva de la entidad. Se mire como se mire, una mala señal para el futuro del Recreativo.
