El 'síndrome Marcelino' convierte al Recre en un banquillo caliente

El despido de Alejandro Ceballos y la llegada de Juanma Pavón ha provocado un intenso debate alrededor del Recreativo de Huelva. Pero mirado con perspectiva, el cambio de entrenador no debería ser situación tan traumática, pues se ha convertido en algo habitual en el Decano en las últimas temporadas. Síntoma, sin duda, del elevado nivel de exigencia del entorno albiazul desde que saboreó las mieles del éxito en Primera División.
Porque desde que Marcelino García Toral se despidiera del Nuevo Colombino por la puerta más grande, sólo un entrenador, Sergi Barjuan, ha logrado iniciar y terminar una temporada con el Recre. Y el técnico catalán aguantó en el puesto por empeño personal del entonces dueño del club, Pablo Comas, pues la mayoría de los aficionados y los medios de comunicación se mostraron hostiles a la labor del que fuera jugador de la selección española.
De hecho, desde que el asturiano llevara a los onubenses a la mejor campaña de su historia, aquel inolvidable octavo puesto en Primera División, y con la señalada excepción de Sergi Barjuan, el Recreativo ha tenido 14 técnicos y 9 destituciones en 10 temporadas, repartidos del siguiente modo: Víctor Muñoz y Manolo Zambrano; Manolo Zambrano y Lucas Alcaraz; Javi López y Raúl Agné; Pablo Alfaro y Carlos Ríos; Álvaro Cervera y Juanma Rodríguez; José Luis Oltra, Juanma Pavón y José Domínguez; José Domínguez y Alejandro Ceballos; y ahora Alejandro Ceballos y Juanma Pavón.
Y todo en un club en el que pocos años antes presumía de tener uno de los banquillos más estables del fútbol español. Pero tanto las directivas encabezadas por Francisco Mendoza y Michael Dumois, de un lado, y Pablo Comas, del otro, y más recientemente Manolo Zambrano, han acabado sucumbiendo al 'síndrome Marcelino', a la implacable exigencia de un entorno que ha exigido la permanencia holgada en Primera o el ascenso por la vía rápida en Segunda y Segunda B.