El adiós que nadie llora

Jorge Larena pone fin a su decepcionante etapa en el Recre.

Hay historias que, al contrario que las películas, empiezan bien y acaban mal. La de Jorge Larena y el Recreativo es una de esas historias. El centrocampista desembarcó en el Nuevo Colombino el pasado verano por expreso deseo de Sergi Barjuan, que ya había intentado su fichaje el año anterior. Y de salida, los acontecimientos parecieron darle la razón al técnico.

En su debut oficial con el Decano, el canario fue el héroe del primer triunfo del Decano en el curso 2013/14, al transformar de manera magistral una falta en el último minuto del duelo con el Real Murcia. Una acción que certificaba su incuestionable clase y que invitaba a pensar en un futuro espléndido.

No fue así. Aunque Larena resultó útil en algunas jornadas, nunca se convirtió en el jugador decisivo y determinante que por calidad técnica estaba llamado a ser. Y nunca más vio portería. En total, Larena disputó 29 encuentros, 17 de ellos como titular, marcando un único gol.

Esta pretemporada, sus sensaciones eran aún peores, rozando la apatía, hasta el punto de resultar lógica la rescisión de contrato acordada por el club y el futbolista, que ahora buscará un retiro dorado en Chipre.