sábado. 07.06.2025
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El paso atrás de Pablo Comas hunde al Recre en el caos

El paso atrás de Pablo Comas hunde al Recre en el caos

El dueño, que ya ni siquiera acude a los partidos en Huelva, está perjudicando gravemente a la entidad con su indefinición y su ineficaz gestión. Benjamín Naranjo presentó su dimisión el pasado jueves y esta semana dejará de ser presidente, lo que acrecienta el vacío de poder.

El Recreativo se hunde. Siguiendo con el símil náutico, el Decano es hoy por hoy una nave a la deriva ante la falta de un capitán capaz de marcar el rumbo y ganarse el respeto de la tripulación. Lo sucedido el pasado domingo, antes, durante y después del partido contra el Algeciras, lo ha dejado claro.

La situación no puede ser más caótica en los pasillos del Nuevo Colombino. La estrategia de Pablo Comas de dar un paso atrás y colocarse en segunda línea para rebajar la tensión social -es la razón por la que no acude al palco del Nuevo Colombino-, ha tenido el efecto indeseado de sumergir a la entidad en el desgobierno.

Las idas y venidas del dueño han generado un peligroso vacío de poder en comparación con el riguroso control que imponía cuando ejercía de presidente y consejero delegado, sin que además haya conseguido los ingresos necesarios para poner fin a los impagos. Y el club necesita una mano fuerte que le gobierne

No puede serlo Benjamín Naranjo, por las escasas atribuciones que los estatutos conceden al presidente, y porque va a dejar de serlo en breve. El onubense presentó el pasado jueves su dimisión al secretario, decisión que debe convertirse en firme esta semana en cuanto sea aceptada por el Consejo de Administración.

De hecho, Benjamín Naranjo sólo ha acudido una vez al Nuevo Colombino desde entonces. Fue el domingo pasado, cuando por solidaridad con sus compañeros de junta, decidió acudir por última vez al palco del estadio. Pero su despacho lleva varios días desierto. Es la viva imagen del vacío de poder.

Con el dueño viviendo entre Madrid y Huelva, y el presidente dimitido, el gobierno del club debería recaer en los consejeros, pero éstos también valoran la posibilidad de renunciar en breve, aunque la ley impide que lo hagan en bloque hasta que no se convoque una Junta de Accionistas.

Podría pensarse que el Recre tiene al menos un hombre fuerte en la parcela deportiva. Efectivamente, Alejandro Ceballos encaja en ese perfil, pero la autoridad del entrenador se ve menoscabada por los impagos hacia los futbolistas, como se ha demostrado este domingo.

De hecho, el preparador sevillano desconocía que los jugadores iban a realizar una protesta en la previa del duelo contra el Algeciras, algo que, como es lógico, le ha molestado. También porque considera que no es la mejor forma de afrontar un partido, como luego se vio sobre el césped.

El descontrol en el vestuario es mayor aún, pues muchos futbolistas tampoco sabían de la citada reclamación laboral y se enteraron de la misma por voz de algunos de sus compañeros, apenas una hora antes de comenzar el choque.

Ante esta situación, Pablo Comas debe mover ficha. O inicia de una vez por todas el proceso de venta del club y abandona la gestión del mismo, o vuelve a tomar las riendas, refuerza su control y ofrece el respaldo y la fortaleza que necesita el equipo en estos momentos. Y a ser posible, poniendo al día a plantilla y empleados.

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