Carolina Marín tropieza otra vez en la piedra de Okuhara y se despide del Masters
La onubense repite derrota frente a la japonesa (11-21 y 12-21) y se queda en las semifinales del último torneo. La bicampeona mundial y número uno del mundo nada pudo hacer ante el increíble momento de forma de la nipona. Aún así, la canterana del IES La Orden cierra un año magnífico en el que ha ganado el Campeonato del Mundo y cinco de los doce Súper Series.
No ha sido el final esperado, pero sí el más lógico. Carolina Marín no ha podido culminar un año mágico ganando el Súper Series Masters Finals de Dubai, al perder en semifinales con Nozomi Okuhara (11-21 y 12-21). La japonesa, que ya se había impuesto a la onubense el día anterior, certificó que se encuentra en un momento de forma inalcanzable, y se perfila como la principal rival de la española el curso venidero.
La nipona, que aún no ha cedido un solo set en el torneo, despachó a la bicampeona del mundo y número uno mundial en apenas 54 minutos de juego. Su superioridad fue insultante, salvo en momentos puntuales de la segunda manga. A la canterana del IES La Orden se le notó además cierta falta de frescura física y mental, consecuencia del desgaste de una temporada jugada al límite desde el primer día al último.
Con la referencia en la cabeza de la paliza encajada 24 horas antes, Carolina saltó a la pista sin demasiada convicción en la victoria. Y si tenía alguna, Nozomi se la borró de un plumazo. La asiática mutó en un muro infranqueable, respondiendo a todos los golpes, llegaran por donde llegaran, por tierra, mar o aire. El primer set fue siempre suyo (1-5, 2-8, 4-11, 10-18) hasta el 11-21 del final.
El segundo parcial duró más y resultó más competido. Marín cambió de táctica y trató de mantener a Okuhara en el fondo de la pista con intercambios más largos. Así aguantó hasta la primera parte del set (7-8), pero la japonesa enganchó un cinco a cero a su favor que quebró la fe de la onubense (7-13). Ésta lo intentó todo, incluso cortar el ritmo a su oponente con una discusión arbitral. No funcionó (del 10-16 al 12-21).
Carolina cierra el año con la cabeza gacha y el semblante triste, pero se repondrá cuando mire atrás y vea todo lo que ha conseguido. Un Mundial, cinco Súper Series y el número uno del ránking BWF la definen como lo que es, la mejor jugadora del mundo. Su zurda, sus gritos y su puño al aire seguro que nos emocionarán en el 2016 tanto o más que en este maravilloso 2015.