Por si no había quedado claro en el mercado de fichajes de invierno, el Badajoz acaba de demostrar al Recreativo de Huelva cómo se las gastan los 'nuevos ricos' de la Segunda División B. Mientras el coste económico de un posible despido es un factor a considerar a la hora de decidir el futuro de Alberto Monteagudo, en el Nuevo Vivero no han dudado ni un segundo en cambiar de entrenador.

El club pacense ha fulminado a Mehdi Nafti tras la derrota del pasado domingo con el Algeciras. Resultado que muy bien podría achacarse al desgaste de la Copa del Rey y que, aún así, mantiene al Badajoz como cuarto clasificado, esto es, dentro de los puestos del 'play-off' de ascenso a la Segunda División.

Máxima exigencia

Sin embargo, sus malas relaciones con el presidente Joaquín Parra le han terminado pasando factura a Nafti. Su sustituto en el banquillo será Pedro Munitis. La exigencia en Badajoz, acorde a su presupuesto, es máxima. Y nada que no sea ser Campeón de Grupo satisfacerá a los dirigentes blanquinegros.