Un juez que no gusta ni a Osasuna ni a Recre

La designación de Sagués Oscoz para la final de El Sadar no ha sido bien recibida. En Huelva no gusta su origen vasco y se le recuerda sus errores en el partido ante el Albacete. En Pamplona subrayan que los rojillos no han ganado con el donostiarra.
Mientras los 22 jugadores de Osasuna y Recreativo concentran la atención de la mayoría, muchos serán también los ojos puestos en Gorka Sagués Oscoz, el colegiado vasco encargado de dirigir la final que puede decidir el descenso de pamplonicas u onubenses a la Segunda División B. Y antes del pitido inicial, puede decirse que ninguno de los dos contendientes está satisfecho con la designación arbitral.
En Huelva se sospecha de su origen, el País Vasco, y su posible afinidad con un club de la vecina Navarra, al tiempo que se recuerda la presencia de Oscoz en las derrotas albiazules esta misma temporada frente a Las Palmas (2-4) y Albacete (3-1). En este último encuentro, el juez perjudicó objetivamente al Decano al señalar un dudoso penalti a favor de los locales y expulsar rigurosamente al visitante Diego Jiménez.
Sagués, sin embargo, tampoco ha sido bien recibido en Pamplona. En este caso, no se recela de su lugar de nacimiento (vino al mundo hace 34 años en San Sebastián), y sí de sus últimos arbitrajes a Osasuna. Sin ir más lejos, en la presente campaña ha dirigido en tres ocasiones a los navarros, con un saldo de un empate y dos derrotas pamplonicas. Y en uno de esos choques dejó a los rojillos con nueve jugadores.
Incluidas sus actuaciones con Osasuna y Recreativo, Sagúes Oscoz ha pitado 19 partidos este curso, con un bagaje de seis victorias locales, ocho empates y cinco triunfos visitantes. No es un árbitro excesivamente tarjetero (5,7 amonestaciones de media) tras mostrar un total de 109 cartulinas (102 amarillas y 7 rojas), si bien, sí existe una diferencia entre el equipo de casa (41 tarjetas) y el de fuera (68).
Justificados o no los recelos de Osasuna y Recreativo, ninguno de los dos clubes ha cometido la imprudencia de quejarse públicamente de la designación, aunque entre bastidores seguro que se han movido, pues es muchísimo lo que hay en juego. Y Sagués Oscoz también lo sabe. Veremos cuál es el final de la historia.