Mansour Kassé hizo un reverso y encaró el aro con toda la potencia de sus 208 centímetros. De la nada surgió Okafor para intentar defender la acción. En teoría, el duelo entre una estrella de la Liga EBA contra un jornalero del baloncesto debía acabar en canasta y personal. Pero el gregario del Enrique Benítez le puso un monumental tapón a la figura del Ciudad de Huelva. Es la jugada que mejor define un derbi onubense marcado por una inesperada igualdad.

Porque el aspirante se subió a las barbas del favorito. Y de qué manera. El poderoso Ciudad de Huelva tuvo que sudar hasta la última décima de la prórroga para ganar el partido, esquivar el fracaso y clasificarse matemáticamente para las eliminatorias por el ascenso a la Liga LEB Plata. El Enrique Benítez, en cambio, se queda un año más sin opciones de subir de categoría, aunque como los espartanos en las Termópilas, se desvanece entre el honor y la gloria.

Anticipando la sorpresa

El primer cuarto anticipó una posible sorpresa. El Ciudad de Huelva cayó en la trampa de imitar el juego rápido del Enrique Benítez y no tardó en verse por detrás en el marcador. Dos triples de Fede Ristori iniciaron el despegue de los visitantes, que llegaron a manejar diez puntos de renta (8-18). El choque no se rompió gracias a la calidad de Fran Cárdenas (16-23).

Ofuscado en ataque, el CDH buscó la reacción desde atrás. Pedro Vadillo alternó la defensa zonal con la individual, y la ofensiva del EB se bloqueó. Mansour Kassé, aunque horrible en ataque, comenzó a capturar un rechace tras otro, privando al cuadro de Gabriel Carrasco de una de sus armas preferidas: el rebote ofensivo. Al descanso las fuerzas se habían nivelado (26-28).

Manejarse en el caos

La continuación transitó por el mismo camino de mal juego, pésimas lecturas, imprecisiones, nervios y mucha intensidad. El Ciudad de Huelva rubricó su remontada con un triple de Pape Sow (31-30), si bien, el Enrique Benítez se manejó mejor en el caos y volvió a poner el luminoso de su lado al término del tercer periodo (40-43).

Con Kassé lastrado por cuatro personales, dio inicio el último cuarto. Y no era la única mala noticia. Los tiros de Cañas, una entrada 'kamikaze' de Ristori y dos libres de Villamil colocaron al Enrique en la catapulta hacia el triunfo (44-53, min.34). Pero justo cuando había llegado a la orilla, el Benítez se ahogó. Por el miedo a ganar -más paralizante aún que el miedo a perder-, y por los ovarios del Ciudad de Huelva.

La quinta personal de Ristori

El mejor ejemplo fue la canasta del empate, lograda por Kassé tras capturar dos rebotes ofensivos (59-59, min.31). Cárdenas anotó a continuación, Alberto Torres erró dos tiros libres, Raúl Postigo se la jugó de tres y, finalmente, Ristori forzó la prórroga a siete décimas del final (61-61). Fue la última aportación del MVP del Enrique Benítez, que cometió la quinta personal al poco de principiar el tiempo extra.

Sin su estrella, el EB sobrevivió a base de triples, hasta que se acabó la puntería. El CDH, más sereno, siguió forzando faltas y acertando desde el tiro libre (72-69). Quiles apretó el marcador con la que a la postre sería la última canasta del encuentro (72-71). Porque en el minuto y once segundos que restaban para la conclusión, todo fueron fallos y despropósitos. El propio Quiles tuvo la bola para ganar con doce segundos por jugar, pero la historia del derbi ya estaba escrita.

-FICHA TÉCNICA

CIUDAD DE HUELVA: Fran Cárdenas (18), Víctor Pérez (11), Pape Sow (15), Mansour Kassé (10), David Hermes (4) -cinco inicial-, Javi Montaner (0), Sebas Domínguez (2), Raúl Postigo (7), Mitch Eighme (0) y Joaquín Cebolla (5).

ENRIQUE BENÍTEZ: Alberto Torres (12), Álvaro García-Quiles (14), Fede Ristori (17), Mockaitis (0), Guido Villamil (12) -cinco inicial-, Okafor (0), Cañas (12) y Morales (4).

CUARTOS: 16-23, 10-5, 14-15, 21-18 y 11-10.

ÁRBITROS: Garrido Tornero y Carmona Alcaraz. Eliminaron al local Mansour Kassé y al visitante Fede Ristori por cometer cinco faltas personales.

CAMPO: Pabellón Andrés Estrada, unos 2.500 espectadores.