La falta de fichajes incrementa el riesgo de descenso a Tercera División

Por tercera temporada consecutiva, el Decano no logra reforzarse en enero. En este caso, sólo se ha visto debilitado por la marcha de Dani Molina. El Ayuntamiento ha sido incapaz de evitar esta peligrosa situación,

El Recreativo de Huelva ha fracasado en el mercado de fichajes de invierno. Por tercera temporada consecutiva, el club no sólo ha sido incapaz de reforzarse en enero, también ha visto como su plantilla se debilitaba por las bajas. En el caso que nos ocupa, Dani Molina.

La primera vez, aquello costó el descenso de Segunda a Segunda B. Y el curso pasado se estuvo a un gol de una tragedia aún mayor, bajar a Tercera. Nadie sabe lo que ocurrirá ahora, pero es evidente que, sin los fichajes necesarios, el riesgo de perder la categoría es muy elevado.

Nada se le puede reprochar a los técnicos del club. Manolo Toledano y Juanma Pavón hicieron su trabajo, informándose de los jugadores disponibles, negociando con algunos de ellos, rogándoles que tuvieran paciencia. Un esfuerzo que no ha servido para nada.

Algunos nombres trascendieron, casos de Cifu, Caye QuintanaWilson Cuero, Pablo Gallardo, Pablo Aguilera o Chus Hevia. Otros, en cambio, permanecerán en el anonimato de la agenda recreativista a la espera de una mejor ocasión. Al final, ninguno de ellos habría podido venir.

Porque el Decano sigue teniendo suspendidos sus derechos federativos, razón por la que tampoco puede acudir al mercado de futbolistas en paro. Para fichar, el club necesita que el primer plantel y el filial levanten las denuncias ante la AFE. Y, por ahora, no lo han hecho

La tentación de culpar a la plantilla es grande, pero no sería justo. Los jugadores siguen las indicaciones de su sindicato y el Consejo de Administración no fue capaz de encontrar una vía de financiación con la que pagar alguna nómina a cambio de la retirada de las denuncias.

Claro que la directiva poco podía hacer con las cuentas del club embargadas y el radar de Hacienda vigilando cualquier movimiento. Una dificultad que procede directamente de la herencia recibida de los tiempos de Pablo Comas.

Entonces, ¿el empresario madrileño es el culpable de este nuevo desaguisado? Aunque el camino fácil pasa por señalar al sospechoso habitual, no sería honesto. El responsable es el Ayuntamiento, dueño del club desde la expropiación, lo que significa que ha tenido seis meses por delante para evitar que el mercado de fichajes debilitara aún más al Recre.