El día más feliz en la vida del pequeño José Antonio

Quién le iba a decir a José Antonio Garrido que un Recreativo-Granada B, encima sin goles, iba a ser el partido de su vida. Pero así fue. El pequeño de 12 años natural de Gibraleón pudo olvidar por unas horas la enfermedad -necesita un trasplante de médula para combatir la leucemia-, y disfrutar de una experiencia al alcance de muy pocos.

Prácticamente, fue un futbolista más del Decano. Estuvo en el vestuario local, dirigió una arenga a los albiazules como si se tratara de Juanma Pavón, realizó el saque de honor y vio el partido desde el palco. Además, recibió como regalo una camiseta con el dorsal de Jesús Vázquez firmada por toda la plantilla recreativista.