Hasta cuatro grupos empresariales compiten por ser los dueños del Recre
Está en Segunda División B aunque puede que no salga a competir. Tiene una deuda igual o superior a la que le llevó al concurso de acreedores. Su dueño y su gestor están enfrentados en una batalla muerte que ya tiene varios frentes judiciales abiertos. Y aún así, a pesar de todo, el Recreativo sigue siendo un club apetecible para los inversores.
De hecho, según ha podido saber DiariodeHuelva.es, hasta cuatro grupos empresariales se han interesado por el Decano en las últimas fechas y valoran presentarse al concurso público que el Ayuntamiento de Huelva abrirá para vender el paquete accionarial mayoritario del club.
Aunque sólo hay un nombre sobre la mesa de la opinión pública, dos de estos grupos son conocidos por el aficionado. Se trata del empresario Jesús León y los anónimos inversores españoles que se presentaron en sociedad a través de una nota de agencia, aunque DiariodeHuelva.es ya había informado de ellos. Los otros dos, que aún no han dado la cara, están relacionados con un jugador y un ex-futbolista del Recre.
De inicio, Jesús León llevaba ventaja, tras avalar los 200.000 euros para inscribir al equipo en Segunda B. Sin embargo, la tardanza a la hora de recuperar los derechos federativos y la negativa de Pablo Comas a firmar a su entrenador -Rafa Berges-, han provocado que el cordobés medite la retirada.
Se abre así la puerta para el anónimo grupo inversor español que anunció que estaba dispuesto a realizar una inyección económica de salida de 4,5 millones de euros en el Decano. Tras esta oferta se sitúan algunos de los empresarios que apoyaban al grupo onubense que llegó a un acuerdo de compra-venta con Pablo Comas para luego incumplirlo, según dijeron, por orden del Ayuntamiento.
Y quedan los dos grupos representados por futbolistas. De estos nada se sabe aún, ni su procedencia, ni su composición, aunque sí quienes les han presentado al Consistorio, pues según fuentes consultadas por DiariodeHuelva.es, Jesús Vázquez habría actuado de intermediario para uno de ellos, y Raúl Molina, para el otro.
