viernes. 26.04.2024
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Las mascarillas, paracaídas de la moda flamenca onubense

En empresas señeras de moda flamenca como El Ajolí, actualmente el 100% de la facturación viene de las mascarillas
Las mascarillas, paracaídas de la moda flamenca onubense

El sector de la moda flamenca ha sabido reinventarse y resurgir de sus cenizas tras el azote sufrido por  la pandemia. Las firmas de moda onubenses han asistido al que probablemente haya sido el peor año en sus negocios.

Cuando estaban preparadas para lanzar las nuevas temporadas, a las puertas de ferias y romerías, el virus llegó para encerrar a los onubenses durante una larga y angustiosa cuarentena.

Colecciones enteras se quedaron sin salir de los talleres. Festejos, celebraciones y encuentros señeros se vieron paralizados y con ellos, el esfuerzo y la inversión de cientos de trabajadores onubenses.

Protocolos, distanciamiento, medidas de seguridad y restricciones llegaron en marzo para no marcharse, trayendo consigo, además de una imagen social atípica, nuevos gustos e, incluso, tendencias.

Este es el caso de las mascarillas. Odiadas al principio y ahora, además de obligatorias, esenciales para combinar con la moda del día a día.

Este elemento de protección se ha convertido en un complemento imprescindible de la “nueva normalidad”. Tanto es así que a la mayoría de la población no les da igual cuál llevar, sino que buscan que protejan, que sean cómodas y, además, que tengan estilo y "peguen" con sus outfits.

Un complemento que además de ser un filón para muchos negocios, se ha convertido en el paracaídas de la moda flamenca onubense.

Las redes sociales y la venta online han sido los grandes aliados de esta nueva propuesta comercial que, en muchos casos, se ha alzado como el producto estrella de algunos de las marcas más reconocidas de trajes de flamenca.

Manuela Macías, El Ajolí o diseñadores como el onubense Sergio Vidal han sacado tajada a este nuevo reclamo y ahora, cuentan con diseños exclusivos de lo más demandados.

Las ventas de la firma onubense Manuela Macías durante el período del Covid-19 desde marzo han sido casi inexistentes, teniendo en cuenta que la facturación de este sector de la flamenca empezaban justo en el momento en el que se decretó el estado de alarma. "Nos quedamos con toda la inversión hecha y toda la producción de la colección de flamenca 2020 colgada en nuestros almacenes. A día de hoy, ahí continúa, después de haber pasado 7 meses sin poder darles una salida comercial", lamentan.

Sin embargo, a pesar de la complicada situación, el auge de las mascarillas les ha servido para paliar, en parte, las grandes pérdidas.

"Durante el estado de alarma, y con la colaboración de algunas de nuestras modistas, decidimos fabricar mascarillas para donarlas a todos los niños de San Bartolomé de la Torre, para que cuando pudieran salir a la calle después de dos meses encerrados, lo hicieran protegidos. Siempre las hicimos bajo la norma de Especificación UNE 0065 (que establece los requisitos mínimos que deben cumplir las mascarillas higiénicas reutilizables para niños y adultos, en cuanto a los materiales que se utilizan para su elaboración, confección, marcado y uso)", cuentan desde la empresa.

"Como vimos que las mascarillas seguirían haciendo falta decidimos en el mes de mayo que debíamos certificarlas y homologarlas, pasadas por un laboratorio, contando desde el momento de homologación con una etiqueta con marcado CE para la venta en la que se describe el producto, su uso,transpirabilidad,etc", explican.

Por suerte, a pesar de las pérdidas del sector de flamenca, en comercios como los de Manuela Macías, la moda de comunión, acompañada de la venta de mascarillas, ha servido para, al menos, "mantener activo el sector en un momento duro".

"En ningún momento la fabricación de las mascarillas ha constituido un gran revulsivo para la empresa pero junto con la línea de trajes de comunión que en 2019 pusimos en marcha, nos están ayudando a poner en funcionamiento nuevamente el taller, dándonos la oportunidad de volver a la contratación de parte de nuestra plantilla con todo lo que eso supone para la economía familiar de nuestras modistas".

"La colección de mascarillas es muy amplia, rozando los 100 modelos de distintos tejidos y los demandantes de ellas van desde los más pequeñitos hasta las personas mas mayores. También estamos haciéndolas para empresas con los logos serigrafiados a muy buenos precios, sobre todo para el sector agrícola andaluz y extremeño", afirman.

En El Ajolí, el diseño de mascarillas también se ha convertido en el principal quehacer del día a día, así lo confiesa su gerente, Susana Jiménez: "Es algo que nos mantiene ocupadas y con lo que va entrado algo de liquidez en la empresa, a la vez que no estamos paradas a nivel de imagen de marca tampoco, pero no es ni de lejos suficiente para salvar la situación tan dura en la que nos encontramos".

En la empresa bartolina comenzaron a hacer mascarillas al principio de la pandemia con un fin solidario, para los sectores que más lo necesitaban. Pero rápidamente se dieron cuenta de que que había una gran demanda por parte del público, que quería comprar mascarillas de El Ajolí.

"Actualmente sólo llevamos un mes comercializando las mascarillas. Hemos hecho una inversión en tejidos de calidad y homologados con la normativa vigente. Son mascarillas seguras. Tenemos casi 100 diseños diferentes y en dos tipos de modelos, una de tejido TRITEX y otras con TNT de 60 gr.

El público es el nuestro de siempre, nuestras clientas que son fieles a la marca. También hemos tenido pedidos de grupos, como centros educativos o empresas para sus trabajadores. El público masculino se incorpora también poco a poco, ya que es un producto para todos los públicos", nos cuenta la gerente de El Ajolí.

En esta empresa, actualmente, el 100% de la facturación viene de las mascarillas.

"Parece que las mascarillas van a estar entre nosotros mucho tiempo. Como además no debemos llevarlas más de 4 horas seguidas, hacen falta en una familia muchas mascarillas para poder protegernos y proteger a los demás.

Las mascarillas higiénicas reutilizables son la opción más barata y más amigable con el medio ambiente. Ahora son un accesorio de moda, queremos que combinen con el resto de nuestro outfit, es otro complemento más. Ya hay clientes que compran los modelos según su armario y su estilo.

Para ocasiones especiales como bodas o comuniones también hay demanda de mascarillas más especiales, a juego con el modelo que llevamos, así que las personalizamos según vayas vestida/o. ¡Y está pasando lo mismo que con nuestra trajes de flamenca, que llaman la atención y no dejan indiferentes!", explican.

Una demanda que a esta empresa onubense les llega, incluso, desde Japón.

"Nuestra proyección internacional también ha sufrido un varapalo. Estábamos empezando a poner un pie firme en Japón, pero allí el covid también ha paralizado los eventos de todo tipo y las reuniones de grupos grandes. Aún así hemos tenido demanda de mascarillas de nuestros clientes en Tokio y la relación con ellos sigue estable".

Sin duda, el uso de mascarillas "va para largo". Así lo ven los profesionales de este sector, quienes auguran un 2021, de nuevo, sin romerías ni festejos: "Nuestra opinión personal es que esta situación tendrá un largo recorrido. No creemos que en 2021 haya romerías ni ferias tal y como vemos que el virus está de nuevo avanzando estos días. A lo mejor algún desfile benéfico puede haber, pero ya está".

Por eso, se ponen como meta, ir superando el día a día. Eso sí, centrados en la nueva realidad:

"Ahora mismo tenemos puesto el foco en las mascarillas. Al ser sólo dos personas en el taller tampoco podemos abarcar mucho más, pero siempre hay ideas que rondan. Tenemos proyectos en mente aunque hay que estudiar bien la viabilidad. En nuestras redes sociales iremos contando todo cuando las ideas se materialicen y se puedan hacer realidad".

LAS MASCARILLAS DEL ONUBENSE SERGIO VIDAL, RECLAMO A NIVEL INTERNACIONAL

El olontense Sergio Rodríguez Vidal ha encontrado en este nuevo elemento la pieza clave para desarrollar todo su potencial creativo.

Antes de que llegara el confinamiento, Sergio iba a presentar su nueva colección de moda el 21 de marzo en la pasarela Doñana Flamenca 2020 y se encontraba preparando las colecciones de novia, comuniones, romerías y fiestas de primavera. 

Pero, con la llegada de la pandemia, sus planes cambiaron de manera radical. “Para el sector de la moda ha sido un gran palo. Nos hemos encontrado con toda la inversión hecha, colecciones realizadas y todas las celebraciones paralizadas. Toda la agenda de trabajo se ha ido al traste”, explica el diseñador.

Durante la pandemia Sergio se quedó solo en su taller (sus modistas son, en general, mayores y se encontraban entre el grupo de población de riesgo) y junto a su madre, decidió aprovechar el parón en la producción para reorganizar todo, hacer inventario y reinventarse.

Así es como surge su nueva iniciativa: comenzar a diseñar mascarillas para todos los negocios que estaban abiertos, ante la escasez de las mismas en las farmacias.

Ahora tenemos un muestrario con más de 200 tejidos. Me encargan mascarillas de todo tipo: diseños propios, de  distintas colecciones, inspiradas en El Rocío, con banderas calé, del orgullo, inspiradas en los patios de Córdoba…un abanico tan amplio que llega hasta donde es capaz de llegar la imaginación”, afirma el popular diseñador.

Una producción que ha traspasado el territorio nacional. No sólo ha llegado hasta Canarias o Mallorca, sino que en países como Francia, Italia o Reino Unido también demandan los diseños del onubense.

Desde políticos hasta cantantes de moda e influencers. Todos se pelean por las mascarillas de este diseñador. Cristina Cifuentes, Belén Esteban, Eva González, María Jesús Ruíz, Manuel Lombo, Pitingo, Arcángel, Pasión Vega, Los Morancos, Pastora Soler, Madame de Rosa o Cristo Báñez ya presumen de sus mascarillas, made in Huelva, realizadas por el olontense.

Tan lejos están llegando las mascarillas de Sergio, que ya incluso tendrán su propia tienda física: "Ahora abriremos una tienda en Almonte, exclusivamente de mascarillas y tenemos un proyecto en mente que daremos a conocer muy pronto", explica.

REIVINDICACIONES DEL SECTOR

Empresas como El Ajolí, aseguran que desde el principio han reivindicado y han hecho visible cómo el Covid estaba afectando de una manera muy dramática al sector. "Cuesta creer que en los inicios de todo esto había gente que no lo veía. Hemos agradecido el apoyo y cariño que nos han dado los bloggers de moda flamenca, que han estado al pie del cañón desde el minuto uno.

Y ahora, desde hace menos de un mes, se ha puesto en marcha el movimiento reivindicativo Lunar Off, al que estamos vinculados junto con otras empresas de nuestro sector y con el que estamos planificando acciones para hacer visible nuestra situación tan delicada. En breve hay una manifestación".

Así, los profesionales de la moda flamenca, ante la incertidumbre del sector sobre cómo acontecerán los nuevos tiempos protagonizados por el Covid, se han unido bajo el llamado Movimiento Lunar Off, el movimiento andaluz de apoyo y visibilidad de la moda flamenca.

Se trata así de conseguir que las instituciones correspondientes respalden la sostenibilidad de las empresas, reconozcan al sector como Patrimonio de la Humanidad y, por tanto, como Cultura, además de la petición de ayudas y reducciones fiscales mientras la situación perdure, dado que debido a los límites de aforo por las medidas sanitarias aplicadas, ferias y romerías están en suspenso, con el consecuente paro en el sector.