Manomatic firma su última obra urbana en la entrada del legendario Pub Tumi

El artista urbano Manomatic acaba de presentar su última obra, que ya luce en la fachada y entrada al Pub Tumi. El establecimiento, ubicado en la calle Jacobo del Barco del popular barrio de La Merced es uno de los más emblemáticos de la ciudad de Huelva y atesora una tradición musical que le dio fama desde su apertura allá por 1986. Cuando abrió sus puertas el artista urbano Adrián Pérez (Manomatic) tenía solo 4 años.
En su trayectoria como artista ha realizado trabajos para innumerables instituciones dentro y fuera de España, su país de residencia. Entre los proyectos más destacados esta el mural de gran formato para el Instituto Cervantes de Atenas (Grecia) dedicado al año del libro (2O18). También realiza un mural dedicado al tratado de paz con las FARC realizado en Bógota (Colombia), asistiendo como único artista invitado por la Embajada de España en Colombia dentro del ámbito de la Cooperación internacional (2O17). Ha participado en infinidad de Festivales internacionales en países como Alemania, Francia, Polonia, Bulgaria, Albania, Italia, Grecia o España. El 2O15 realiza una exposición propia llamada ‘SelfieL‘ en la que consigue el récord del lugar con 10.000 visitante en un mes, el espacio expositivo era la Sala Siglo XXI en el área contemporánea del Museo de Huelva.

La pintura que luce representa un Tumi original. El Tumi es un instrumento ceremonial semejante a un cuchillo con mango de forma rectangular o trapezoidal utilizado antiguamente en el Perú Precolombino. En la actualidad es un símbolo que forma parte del logotipo del Colegio Médico del Perú dadas sus connotaciones históricas relacionadas hasta con operaciones primarias.

Tanto Manomatic como el gerente del establecimiento, Pepelu Serrano, han puesto en valor una obra que aporta un detalle de distinción a un bar que junto al Ibiza, el 1900 y Los Cuartelillos forma parte de la memoria colectiva de una ciudad que en muchas de sus facetas culturales, musicales y artísticas comenzó a despertar precisamente en la década de los 80.