lunes. 16.06.2025
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Juan Carlos Romero rinde homenaje a los grandes del flamenco que nos dejaron

Juan Carlos Romero rinde homenaje a los grandes del flamenco que nos dejaron

'Paseo de los Cipreses', dedicado a figuras y "amigos" como Niño Miguel, Paco de Lucía o Enrique Morente, el nuevo trabajo en el que el guitarrista onubense toca con el corazón.

El guitarrista onubense Juan Carlos Romero acaba de publicar el trabajo que más parte de su alma tiene en cada uno de las ocho piezas que lo componen. ‘Paseo de los Cipreses’, que distribuye Karonte Flamenco y grabado en su mayor parte en los estudios Bola de Gines (Sevilla), es un disco que nació “sin haber sido previsto”, dice el maestro de Huelva de las seis cuerdas. “Fueron los propios acontecimientos los que marcaron la creación de este trabajo”, dice Romero. “Empezaron a suceder acontecimientos que no podía ignorar; demasiadas cosas que ocurrieron y muchos que se fueron en muy poco tiempo, y lógicamente eso te remueve y no puedes permanecer ajeno”. Se refiere a la pérdida irreparable de “personas muy queridas”, entre los que se encuentran Paco de Lucía, Niño Miguel, Enrique Morente o Félix Grande.

Por eso, Juan Carlos Romero dice que ‘Paseo de los Cipreses’ “no es un homenaje a figuras del flamenco, sino a amigos, allegados, personas a las que quise mucho y con mucho peso en el flamenco”. “El punto de partida fue el afecto personal por todos ellos”.

cipreses

“Este disco contiene mi alma, y expreso mi admiración sincera a todas estas personas queridas, por lo que me enseñaron y aportaron”, dice el guitarrista onubense, que subraya que ‘Paseo de los Cipreses’, título también de la rumba que abre el disco, es “una celebración de la vida”. ‘La vida al encuentro’, el octavo y último tema del álbum, resume perfectamente este sentimiento: “Una vez hecho el duelo, un canto a la vida, que es lo que más me gusta: vivir”.

Por esta razón, dice el maestro onubense que no ha sido la tristeza la que ha impregnado el proceso de creación de este disco: “El sentido de pérdida siempre viene acompañado de un primer sentimiento de tristeza; pero he aprendido del flamenco que a la muerte no hay que evitarla, sino mirarla de frente y cogerla por la solapa”. Y recuerda palabras de su amigo Félix Grande: “El flamenco no es una herida abierta, es una herida cauterizada; no es tristeza, sino consuelo”, y es así como se ha gestado ‘Paseo de los Cipreses’.

ÍNTIMO. Juan Carlos Romero confiesa que hay en este disco “mucho de lo personal, sentimientos absolutamente íntimos que se expresan a través de la música, y que no se quedan dentro haciéndote daño por dentro”.

Grandes palabras tiene para su amigo Niño Miguel. “Formó parte de mi infancia, él fue el primer ídolo que tuve de la guitarra, el que me enseñó”. Menudo maestro. “Aprendí mucho de él y compartí muchos momentos, y también con su padre Miguel El Tomate”.

Pero si hay un genio irrepetible al que profesa un cariño y admiración especiales, ése es Paco de Lucía. “Para todos los guitarristas es nuestro gran héroe; él ha conseguido algo muy difícil en un mundo como el flamenco, tan dado a la discusión, que es la unanimidad; y nada fue lo mismo después de él en el flamenco”.

HUELVA. Juan Carlos Romero es una de las figuras del flamenco con su guitarra en las manos, y sostiene que su relación con Huelva es “muy cercana”, aunque no todo lo que quisiera… “Aquí tengo grandes amigos, mi familia; personalmente, estoy muy ligado a Huelva, pero profesionalmente he de decir que vivo de espaldas”. Cinco años han pasado de su última actuación en Huelva. En este punto, se muestra prudente, aunque también crítico: “Es una cuestión personal, una relación emocional con mi tierra, pero no percibes que eso tenga valor institucionalmente”.

El nuevo álbum del onubense lo componen las siguientes piezas: ‘Paseo de los Cipreses’, una rumba dedicada a su amigo Antonio Moreno; ‘Gracias innumerables’, bulería en homenaje a Paco de Lucía; ¡Ay, Enrique!, granaína a Enrique Morente; ‘Encogiéndome de hombros’, tango a Félix Grande; la taranta ‘En el nombre de mi padre’; el ‘Vals Flamenco’, a el Niño Miguel; ‘Se canta lo que se pierde’; y ‘La vida al encuentro’, bujería que resume el espíritu de este trabajo discográfico.

El disco, sentencia Juan Carlos Romero, “es de verdad, es sincero, y he dejado mi corazón en cada una de las canciones”.

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