viernes. 06.06.2025
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Antonio Pérez Ríos gana el Premio Iberoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez con un poemario que arde por dentro

‘El undécimo mandamiento’ es una obra marcada por la emoción, el deterioro y la verdad poética, escrita desde la memoria y el amor filial.

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Antonio Pérez Ríos gana el Premio Iberoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez con un poemario que arde por dentro

El madrileño Antonio Pérez Ríos ha sido galardonado con el 45º Premio Iberoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez por su libro El undécimo mandamiento, un poemario que el jurado ha definido como un viaje íntimo hacia la decadencia física y mental de un padre enfermo. La ceremonia se ha celebrado en el Monasterio de Santa Clara de Moguer, donde el presidente de la Diputación de Huelva, David Toscano, y el alcalde moguereño, Gustavo Cuéllar, le han hecho entrega del premio, dotado con 25.000 euros y la publicación de la obra.

Toscano ha destacado el compromiso de la Diputación con este premio, que “no solo reconoce un presente literario lleno de madurez, sino que consolida un puente entre Huelva y la poesía iberoamericana”. Para el presidente provincial, este galardón trasciende lo literario y se convierte en un símbolo de diálogo entre culturas, de escucha y de hermanamiento a través del idioma.

Por su parte, Gustavo Cuéllar ha resaltado el valor del certamen como “uno de los más prestigiosos del mundo hispanohablante” y ha elogiado la obra ganadora por su profundidad humana y su capacidad para hacer de la poesía un refugio frente a la enfermedad y la pérdida. Pérez Ríos, visiblemente emocionado, ha defendido una poesía que arda y transforme: “La poesía que no quema no es poesía”, ha afirmado.

El undécimo mandamiento nace como una ofrenda a la figura del padre del autor, afectado por una enfermedad devastadora. En palabras del propio poeta, se trata de “una llamarada convertida en palabra”, escrita desde la herida abierta de la pérdida, desde el asombro de un hijo ante la fragilidad humana. El jurado ha subrayado el uso simbólico de la luz y la voz como elementos que sostienen el relato.

La ceremonia ha concluido con una actuación musical de Laura Oliva, poniendo el broche final a una jornada en la que la emoción y la poesía volvieron a encontrarse en Moguer, bajo la sombra inmortal de Juan Ramón Jiménez.