Viva Extremadura
Los tres diestros salen por la puerta grande.
CRÓNICA - José Luis Camacho Malo.
Tercer festejo del ciclo colombino
Toros de Santiago Domecq. Buen presentados aunque transmitiendo poquito. Los dos mejores los sobreros
Julián López El Juli. De granate y oro. Dos orejas y saludos
Miguel Angel Perera. Granate y oro. Una oreja y dos orejas
Alejandro Talavante. Rosa pálido y oro. Oreja y oreja
Los tres diestros y el mayoral salieron a hombros por la puerta grande.
Magnífico festejo el tercero del ciclo colombino, donde los dos toreros extremeños brillaron con luz propia, sin desmerecer la actuación de El Juli, que el acero le impidió un mayor éxito. Corrida completa donde el público se divirtió, que en definitiva es de lo que se trataba.
Abría la plaza Julián López "El Juli" y desde el inicio se veía que iba a ser una tarde importante para el madrileño, comenzando con una serie de verónicas con el capote para continuar por chicuelinas que fueron del agrado del respetable. Con la muleta inició la faena con una serie de derechazos que, si bien no transmitían a los tendidos, estaban muy bien ejecutados, pero el torero se fue superando y a un toro que tenía las fuerzas muy justitas le sacó una faena buena con unos naturales largos y profundos que arrancaron los oles del respetable, después de rematar de pecho con mucha pureza. Mató de una buena estocada y se le concedieron las dos orejas.
Después de desorejar al toro 'El Juli', le tocaba el turno al extremeño Miguel Angel Perera, que deseoso de agradar se echó la rodilla al suelo para torear por verónicas al primero de su lote, cosa que levantó los aplausos del público, para posteriormente ejecutar unas gaoneras del agrado del respetable. Llegó la hora de coger la muleta y Perera, después de brindar al público, se fue al centro del anillo para comenzar con unos pases por alto sin moverse ni una mijita. Continuó con una serie de derechazos que no llegaban a transmitir, pues, si bien el toro repetía con facilidad, se paraba con más facilidad todavía, por lo que el extremeño tuvo que hacerlo todo para agradar y bien que lo consiguió, sobre todo con unos naturales profundos concluyendo con un arrimón. Mató de una estocada y se le otorgó una oreja a pesar de la petición mayoritaria de la plaza, por lo que la presidencia se llevó la primera gran bronca de la feria.
No le tocó el toro ideal a Alejandro Talavante, por lo que en su primer toro pasó con más pena que gloria. Poco se puede destacar de su faena pues el astado no colaboró en nada. Al final de la faena logró algún que otro muletazo suelto con un toro que no humilló en ningún momento. Mató de una certera estocada e incomprensiblemente, y sin haber una petición mayoritaria, más diría, discretita, el presidente le otorgó una oreja. Está claro que la tómbola del obispo sigue funcionando.
El segundo astado le tocó a El Juli en suerte. Después de una voltereta al salir del caballo, se lesionó y el presidente sacó el pañuelo verde para mandarlo a los corrales. Después de varios intentos para que el toro se fuera con los cabestros, un subalterno del diestro madrileño lo apuntilló desde un burladero.
En sobrero de la misma ganadería resultó ser de mayor recorrido que los anteriores, lo que El Juli aprovechó para instrumentar una faena basada fundamentalmente en la mano derecha, para echarse posteriormente la muleta a la izquierda y ejecutar una tanda muy interesante. Continuó con la diestra con una serie muy lenta que arrancó los oles de los tendidos. No tuvo suerte con la espada, pinchando antes de dar una estocada defectuosa que le sirvió para que el astado rodase por el albero. El acero obviamente le impidió tocar pelo en esta ocasión. Recibió un aviso y fue muy aplaudido, teniendo que saludar desde el tercio.
El quinto de la tarde, segundo para Miguel Ángel Perera, sirvió para que el extremeño abriera también la puerta grande. Con el capote logró ejecutar una serie de chicuelinas muy meritorias. En el tercio de banderillas destacó Joselito Gutiérrez, que después de un excelente par tuvo que saludar desde el tercio. Perera inició la faena de muleta rodilla en tierra, logrando una serie con la derecha que fue muy jaleada por el respetable, continuando con unos derechazos de gran valor. Se echó la muleta a la izquierda, pero rápidamente volvió a la diestra, donde se estuvo gustando el torero para acabar con unos redondos muy aplaudidos por los tendidos. Mató de certera estocada y se le otorgaron las dos orejas.
Para cerrar plaza de nuevo hubo que echar mano de los corrales, pues el segundo del lote de Alejandro Talavante tuvo que ser devuelto, pues salió lesionado de una de sus patas. Este segundo sobrero, también de la ganadería de Domecq, sirvió para que el otro torero extremeño de la terna se luciera con el capote toreando con un gusto exquisito, y también para que el rehiletero Juan José Trujillo tuviera que desmonterarse para saludar después de un excelente par de banderillas.
Pero lo mejor estaba por llegar. Talavante abrió el tarro de las esencias e interpretó el toreo en su máxima expresión. Tanto por la izquierda como por la derecha, toreando con gusto, para acabar por manoletinas muy ajustadas que redondeada para mí la mejor faena del ciclo colombino. Mató de estocada algo trasera que hizo que el astado tardará en caer y se le concedió una oreja que le sirvió para salir juntos a sus compañeros por la puerta grande a hombros.

















