miércoles. 24.04.2024
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Violencia de género. ¿Conseguiremos al fin su erradicación?

Violencia de género. ¿Conseguiremos al fin su erradicación?

Pilar Enjamio ahonda en la lacra del maltrato, las consecuencias en los hijos y en el análisis desde la perspectiva homosexual.

El maltrato físico, psíquico, o ambos inseparables el uno del otro, siempre ha existido como tal, si bien las normas sociales del pasado impedían que viese la luz en una cultura donde el papel de la mujer estaba relegado a ser 'geisha' de su marido, sin derechos, sólo con deberes en forma de recordatorio constante en un entorno ajeno al sufrimiento individual, pero muy implicado en contentar a una sociedad arcaica. En la actualidad, la incorporación de la mujer al trabajo y su independencia económica han sido vías para salir de situaciones y reaciones anómalas en cuyo diccionario no existía la palabra respeto, como ser libre con inquietudes y con derecho a una integridad física y psíquica, y de este modo abrirse con autenticidad al amor de pareja y al amor y protección a los hijos. Seres inocentes, pero que grabarán en su mente como secuencias de una película transformada en pesadilla. Abraham, nombre supuesto, cada vez se acercaba su padre perdía el control de la micción, desarrollando un transtorno denominado enuresis, amén de una tartamudez, dependiendo de la cercanía o lejanía del progenitor. No es exacta la afirmación de que de padres maltratadores consecuentemente inducirán a menores a ser maltratadores desde la adolescencia. Eso ocurre en algunos casos, en otros rechazan totalmente ese modelo relacional de agresión y nulos valores. No puedo ni quiero obviar la muerte ayer jueves de un actor supuestamente de manos de su pareja, pero legalmente no considerado violencia de género por ser gays, y eso es aberrante. Respeto a las parejas sean gays, homosexuales, respeto a su modelo de existencia, pero pareja al fin. No es una utopía, entrelazando todos los elementos se puede erradicar la violencia de género. Tratar problemas de alcohol y drogadicción y transtornos alucinatorios y psicóticos derivados de los mismos o con base genética y constitucional. Denuncia desde el primer intento agresión, ayuda psicológica a la dependencia afectiva del síndrome de Estocolmo, ayudas económicas del gobierno no sólo casas acogida, denuncia del entorno ante cualquier situación extraña, pero sobre todo y por encima de todo, protección legal. Hay muchas leyes que crear y cambiar, unidas a un elemento de base con importancia propia LA EDUCACIÓN en todos los ámbitos posibles, el colegio el primero, y si existe cura para la tuberculosis cuando antaño causaba tantas muertes a temprana edad, ¿por qué la violencia de género no podrá relegarse a una etapa del pasado? UNAMOS NUESTRAS MANOS, NUESTROS PENSAMIENTOS Y NUESTRAS ACCIONES Y PODREMOS CONSEGUIRLO. 

PilarEnjamio

 María Pilar Enjamio. Psicólogo

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