Un onubense pone en tela de juicio las campañas de prevención de VIH

Alfonso Baya critica que la mayoría están dirigidas al perfil de hombre homosexual y dificulta que el resto de la población se identifique y tome precaución.
El onubense Alfonso Baya, doctor en Bellas Artes por la Universidad de Granada, ha cuestionado en su tesis doctoral las campañas de prevención de VIH desarrolladas en los últimos años y ha concluido que la mayoría de ellas están “estereotipadas” al mostrar un determinado perfil del enfermo de VIH, “dificultando que el conjunto de la población se identifique con esta figura” y tome precauciones y se haga las pruebas para su diagnóstico. Bajo el título ‘El imaginario del SIDA en la cultura visual: construcción, significación y cuestionamiento a través de estrategias artísticas’, Alfonso Baya ha analizado más de 150 campañas de prevención desarrolladas en Andalucía, Europa y Estados Unidos en los últimos años. Con esta tesis, obtuvo una calificación de sobresaliente y una mención especial CUM LAUDE, y ha sido galardonado además con el tercer premio a la mejor tesis andaluza de 2015.
Con este trabajo, Baya ha querido demostrar que el imaginario existente del VIH ha sido construido desde ciertos intereses ideológicos, políticos y sociales a través de la cultura visual, de forma que “no contribuye a su prevención” y, además, provoca “una mayor exclusión de los enfermos”, al no sentirse identificados. Para ello, ha analizado la forma de construir el mensaje en las campañas de prevención de VIH. En declaraciones a diariodehuelva.es, ha afirmado que la mayoría de las campañas de prevención “hacen referencia a la figura del portador de los años 80 y muestran a un hombre que, además, es homosexual”. Baya ha aclarado que en muy pocas ocasiones se ha encontrado con campañas dirigidas a un hombre heterosexual o a una mujer, y, en los pocos casos en los que aparece la mujer “suele mostrarse el estereotipo de prostituta, y aparece una silueta de una mujer con minifalda, bolso, peluca y asomada desde fuera al interior de un coche”.
Según Baya, el hecho de que las campañas muestren un estereotipo hace que “la población no se identifique, si no eres un hombre homosexual piensas que eso no va contigo”. De esta forma, la sociedad asocia el VIH a “algo lejano, que ocurre en países como África, y del pasado, porque piensa en el perfil de los años 80 y lo vincula a unos síntomas, un tipo de vida, y unos grupos de riesgo”, cuando en la actualidad “no hay grupos de riesgo, sino prácticas de riesgo, y cualquiera puede tener VIH”. De ahí que este joven onubense plantee la necesidad de un cambio en la forma de elaborar las campañas de prevención.
Su objetivo con esta tesis es así “aportar algo a la sociedad” y que salga a relucir que “las campañas se están haciendo mal”. Baya plantea que “no pueden ser excluyentes, sino todo lo contrario, para que la ciudadanía se identifique y vea que también puede estar en riesgo”. Su idea ahora es publicarla fuera del formato tesis, para que toda la población pueda acceder a su trabajo y se conciencie de la importancia de tomar precaución a la hora de practicar relaciones sexuales y se haga la prueba alguna vez en su vida.
Por su parte, el director de la Unidad de Gestión Clínica de Enfermedades Infecciosas del Complejo Hospitalario Universitario de Huelva, Ignacio Suárez Lozano, un referente nacional en la materia, coincide con Baya en que las campañas de prevención están “cojas” y “no están bien dirigidas”, algo que justifica alegando que “suelen estar diseñadas por personas de otro ámbito de conocimiento”. Así, mantiene que “si se focaliza en una imagen concreta, en un determinado grupo de personas, el resto de la población no se identifica”. Suárez Lozano aboga por un cambio en el modelo de campaña y plantea el diseño de más de una campaña para diferentes colectivos, y no sólo para un perfil concreto de la población.