Sueño Rocío, sueño Huelva

Pilar Enjamio exalta el amor hacia la Blanca Paloma... Un año entero soñando Rocío.

Vente con mi Simpecao si no tienes con quien ir, así reza mi Huelva, choquera, marismeña, rociera hasta la médula, almonteña, flamenca de fandangos alosneros y amiga del alma. Yo no sabría explicarte, hermano rociero, cuéntame lo que sientes. No digas nada, no hace falta, yo lo sé y tu también lo sabes. Un año entero soñando Rocío, un día menos para soñar camino y pisar la Raya con Huelva y esos caminos de antaño, de siempre, a la luz de la candela, dormir entre los pinos del Coto. Y de amanecida recorrer los senderos entre carretas, bueyes y tamboriles, peregrinos a caballo, caminando y delante el Simpecao. Camino de luz, de fe del pueblo andaluz que es el mío, cantándole a su Reina, Pastora de las Marismas y a su Pastorcito. Esas sevillanas, fandangos, bulerías, soleás que vienen del alma y del mismo cielo resonando en la inmensidad marismeña. HACER EL CAMINO, tres palabras como tres cuentas entrelazadas de un rosario y unos labios musitando frases de amor y ternura paridas con el sentimiento auténtico y sincero en honor a la Blanca Paloma. Fe del que va de promesa, pies heridos y cansados que se curan al llegar a la ermita y contemplar ese rostro divino. Se llora ante el altar, Huelva reza cantando y al grito de "Huelva, Huelva Huelva" entera te cantaba. Rezar, bailar, cantar, ser amigo... me hizo un hueco en su mesa, me dio calor y cobijo... ser familia rociera bajo las estrellas del cielo de la aldea del Rocío. Al ver esas estrellas soñaba con esa luz que emanan los auténticos rocieros, mi gente, mi gente buena. Y pronto llegará ese lunes que tanto anhelan los almonteños y saltar la reja en la madrugá, tocarla, besarla, agarrarse a los varales, porque en ese momento no es de Huelva ni de Triana ni de Jerez, es muy suya, sólo de ellos, los almonteños, ese privilegio que después sí recorrerá todas las casas y hermandades. Y llegará el camino de vuelta, todo se ha terminado pero el corazón lleva una huella y una ilusión descontando los minutos y las horas para El Rocío del año que viene ,ya queda menos, Hinojos, Bollullos, La Palma del Condado, Chucena, Cartaya, Punta Umbría, San Juan del Puerto, Escacena, Almonte, Rociana, Moguer, Palos, Ayamonte, Isla Cristina, Valverde del Camino... todo este ramillete de pueblos blancos son esa Huelva que tanto añoro y quiero, esa Huelva marinera y choquera pero también flamenca y rociera. Voy a cambiar la letra de una canción que dice con Huelva hay que morir. Yo cantaría: vente con Huelva, con Huelva hay que vivir.

María Pilar Enjamio Furelos. Psicólogo