miércoles. 25.06.2025
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Secuestro de menores, ¿es posible evitarlos?

Secuestro de menores, ¿es posible evitarlos?

La psicóloga Pilar Enjamio analiza los casos más recientes de secuestros de menores.

Cuando está de plena actualidad el intento secuestro de una menor de doce años en Isla Cristina y a plena luz del día, cuando apenas eran las cinco de la tarde, surge de nuevo la pregunta de si cuando se dan órdenes judiciales efectivas y no se archivan los casos, este temor convertido en realidad desaparece o al menos se atenúa.

Y vuelvo al tema de los violadores en los que se dan dos circunstancias o características, la primera aún sin desequilibrio psíquico sabemos que el alcohol provoca euforia y vence los miedos unido a la fuerza que da el grupo para cometer acciones que individualmente son impensables. El segundo caso un trasfondo de psicopatología con una característica fundamental que es la reincidencia como una especie de obsesión y que estaría totalmente acortada en prisión y con un tratamiento farmacológico y terapéutico adecuado y, una vez más seré muy clara en mis, afirmaciones, archivando casos se potencia esta actitud enferma.

Sabemos, y recuerdo especialmente la desaparición de Yeremi Vargas, que existen mafias destinadas a tráfico de órganos, a adopciones ilegales, pederastia o simplemente psicópatas que violan y matan, pero parece que eso es en otro planeta.

Esta menor ha hecho lo que tenía que hacer, gritar, pero si es de noche o llevan los agresores una mascarilla de cloroformo la defensa hubiera quedado anulada. El segundo paso, decírselo a sus padres y denunciar con la prueba del hematoma y arañazo en su brazo y sin miedo a narrar lo sucedido. Yo me pregunto si sería posible eliminar identidades falsas y ocultas de la red, quizás con otro nombre esta niña conectaba y sabían sus pasos, no en vano bajo nombres de mujer se ocultan identidades masculinas. Siempre es bueno llevar en el bolso spray de perfume, laca o spray de pimienta y aplicarlo directamente a los ojos del presunto agresor porque si nadie las defiende tendrán que defenderse ellas.

Pienso en si el caso de esta menor hubiese sido de un paralelismo similar al de Yeremi o Madeleine y urge, si hay sospecha, el control de su ordenador y de sus amistades porque los menores son confiados y con la rebeldía propia de la adolescencia piensan no se les escucha en casa y que las personas de fuera, de la calle, le darán la solución.

Una vez más es necesaria la unión de los medios de comunicación, de los colegios y de los padres para concienciar de los problemas con los que cualquiera se puede hallar en cualquier esquina, en cualquier ciudad y que constituye el nulo respeto a lo fundamental en el ser humano,su libertad.

María Pilar Enjamio. Psicóloga.chichologa

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