viernes. 29.03.2024
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Rusos y ucranianos 'onubenses' ven con estupor una guerra "sin sentido"

Rusta Kolisnyk (Rusia) y Tatiana Chmilova (Ucraniana) siguen minuto a minuto la actualidad de los acontecimiento que ha desencadenado la guerra tras la invasión de las tropas de Putin. Esperan que la sucia política no enturbie la buena relación que los ciudadanos de ambos países siempre han mantenido.
Rusos y ucranianos 'onubenses' ven con estupor una guerra "sin sentido"

La guerra que ha estallado en Ucrania, tras la invasión unilateral ordenada por el presidente Vladímir Putin, no ha logrado dividir a los rusos y ucranianos que residen en la provincia.

Diario de Huelva ha logrado hablar con dos ciudadanos que ven con "estupor" e incertidumbre el desenlace de los acontecimientos, así como el temor latente a que el conflicto bélico divida a dos países hermanos que abandonaron por cuestiones laborales pero con las que siguen manteniendo un vínculo muy estrecho.

Rustam Kolisnyk se muestra totalmente en contra de la decisión de su compatriota Putin. A su juicio, era “impensable” que el presidente de su país, que hasta entonces gozaba de cierto "respeto" entre sus ciudadanos tomase la determinación de invadir Ucrania. 

Kolinsnyk se avergüenza de que Putín lleve a su país a la guerra como si desde la segunda Guerra Mundial el mundo “no hubiera aprendido nada” y la fuerza y el lenguaje de las balas tomen el poder en un conflicto diplomático que por lo que el conoce no tiene ni tan siquiera intereses geoestratégicos o económicos. “Se dice que Ucrania no paga el gas a Rusia desde hace tiempo pero no entiendo que por eso se invada un país.

El vecino rocianero espera que el diálogo permita reconducir la situación y confía en la madurez de las personas para que se vincule los ciudadanos rusos que viven en España con la postura bélica de un presidente que no les representa. 

Tatiana Chmilova es una ucraniana que lleva 20 años residiendo en España, donde desembarcó buscando una vida más próspera al calor de la demanda de mano de obra que reclamaban las frutas del bosque. Asentada en Almonte, ve con tremenda preocupación el curso de los acontecimiento y sus familiares directos viven el conflicto desde sus casas o los refugios el silbido de las balas y los bombardeos. Algunos de ellos residen en ciudades como Mikolaev, Jerson y la capital: Kiev.

Chmilova detalla que no es una experta en política y no carece de los  conocimientos y vericuetos que se cuecen en el tablero de ajedrez de la diplomacia a nivel mundial. No obstante, a su juicio, la génesis del conflicto radica en que “todos sabemos que Putin no quiere que mi país entre en la Unión Europea” y este es el eslabón que a precipitado todo el rosario de tensiones que han finalizado con la ocupación unilateral del territorio Ucraniano después de que Rusia no se conformase con la ocupación de Crimea.

La trabajadora agrícola afirma que mantenía la “esperanza” de que las amenazas bélicas no pasasen de las palabras y las tendenciosas aspiraciones Rusias. Con respecto a la evolución de la guerra, Chmilova no sabe cual será el desenlace ni el coste humano, social y económico que dejará a su paso si bien únicamente desea que “ganemos esta no deseada guerra y que nos dejen en paz”. 

En Huelva hay actualmente novecientas treinta y nueve personas de nacionalidad ucraniana, con presencia en al menos 14 municipios de la provincia. Esta cantidad representa un porcentaje del 0.18% sobre la población de Huelva que es de 525.835. Por sexos se reparten en un 54,63% de ucranianas y un 45,37% de ucranianos; con una media de edad de cuarenta años, similar a la media de edad de la provincia, que es de cuarenta y dos años.

En Huelva hay actualmente ciento noventa y dos personas de nacionalidad rusa, con presencia en al menos 12 municipios de la provincia, según el padrón de habitantes último. Esta cantidad representa un porcentaje del 0.02% sobre la población de Huelva que es de 525.835.