El reo Bernardo Montoya responde pero se sacude el brutal crimen de Laura Luelmo
Grabación: Nacho Rivera. Edición: Tomás Rodríguez
Al filo de las 10 de la mañana de este 15 de noviembre, casi tres años después de (supuestamente) cometer el brutal crimen de Laura Luelmo llegó el reo Bernardo Montoya al Palacio de Justicia de Huelva.
Bajó del furgón que lo trasladaba en medio de un vistoso despliegue policial. No hubo incidente alguno. Solo una letanía de improperios verbales del calibre de "hijo de p....; asesino... cab...; criminal y basura" atronaron en la esquina, lanzados por algunos de los curiosos que esperaban su llegada.
El reo que ya está siendo juzgado por el asesinato de Laura Luelmo deberá responder ante un jurado popular y ante la máxima autoridad judicial, el magistrado presidente Florentino Ruiz Yamuza. Se prevé que todo quede visto para sentencia esta misma semana.
Bernardo Montoya ha atraído hasta su juicio oral a 35 medio de comunicación, que deberán conjugar el derecho a la información con el derecho a la intimidad de la víctima y su familia.
La Fiscalía pide la prisión permanente revisable por asesinato y añade la detención ilegal y agresión sexual. Con agravantes de género y reincidencia, este último calificativo recuerda el pasado sangriento que atesora el reo Montoya. Sumado resultan dos décadas por detención ilegal, doce por agresión sexual y, está escrito, la prisión permanente revisable por el brutal asesinato de la joven profesora zamorana de 26 años que acababa de llegar a la vecina Nerva a impartir clases cuando sucedieron los hechos que ahora se juzgan.
A la petición de la Fiscalía se ha sumado la Consejería de Igualdad, presente entre las partes.
En el juicio saldrán temas muy complejos: desde el momento de su desaparición, denuncia, secuestro, causa y hora de la muerte, así como claves que marcarán el proceso de búsqueda y la vecindad del que a la postre está acusado del crimen, Bernardo Montoya. Y se aclarará una de las dudas: si Montoya era el “sospechoso” desde el principio para los investigadores, y vivía junto a la víctima, no fue detenido hasta varios días después.
Montoya atesoraba ya un largo historial delictivo, un perfil criminológico importante, por otros crímenes anteriores (anciana en Cortegana); agresión a una mujer a la que defendió su perro y otros episodios violentos. Pero salió a la calle por ambos y eso que tenía 50 años.
No se sabe qué versión dará Bernardo, si aquella primera en la que pedía su reclusión perpetua o las segundas y terceras en las que se desdijo de todo e incluso metió a terceras personas en el crimen de los días del 12 de diciembre de 20218. Parece que Montoya que ha sacudido en esta primera jornada toda responsabilidad. Por lo menos eso ha trascendido porque el juicio es a puerta cerrada, lo que abre la posibilidad a errores en las informaciones.
El cuerpo de Laura Luelmo se encontró el 1 de diciembre tras numerosas batidas. Tras el hallazgo, la autopsia certificó que la víctima sufrió abusos sexuales y un tremendo golpe que le provocó la muerte entre los días 14 y 15 de diciembre, entre 48 y 72 horas después de su desaparición.
Hoy se juzga al reo Bernardo Montoya por este crimen, sin olvidar su tenebroso pasado criminal.