martes. 30.04.2024
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Una pelea en la cárcel se salda con cinco funcionarios heridos

La pelea se originó después de que un recluso calificado como conflictivo y peligroso se negara a acatar una orden del personal de la prisión.
Una pelea en la cárcel se salda con cinco funcionarios heridos

La prisión provincial de Huelva volvió ayer a vivir una reyerta entre un interno y el personal de la prisión que se saldó con cinco funcionarios heridos de diversa gravedad.

Los hechos, que fueron denunciados por la Asociación Profesional de Trabajadores Penitenciarios, ocurrieron en torno a las 10:00 horas del martes, 12 de octubre, tras el rutinario reparto de medicación.

Al parecer, un funcionario de prisiones reclamó a un interno que bajara el volumen de la música que estaba escuchando en ese momento. El recluso, cuyo perfil esta catalogado como peligroso y conflictivo, se negó a tal petición y aseguró no estar dispuesto a recibir órdenes de ningún funcionario.

Horas más tarde, durante la salida al patio, el reo comenzó a golpear de manera insistente la cristalera de la garita del vigilante de seguridad: "Que sea la última vez que molestamos a primera hora, no voy a aguantar a ningún funcionario, soy muy peligroso, y si tengo que matar a un funcionario, lo mato”.

El funcionario de guardia advirtió al recluso de que le abriría un un expediente si no rebajaba el tono y se tranquilizaba. Lejos de calmarse, este se dirigió al arco detector y comenzó a darle patadas y golpes con la cabeza, hasta que logró tirarlo. Los funcionarios comenzaron entonces un forcejeo con el interno en el que resultaron lesionados cinco funcionarios de diversa consideración, según recoge el comunicado de la Asociación. El más grave de todos, con una fractura en el dedo, precisará intervención quirúrgica.

Finalmente, el personal logró reducir al recluso y fue trasladado a una celda de sujeción mecánica.

La asociación lamenta que "la política de buenismo de la Secretaría General y su total desapego y nulo apoyo a los funcionarios de prisiones están convirtiendo las prisiones en verdaderos polvorines".