El padre y abuelo de las dos víctimas de Almonaster dice que no tiene “nada para inculpar” a Ramallo
Afirma que su hija nunca le comentó que estuviera a disgusto con el acusado a principios de los 90.
Genaro Ramallo, el ciudadano boliviano acusado del doble crimen cometido en Almonaster la Real, ha ganado hoy algo de terreno a su favor con el testimonio prestado por el padre de la que fuera su pareja, María del Carmen Espejo, y abuelo de Antonio. Lo cierto es que, en un discurso más emocional que práctico (para la acusación en este caso), el padre de María del Carmen ha afirmado ante el tribunal que no puede aportar “nada” que inculpe a Ramallo.
En una declaración realizada por videoconferencia, el padre y abuelo de las víctimas, ha afirmado que no vio detalle alguno ni que su hija le comentara que estaba a disgusto con Genaro. En este sentido, ha señalado que nunca desconfió de él hasta que la Policía, casi una década después, reabriera el caso tras la desaparición de las víctimas en 1993.
Por otro lado, otra hija que tuvo Genaro Ramallo en esa época con otra mujer también ha prestado declaración, y ha dicho ante los magistrados que ella sí que sospechó de su padre, no sólo por su actitud, sino también porque contestaba “con evasivas” cuando le preguntaba por su hermano Antonio.
La sesión se completa con siete testigos más, y se prevé que las comparecencias clave serán las que aporten tanto los testigos pertenecientes al Cuerpo Nacional de Policía encargados de la investigación del caso, como los peritos.
En la primera sesión del lunes, Genaro Ramallo negó los hechos ante el tribunal de la Sección Tercera y su abogado pidió la nulidad de diligencias de investigación, como el registro de la finca, muestras de ADN y las intercepciones telefónicas. Genaro Ramallo, que accedió a la Audiencia con el rostro cubierto, se ha acogido a su derecho a no declarar, salvo a las preguntas de su letrado.
Para la acusación particular, es "increíble" la historia que mantiene el acusado, así como que para un crimen con estas características "no puede haber móvil". En declaraciones a los periodistas a su llegada a la Audiencia de Huelva donde este lunes arranca la vista oral, Romero, que representa al padre y abuelo de los fallecidos, ha asegurado que en este caso "hay una serie de contradicciones e incoherencias" en su versión, "lógicas en una persona que ha cometido un crimen enorme sin ninguna explicación".
El letrado ha recordado que desde que fue detenido, el acusado no ha deseado declarar y que tan sólo lo hizo cuando desaparecieron las dos víctimas. El letrado se ha mostrado convencido que tanto la acusación particular, como la Fiscalía "van a demostrar que es el autor del doble crimen y será condenado a la pena máxima", a 40 años, que es lo que solicitan ambas partes.
Tras agradecer el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado al reabrir la investigación y hallar los cuerpos 18 años después, el abogado ha indicado que el comportamiento del acusado ha sido "inexplicable como padre y expareja, pues nunca preguntó ni colaboró con la Policía".
Cabe recordar que Genaro Ramallo fue detenido en Toulouse (Francia) en septiembre de 2011 cuando el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Huelva decretó su prisión incondicional, comunicada y sin fianza por dos delitos de asesinato por el presunto doble homicidio de la sevillana y de su hijo Antonio.
Antes de ello, el detenido llevaba una vida aparentemente normal en España, regentando en Huelva una academia de clases particulares de matemáticas, hasta la aparición de estos restos.
Fue a mediados de septiembre de 2011 cuando la Policía Judicial de Sevilla destapó los cadáveres, que se encontraban sepultados bajo dos metros de piedras en dicho terreno de este municipio onubenses.
Llama la atención de los investigadores y de la misma familia de las víctimas el hecho de que Genaro Ramallo no se interesase lo más mínimo por ambos cuando desaparecieron. Además, una de las pruebas más contundentes con las que cuenta la acusación es una confesión escrita por el acusado que fue enviada a los medios de comunicación, en la que reconocía y lamentaba la muerte de su mujer y su hijo, pero donde asegura que no los asesinó él.