domingo. 12.05.2024
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Oración en el Huerto, devoción y arte a partes iguales

La huella de los maestros Carrasquilla, Rodríguez Ojeda y Patrocinio Vázquez en el patrimonio de la ilustre Hermandad que vuelve a relucir este Jueves Santo
Oración en el Huerto, devoción y arte a partes iguales

La huella de los maestros Carrasquilla, Rodríguez Ojeda y Patrocinio Vázquez en el patrimonio de la ilustre Hermandad que vuelve a relucir este Jueves SantoSi hablamos de patrimonio de una Hermandad en cuanto a bordados se refiere, seguramente nadie se sorprenda cuando decimos que se trata de la Hermandad de Oración en el Huerto.

Hace escaso tiempo, en torno a las siete de la tarde de este Jueves Santo, la Hermandad se echaba a la calle mostrando el enorme y rico patrimonio que atesora dentro del arte del bordado.

El paso de palio es de los conjuntos más destacados de la Semana Santa onubense, ya que posee bordados de inicio del siglo pasado, los cuales salieron de las manos de Juan Manuel Rodríguez Ojeda y que fueron modificados posteriormente por Guillermo Carrasquilla en 1957.

Estos dos genios del bordado, han escrito su nombre con letras de oro en la historia de muchas cofradías sevillanas dejando en Huelva menor producción y siendo además ésta aminorada por los efectos de la Guerra Civil que sufrieron muchas Hermandades.

Este magnífico y único palio granate, bordado con hilos de plata con la antigua técnica de la hojilla por Guillermo Carrasquilla, porta en su Gloria una Inmaculada de Seco Velasco y Sebastián Santos. Pero además por si fuera poco, este conjunto se completa por un valiosísimo manto adquirido en épocas pasadas a la Hermandad del Valle de Sevilla, que con las mismas técnicas y perfectamente acorde con el palio, bordara la reconocida Patrocinio Vázquez allá por el año 1905.

Como si de un museo itinerante se tratara, la Hermandad de Oración en el Huerto hacía su paso por la Carrera Oficial ante las miradas constantes hacia Ntra. Madre y Sra. de los Dolores, que terminaban perdidas en ese compendio arte sostenido tan sólo por doce varales que daban cobijo a una Madre coronada recientemente.