miércoles. 04.06.2025
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Ocho colegios de Huelva, sin aire acondicionado en plena ola de calor por riesgo de legionela

La falta de mantenimiento impide poner en marcha estos sistemas durante la ola de calor. La APAE responsabiliza a los centros, que se niegan a asumir un gasto que no les corresponde

 

Los pequeños haciendo las tareas en el suelo debido al sofocante calor.
Los pequeños haciendo las tareas en el suelo debido al sofocante calor.
Ocho colegios de Huelva, sin aire acondicionado en plena ola de calor por riesgo de legionela

La primera gran ola de calor del curso ha puesto al descubierto el fracaso de la implantación de la refrigeración adiabática en los centros educativos públicos. En Huelva capital, ocho colegios de primaria no pueden encender estos sistemas de bioclimatización por falta de limpieza y mantenimiento, lo que supone un riesgo real de legionela y otras enfermedades respiratorias. La consecuencia: aulas asfixiantes, protestas de familias y profesores, y una cadena de responsabilidades en la que nadie asume el coste ni la gestión.

Los centros afectados son: CEIP PrácticasCEIP Arias MontanoCEIP Marismas del OdielCEIP Doce de OctubreCEIP OnubaCEPR Los RosalesCEIP Quinto Centenario y CEIP Tartessos. Todos ellos cuentan con instalaciones de refrigeración adiabática, una medida recogida en la Ley de Bioclimatización, aprobada en Andalucía hace cinco años. Pero sin revisiones ni limpiezas periódicas, estas instalaciones no solo son ineficaces, sino que suponen un riesgo para la salud pública.

La Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE) ha enviado cartas a los equipos directivos de los centros educativos con este tipo de refrigeración instándoles a hacerse cargo del mantenimiento y advirtiendo del peligro de legionela en caso de no hacerlo. Sin embargo, no asume el coste económico que supone. Los equipos directivos, por su parte, rechazan esta imposición: “No tenemos recursos ni personal para afrontar un mantenimiento técnico de esta envergadura. No es competencia de los centros”, señalan fuentes directivas.

Desde el profesorado, también se denuncia la falta de respuesta institucional“Estamos trabajando con aulas a más de 30 grados, y nos dicen que adelantemos la salida del alumnado a las doce. ¿Quién asume luego los problemas de conciliación de las familias o la pérdida de clases?”, lamenta una docente de uno de los centros afectados.

El Ayuntamiento de Huelva tampoco ha intervenido, lo que agrava aún más la situación. Nadie parece asumir la responsabilidad de unos sistemas que, según los expertos, no son adecuados para centros educativos por el tipo de uso y mantenimiento que requieren. “La refrigeración adiabática está pensada para entornos industriales, no para aulas con niños”, advierten desde el ámbito técnico.

Mientras tanto, la Consejería de Desarrollo Educativo y FP se limita a activar el protocolo de altas temperaturas, que incluye como medida destacada la reducción de jornada escolar, pero sin aportar soluciones estructurales.

Desde la plataforma de familias y AMPA Escuelas de Calor, se lanza un mensaje claro: “Nuestros hijos e hijas no pueden seguir soportando temperaturas extremas en las aulas. La ley existe, pero está abandonada en un cajón. Es hora de exigir su cumplimiento real y el mantenimiento adecuado de las instalaciones”. Insisten en que la situación no es nueva, pero se repite año tras año por falta de previsión y compromiso político.

“Llevamos años denunciando este abandono. No es un capricho: estamos hablando del derecho a una educación pública de calidad y en condiciones saludables”, concluyen desde la plataforma.

Una vez más, la comunidad educativa se enfrenta a una ola de calor sin medios para afrontarla, en una Andalucía donde el calor extremo ya no es una excepción, sino la norma. Y la refrigeración, una promesa incumplida.