sábado. 20.04.2024
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Los negocios de Huelva afrontan su año más duro: un 2021 sin carnaval, Semana Santa ni Rocío

Propietarios de restaurantes, floristerías, artesanos del diseño o de la moda la flamenca perderán entorno al 80% de sus ingresos
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Los negocios de Huelva afrontan su año más duro: un 2021 sin carnaval, Semana Santa ni Rocío

Las restricciones marcadas por la tercera ola de la pandemia dibujan un panorama desolador entre los negocios de Huelva.

En condiciones normales, estas fechas supondrían un soplo de aire fresco para muchos empresarios con la llegada de fiestas como el carnaval, la Semana Santa o El Rocío.

Un período que, de no ser por la Covid-19, genera la mayor parte de ingresos a propietarios de restaurantes, floristerías, artesanos del diseño o de la moda flamenca.

La cancelación de todos estos eventos o, al menos, la no celebración de las fiestas tal y como se viene haciendo de manera habitual, ha trastocado tanto a las empresas que son muchas ya las que se plantean el cierre.

No habrá carnaval en la calle ni concurso de agrupaciones

Este 2021 el Carnaval Colombino será diferente. La FOPAC ha comunicado la celebración delConcurso de Coplas Online, por lo que las agrupaciones de carnaval no desfilarán este año, como lo hacen de manera tradicional, por la Casa Colón con sus creativas puestas en escena.

No habrá disfraces en la calle, ni quedadas presenciales de los carnavaleros para ensayar sus números. No frecuentarán los bares habituales ni requerirán otros muchos servicios que, este año, se vuelven innecesarios.

Francisco Luis Cascajo, trabajador de la tienda onubense "La casa de los disfraces", confiesa que la situación que están viviendo actualmente es similar a la época baja (verano) de un año sin Covid. Lamenta que ni siquiera estén recibiendo encargos de los colegios. "En estas fechas solían empezar las compras de disfraces de cara a los carnavales en la provincia, pero ahora mismo las ventas son casi inexistentes. Perderemos entorno al 80%", cuenta el trabajador.

De 800 a 900 euros diarios que solían hacerse de media en el establecimiento, han pasado a facturar unos 80 euros, como máximo, en su mejor día.

Ante la complicada situación solo les queda esperar a que "el temporal amaine" y resistir con uñas y dientes viviendo de los encargos de algunas guarderías, colegios infantiles y cumpleaños.

Chema Riquelme, gerente de Artesanos del Carnaval, una de las empresas con más tradición en el mundo carnavalero onubense, también ha notado la falta de encargos este año.

Ellos diseñan absolutamente todos los elementos relativos al carnaval. Reciben información de la agrupación y crean todo entorno al personaje. Desde el disfraz hasta el montaje de la puesta en escena. Su trabajo ha acompañado a más de 300 agrupaciones, pero este 2021, no correrá la misma suerte.

De 30 a 35 grupos completos que tendrían en estas fechas, han pasado a 0. Aunque, eso sí, para los amantes del carnaval como Chema, la fiesta seguirá permaneciendo viva, aunque tengan que reinventarse.

Por ello, han decidido prestar sus servicios de manera online para poder llegar a más personas durante la pandemia, a través de la página web de Artesanos del Carnaval. Y también de manera online Chema vivirá, junto al resto de onubenses, este atípico carnaval: "el Carnaval Colombino no se ha cancelado. Sigue en pie, aunque de manera diferente: con la elección del cartel o la celebración del concurso de coplas telemático", explica.

La historia se repite: los negocios pierden casi el 80% de ingresos con la cancelación de la Semana Santa y El Rocío

Antonio Rivera, propietario de la floristería onubense Antonio Rivera Diseño Floral, afronta lo que se avecina con miedo y mucha incertidumbre de no saber qué va a pasar en estos meses. "No sabemos qué va a ocurrir. No habrá Semana Santa ni Rocío, eso está claro, pero todo dependerá de cómo se adapten a la situación las hermandades y de la demanda que ellas hagan de manera paralela", cuenta.

No habrá salidas procesionales, aunque sí se celebrarán cultos internos en las parroquias, así como veneraciones, con exposiciones de las imágenes en los templos. "Claro, como en Semana Santa no tendremos procesiones, están intentando realizar otros actos", dice el propietario de la floristería.

Con todo, han visto reducido mucho los ingresos. Las hermandades tampoco pueden hacer frente al gasto como de costumbre ya que, entre otros aspectos, este año prescindirán de los fondos recibidos en las papeletas de sitio. "Es un varapalo tremendo, ya que esto es una cadena. Todo repercute en el sector", lamenta el florista.

Antonio calcula unas pérdidas entorno al 70-80%. "Sobrevivimos con lo poco que generamos del día a día, de pequeños eventos. Estamos esperando también a la temporada de bodas, aunque ahora mismo ¿Quién se atreve a formalizar este tipo de celebraciones? Todo está en el aire", dice.

Lo único que "celebra" el onubense es la consideración de la Junta de Andalucía a las floristerías como negocio esencial. "Al menos sabemos que para San Valentín podremos estar abiertos y tendremos algo de ventas, lo que nos da cierto consuelo".

Con este panorama, desde esta floristería de Huelva aseguran que es muy complicado mantener un negocio abierto con una reducción tan drástica de las ventas. Por el momento, solo les queda esperar a que la pandemia nos dé una tregua y a que las hermandades, en la medida de sus posibilidades, no cancelen sus cultos y sigan reclamando estos servicios.

Igual de mal o, incluso peor, lo están pasando algunos establecimientos hosteleros que se sustentan, en gran medida, de la temporada cofrade. Este es el caso de la cafetería Nebraska, junto al Polvorín (zona cofrade de gran afluencia en Huelva).

En este establecimiento solían atender a las cuadrillas de costaleros incluso meses antes de comenzar la Semana Santa. "Las ventas de la Semana Santa nos daban para afrontar, prácticamente todo el año", cuenta su propietario. Ahora no solo registrarán pérdidas incalculables si no que, temen, podrían cerrar de manera inminente, de llegar la capital a alcanzar la tasa de contagios superior a los 1.000 casos.

La moda flamenca, la gran olvidada durante la pandemia

Pero, sin duda, si hay un sector que está especialmente dañado por la no celebración de festejos como las romerías o el Rocío, es el de la moda flamenca.

Manuela Macías, establecimiento con más de 20 años de trayectoria en la provincia, permanece cerrado. No generan ingresos, no tienen encargos debido a la crisis sanitaria y, lamentan, tienen que seguir afrontando el pago de impuestos.

Desde la firma de moda flamenca no comprenden por qué este sector es el "gran olvidado" de la pandemia. Lamentan que no se destinen ayudas para paliar la complicada situación que están atravesando, así como las que han recibido (en mayor o menor medida) otros damnificados como los empresarios de la restauración.

"No hay ayudas reales para las medianas empresas como la nuestra. Tenemos que pagar los gastos de mantenimiento sin recibir ingresos y eso se vuelve insostenible", recogen desde Manuela Macías.